El Orgullo antes de Navidad
En la deliciosa película The nightmare before Christmas aprendimos que existen ciudades dedicadas exclusivamente a preparar cada celebración. «¡Sólo faltan 364 días para el próximo Halloween!», exclamaba preocupado el alcalde de Halloween Town mientras se ponía manos a la obra. Me divierte imaginar que existe una ciudad del Orgullo Gay, en la que entre el frío y los turrones hay ya voluntarios y activistas pensando y trabajando para que todo salga bien en ese lejano día de verano. Y por eso, en lugar de dirigir mi carta a los Reyes de Oriente, se la mando este año a esos incansables y admirables habitantes de Pride Town.
El debate que me gustaría proponer no es desfile del orgullo gay «sí» o desfile «no»: más bien es desfile sí, pero ¿cómo?. Porque una norma no escrita dice que si algo funciona, no lo toques. Y el orgullo, tal como es, funciona sorprendentemente bien: cada año más y más gente se agolpa en el centro de Madrid, y su fama crece en la comunidad internacional. Por eso no tiene sentido, como propone alguna asociación LGTB, desterrar el derroche de plumas para que sólo vaya gente «normal». Además de poco práctico, sería indigno: porque en la revuelta de Stonewall participaron travestis, hombres maquillados, drags… No sólo gente normal. Y ahora, en ese homenaje al inicio de la lucha contemporánea, ¿vamos a silenciar a las personas que la iniciaron? Sería como pedirle amablemente al Rey negro de Oriente que se retire y ceda su lugar a un blanco, por ser más correcto para algunos. Pero lo más triste es pensar qué sentirá un chaval con mucha pluma (por ejemplo) al verse censurado por su propio colectivo…
En cualquier caso, ¿es cierto que la celebración del orgullo dé una imagen tan frívola, carnavalesca, excesiva y poco representativa de la realidad gay? Los que asistimos al evento vemos un amplísimo abanico de personas: niños, ancianos, inmigrantes, familias al completo… Encontrar a tanta y tan diversa gente pasándolo bien en esa fiesta es un placer y una refrescante recarga de pilas para hacer frente a la invisibilidad y los problemas del resto del año. Y sí, es cierto que muchos jóvenes heterosexuales acuden allí sólo por la bebida, o por la dudosa promesa de ligar… Pues bienvenido sea ese mito que describe los ambientes gays como reservas naturales de confiadas y hermosas mujeres heterosexuales: porque es la excusa que permite incluso al joven más macho unirse a nuestra fiesta. En el fondo, ¿qué más da el motivo por el cual acudan? Lo importante es que estén allí, y que respiren por un día diversidad y apertura; ya tendrán el resto del año para respirar homofobia.
Los problemas del Orgullo, a mi juicio, llegan al día siguiente: los reportajes en prensa escrita y en las televisiones sólo muestran los disfraces más llamativos, las escenas más irreverentes, los bailes más explícitos, los cuerpos semidesnudos… Y dada la sorprendente ignorancia de la población española, el efecto de la cobertura mediática del desfile tiene como consecuencia la perpetuación del estereotipo. La masa de personas anónimas no tiene demasiada representación, ni tampoco las decenas de asociaciones LGTB que marchan en cabeza con sus pancartas. Apenas una escena o una fotografía nos mostrará la pancarta de cabecera, debido a la presencia de algunos políticos y representantes sociales de renombre.
Muchos echan balones fuera argumentando que la culpa de esta representación sesgada es exclusivamente de los medios, pero esa es una visión autocomplaciente. Porque si yo organizo hoy una charla y, mientras hablo, hago que un vistoso Papá Noel ejecute su show a mi lado, ¿puedo quejarme después de que la única foto que se publique al día siguiente sea para él, y no para mí? Es evidente que no: y lo peligroso es que el Orgullo es una de las pocas manifestaciones sociales (si no la única) cuyo motivo y forma de ejecución son incomprendidos para millones de personas. Me atrevería a decir que en cierto modo es una fiesta privada, un guiño que sólo los LGTB (mejor dicho, algunos LGTB) entendemos. Así que sin más dilación, mi carta de deseos para el Orgullo de este año es esta:
-Primero: el origen de la fiesta debe explicarse. ¿Tan difícil es? Parece más complicado entender que una mujer se quedó embarazada de una especie de paloma invisible, dando a luz a un niño mientras se congregaban pastores y reyes a su alrededor: y no convocados por una cadena de SMS o un evento de Facebook, sino por unos alados angelitos… Pero a base de explicarlo con machacona insistencia, hasta los niños lo entienden y conocen la historia perfectamente.
-Segundo: junto a la (necesaria) fiesta, debe darse muchísimo más peso a la parte cultural. Porque la fiesta pasará, pero el descubrimiento o redescubrimiento de historia, política, música, cine y literatura LGTB perdurará durante todo el año. Y sí, ya sé que existe el festival «Visible», pero no nos engañemos: su oferta no es ni demasiado amplia ni demasiado llamativa, y su publicidad es prácticamente inexistente si la comparamos, por ejemplo, con la (presumiblemente) lucrativa fiesta «Infinitamente gay», cuyos carteles inundan la ciudad.
-Tercero: la parte reivindicativa debe tener más visibilidad. Muchas personas desconocen incluso que tal parte existe, porque nunca la han visto… No entro en el tema de la presencia de poderes políticos, pero sí creo que las sufridas e imprescindibles asociaciones LGTB regionales deberían tener un mayor protagonismo más allá de ser los teloneros de las carrozas. Unas carrozas que (dicho sea de paso) resultan monótonas al ser todas prácticamente iguales, limitándose a albergar chulazos bailando prácticamente la misma música.
En resumen, hay que dar a los medios y al público más cosas que mirar, para que el conjunto resulte más enriquecedor sin dejar de ser divertido. ¿Y cómo podría cumplirse todo esto? Para empezar nuestros LGTB más conocidos deberían implicarse y hacerse visibles: ¿dónde están los escritores, los directores de cine, los actores? Puedo entender que no quieran subirse a las carrozas, pero sí podrían participar solidariamente en las actividades culturales paralelas (ofreciendo charlas, retrospectivas, conciertos, ciclos de cine) o, incluso, en la cabecera de la manifestación. Es cierto que eso depende de ellos y no de nosotros, pero sí se puede crear al menos el marco para que sus colaboraciones puedan realizarse y generar expectación. En cuanto al sentido del desfile, todos los pregones deberían recordar los orígenes de esa celebración, y podría generarse material gráfico (comics, concursos de relatos, cortometrajes…) para mantener vivo el sentido de la fiesta.
Y sobre las carrozas: cualquier bar o empresa puede tener su propia carroza, pero sería interesante obligar a que cada una albergue (a modo de polizontes) a los miembros de una asociación regional LGTB, los cuáles podrían aprovechar para expresarse no sólo mediante pancartas, sino mediante estimulantes performances. No dudo de la creatividad de estas asociaciones que, a buen seguro, aprovecharían mejor su viaje a Madrid. Es más, podrían coordinarse y ofrecer al espectador actuaciones o representaciones con un motivo como la situación LGTB en diversos países, o la historia LGTB: cada carroza escenificaría una época, con las canciones y los chulazos adecuadamente caracterizados para la ocasión: Grecia, Roma, San Francisco…). Diversión podría así ir de la mano con información, y el exceso podría dar soporte a la denuncia…
Quizá estas no sean grandes ideas, y a buen seguro vosotros alumbraréis otras mejores. Con esta carta quiero decir que es necesario cerrar el estéril y agrio debate sobre la conveniencia del desfile del orgullo… Pero también procede avivar el debate sobre cómo realizarlo: no debemos anquilosar la celebración, ni pensar que deba ser algo estático que no pueda actualizarse. De hecho es un gran momento para hacerlo: el orgullo de Madrid está en boca de todos. Su reciente designación como el evento LGTB más importante del mundo nos sitúa en una posición privilegiada para marcar tendencia, innovar, adaptar el Orgullo al siglo XXI y canalizar su fuerza mostrando al mundo todas las caras de nuestra diversidad.
Me despido ya deseando un feliz Orgullo 2010 para todos, y mostrando de antemano mi admiración y enhorabuena a quienes lo harán posible.
Al
MUCHÍSIMAS GRACIAS!! Son excelentes ideas de apertura y de innovación pienso que tanto a ese desfile de Madrid como a muchos otros les falta mas CULTURA.
El día del desfile debe tener muchísima más reivindicación de la que tiene, y ser a su vez más molesto para los poderes dominantes, no se trata de hacer ver lo buenos que somos, ni tampoco los festivos que somos, tampoco, por supuesto, de marginar a trans, plumagays y marimachos del orgullo, que seríamos todos los demas sin ellos, son el alma y el espíritu de la lucha LGTB, por mucho que nos puedan joder en un momento dado ciertos tópicos, pero dichos tópicos solo deben de molestar por la uniformización y el encasillamiento que quieren hacer ls hetero de nosotros.
No se trata de nada deso, de llenar las arcas de los negocios de gente que día a día nos discrimina, de favorecer en cierto sentido a los poderosos mostrando una simple fiesta sin reivindicación y sin actividades culturales, me gusta la fiesta, pero quiero que esa fiesta sea reivindicativa, ya no me vale con pensar que el simple hecho de que se produzca esa congregación es un gran paso de visibilidad, tenemos que seguir molestando al patriarcado y reivindicando nuestros derechos, nuestras creaciones, el conocimiento de nuestra sexualidad, una desfile donde como muy bien se dice solo pone a chulazos, y lo qu es peor, en el que homófobos como UPyD tienen su carroza, lo siento pero es un desfile que ha perdido buena parte de su carga.
Por ultimo, no estoy de acuerdo con esta frase:
«Pues bienvenido sea ese mito que describe los ambientes gays como reservas naturales de confiadas y hermosas mujeres heterosexuales: porque es la excusa que permite incluso al joven más macho unirse a nuestra fiesta.»
Lo siento, pero es una frase desafortunada a pesar de estár muy de acuerdo con el artículo, quien acuda que se entere de nuestra realidad, y esa realidad pasa por derrocar mitos absurdos, de paso decir que comportamientos hetero-machistas de «caza» deben de estár fuera de lo LGTB, quien conozca al colectivo que lo haga de verdad, sin mitos, quien respete, que lo haga de verdad, sin exclusión
Me divierte imaginar que existe una ciudad del Orgullo Gay, en la que entre el frío y los turrones hay ya voluntarios y activistas pensando y trabajando para que todo salga bien en ese lejano día de verano.
La idea es muy sugerente!. Una especie de San Francisco paralelo, entre lo futurista, lo bohemio y lo kitsch donde los chulazos se entrenan todo el año para lucir sus mejores cuerpos, las drags diseñan y prueban vestidos espectaculares, se construyen las carrozas y se escriben los discursos y los programas. Claro que en el Quartier Espagnol de Pridetown podríamos añadir a una bruja y sus secuaces, pagados por una siniestra multinacional, que pretenden infiltrarse en el grupo para transformar la ciudad en un soso conjunto de chocolaterías para marujas, sucursales bancarias y tiendas de firma.
No sé vosotros pero yo aquí veo el filón para una serie de dibujos a lo Rankin/Bass pero de temática gayer 😀
¿Qué es?, ¿qué es?,
hay plumas de color.
¿Qué es?, ¿qué es?,
parecen de algodón…
Tras el guiño al delicioso rey de las calabazas, te doy mi opinión, Al.
Estoy de acuerdo contigo en que el Orgullo debe seguir siendo algo plural en el que no se denueste a ninguna persona LGTB sea cual sea su imagen externa, pero no estoy de acuerdo en que se sigan alimentando mitos como los que atraen a ciertos heteros a «la fiesta». Para mí será bienvenida toda persona que, sin compartir necesariamente nuestra orientación sexual, haga suyas nuestras reivindicaciones, nuestra diversidad y nuestras ganas de divertirnos juntos, pero no aquéllas que vengan sólo a «la fiesta de los maricas a ver si pillamos cacho y a ponernos ciegos».
Muy de acuerdo con el texto. Es verdad que el Orgullo ha crecido imparablemente desde hace unos años y está muy bien, pero también es verdad que la fiesta no debería empañar la reivindicación. Personalmente me molesta mucho ver gente de la fiesta, con sus disfraces, maquillajes y demás que tienen por supuesto todo su espacio allí, metiéndose entre los grupos que reivindican y montando el numerito estelar. Creo que si hay quien va de farra y no respeta el resto, la organización debería ejercer cierto control durante la manifestación para que no se convierta toda en el desfile. Simplemente tapar con plumas pancartas de grupos, por ejemplo, de gays mayores que se asocian y reivindican no ser discriminados en los centros geriátricos, o grupos de ciudades pequeñas que no tienen si asociación pero que vienen a sumarse con su pancarta y sus carteles, y que sean invadidos por estrellas del mambo buscando público me parece penoso y motivo de reflexión. Es mala educación, pero la organización tendría que tomar cartas y dirigir el Orgullo garantizando que la reivindicación no falte, ni decaiga ni se quede detrás. Aún hay mucho trabajo que hacer, mucho que luchar y mucho que reivindicar, el Orgullo de Madrid debe servir para las dos cosas, sin pisarse el terreno.
Por lo demás, las carrozas un poco sí que podrían currarse el asunto, que se repiten bastante. Y para terminar a mi los que no me parecen normales son los de la sotana, el resto, no solo somos normales, es que somos hasta corrientes y todo.
Por cierto, si hay algún tío que todavía se cree que el Orgullo está lleno de féminas al amparo de que no las toquen el culo, es que viven en otro planeta.
Muy buena reflexión, Al.
Coincido contigo también en que hay que trabajar más en la explicación de lo que es el Orgullo más allá de la sola fiesta. Coincido en que hay que pedirles a las Asociaciones GLTB mayor visibilidad ese día. Mayor visibilidad y mayor trabajo.
Al final es que parece que sólo seamos cuatro matados los que nos empeñamos en repetir hasta la saciedad que además de la fiesta (que siempre es bienvenida, por supuesto) El Orgullo también es reivindicación y lucha.
Igual que Sara y Frantic encuentro desafortunada la frase de los heteros. Si van al Orgullo que sea para luchar en nuestra lucha. Para ligar, mirar, enseñar, alardear de modernez pq van a cosas de maricas y ponerse ciegos que busquen otros sitios: me niego a ser un bicho del zoo.
*- Y si van a venir a ligar, mirar, enseñar, alardear de modernez pq van a cosas de maricas y ponerse ciegos al menos que nos tiren cacahuetes… 😉
Tenemos varios meses para reflexionar y aportar ideas. Muy buena tu carta.
http://aceradelfrente.blogspot.com/search/label/orgullo
«El día 4 de Julio, día de la independencia norteamericana, es el que han elegido los grupos oficialistas LGTB y la asociación de empresarios dirigidos a este mismo colectivo para hacer su macro-anuncio publicitario mal llamado «Orgulo Gay». Será que querían evidenciar el asentamiento de una cultura parecida a la estadounidense, creadora de grandes marcas y necesidades ficticias, reclamo indiscutible del carnaval, con esos espectaculares cuerpos contoneándose en camiones gigantes repletitos de pancartas, flyers, regalos…de EMPRESAS.
Como decíamos en una de las pegatas del «CON FRONTERAS NO HAY ORGULLO»: ¿porqué si las empresas no salen en la mani del 1 de mayo, salen en la del orgullo?»…»
Totalmente de acuerdo en lo de que «si algo funciona, no lo toques». Básicamente se trata de llamar la atención (que hoy por hoy es cada vez más difícil) y el Orgullo lo consigue, vaya si lo consigue. El día en que a nadie le parezca «exótica» la pluma o se escandalice, o se moleste por ella, habrá que buscar otro modo de hacerlo, pero mientras tanto como decía Wilde: «que hablen de uno, aunque sea bien»
Sara (7): Si se eligió el «4 de julio», es porque era el primer sábado después del finde del 28-J. Así se ha hecho desde hace años: el finde más cercano al 28J para los orgullos regionales, y el siguiente finde todos a Madrid.
Ya son ganas de ver cosas donde no hay…
Por lo demás, muy de acuerdo con las sugerencias de Al sobre el orgullo, por cierto, lgtb y no «gay» 😉
Qué grande, Al. Feliz año nuevo, igualmente!
Ivan, no es mío, sólo me pareció curioso, y estoy de acuerdo totalmente en que sobran empresas en el día del orgullo, sobra factor comercial por decirlo así, era eso más que nada lo que me pareció a bien recalcar. Lo del cuatro de Julio me da igual en verdad
Sí, ya vi el blog de origen que indicaste. Pero en la publicación original sí que lo relacionaban. Lo que yo digo es sólo una anotación, porque lo cierto es que de parte de esos colectivos autodenominados «alternativos» (los demás debemos ser tradicionales) se tiende a ver donde no hay, y no sólo por lo del 4 de julio.
Por cierto, que la utilización comercial del orgullo tiene un peligro que creo que no suele verse. Este peligro es el de que se dé a entender que todos los lgtb tenemos un nivel económico alto y un tren de vida envidiable. Vamos, como si la crisis no nos afectara. Tanta insistencia con la pluma o el cuero, y no se ve que el peor estereotipo que podemos difundir es el de que somos una pandilla de mariquitas y bolleras ricas
Ivan, no estoy en ningun colectivo denominado alternativo, bueno, sí lo estoy pero no a nivel de asociación, comparto muchos postulados de esas paginas y no creo que tienda a verse mucho donde no hay.
La segunda parte de acuerdo
os he puesto un positivo a todos los que no los habia dado, de vez en cuando tenemos oleadas de negativos chorras en la pagina pero ningun coment justificandolos
Como absolutamente todo en esta vida, el orgullo es imperfecto, es perfectible y es repensable, pero creo que no vendría de más recordar dos cosas del orgullo 2009:
– Que hay sectores sociales a los que les importa un carajo que el orgullo sea más frívolo o menos frívolo, que tenga más pancartas o más carrozas; simplemente les molesta que se celebre y aprovechan cualquier excusa, sea real o no, para intentar desterrarlo a algún sitio donde no «moleste».
– Que a pesar de que a simple vista las carrozas y las plataformas son más visibles que las pancartas y los manifiestos, el del año pasado y su eslogan, «escuela sin armarios», tocaron más de una llaga
Por tanto, es bueno que se aporten ideas, y celebro la carta de Al en ese sentido, pero sin olvidar que sigue siendo más trascendente de lo que a simple vista pudiera parecer.
Sara: como el tema del orgullo es ya un clásico de las discusiones en Dosmanzanas, el año pasado fui yo el que dije, en «ironic mode» que se celebraba el 4 de julio porque esta fecha es la fiesta nacional norteamericana. No sé si los de la «Acera del frente» copiaron mi idea con un nulo sentido de la ironía, o simplemente, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, cualquier cosa, por peregrina que sea, es buena para ellos para criticar a los colectivos que denominan «oficialistas».
Todas las propuestas de Al me parecen muy sensatas y aprovechables y deberían ser tenidas en cuenta por quienes puedan hacerlo.
Ahora, suscribo al mil por cien el comentario 15 de Crasamet…
Crasamet tampoco me apetece discutir sobre tales organizaciones, ni las críticas a otras que no siempre comparto, ni mucho menos por el día (que sin embargo siempre me ha parecido que deberia celebrarse el 28-J, aunque como me da igual cuando se haga el día y l que cuenta es la reivindicación..), en realidad puse el enlace por lo de las empresas xD
Muy de acuerdo con Al. Igual que COGAN exige referencias a la simbología LGTB también puede pedir colaboración para un cierto orden temático en la decoración de las carrozas. Creo que a todo el mundo le interesa colaborar, incluso a las empresas. A ver si alguien de la organización se pasa por aquí y nos lee.
En cuanto al día, me parece perfecto. Soy de Valencia y sé que el último sábado de Junio tenemos nuestro orgullo, que a la vez convoca mucha gente para la semana siguiente en Madrid.
Muchas gracias a todos por lo rápido que habéis leído y comentado!
Sara, Frantic y Lobo: sobre el mito del ligue: no estoy diciendo que los chavales acudan allí pensando que van a ligar, ni mucho menos que haya que fomentar esa idea. Creo que saben perfectamente que es un «mito» (de ahí la palabra), pero les sirve de «coartada» para acudir (al menos así lo he visto con mis alumnos). Sí pienso que especialmente en el caso de los chavales, lo de menos es porqué acuden allí, y lo más importante es la experiencia de diversidad que se lleven a casa. Para mí la consigna nunca será «o vas a apoyar al colectivo o te quedas en casa», porque hay casos (vuelvo a los adolescentes) que como paso previo al apoyo necesitan una «inmersión» de realidad que desmonte sus prejuicios. ¿Que la fiesta es la «trampa» para que se acerquen a la realidad LGTB? Pues no me parece mal. Al fin y al cabo estaréis de acuerdo en que un alto porcentaje de gays acude también sin ningún ánimo reivindicativo. Pero vamos, tenéis toda la razón en que no ha sido afortunado insinuar (aunque sea en el contexto de una frase ligera) que un tópico sobre los LGTB no deba ser siempre rebatido.
Crasamet: mi crítica al orgullo siempre será constructiva. Me parece plenamente trascendente tal y como es, y sus efectos han sido indiscutibles. Simplemente creo que podemos permitirnos ser perfeccionistas…
Efectivamente los fanáticos de hazteoír, que se recorren cámara en mano la gran vía para hacer las fotos más dañinas, siempre encontrarán material para sus majaderas críticas, y curiosamente son ellos los que más atención prestan a todas las facetas de la celebración. Pero en ningún caso plantearía modificar el orgullo para complacer a esos sectores radicales, por si es lo que has entendido. Una cosa es vencer el prejuicio y el desconocimiento, y otra es vencer el fundamentalismo más descerebrado, eso no me interesa.
Pero en ningún caso plantearía modificar el orgullo para complacer a esos sectores radicales, por si es lo que has entendido.
No, no, Al, no he entendido eso. Sé por tu carta y por los comentarios que sobre el tema has ido dejando aquí desde que entras que en tu caso los tiros no van por ahí, ni muchísimo menos.
Simplemente me parecía oportuno decirlo porque creo que por parte de otros sectores sí es ése el planteamiento, nada más. Creo que no es necesario que me remita otra vez a 2009 para recordar los posicionamientos de cierto colectivo al respecto. Nada que ver contigo, 😉
Gracias por el matiz, Al. Tiene su sentido.
Siempre es mejor asistir para aprender que existimos a no hacerlo.
Uno a veces tiende a olvidar que hay mucha gente para la que seguimos siendo una rara avis.
En cualquier caso reitero lo dicho: excelente reflexión.
Considero también acertado que desde ya empecemos a hablar y debatir el tema: puede ser una buena forma de aportar cosas interesantes.
El orgullo es y probablemente seguirá siendo nuestra mejor arma. ¿Podría ser mejor? Sin duda, todo es mejorable. Pero el que sea mejor lo baso única y exclusivamente en que vaya más gente (no, no hemos tocado techo: las cifras millonarias ya sabemos para qué valen. El día que logremos reunir al 10% de los LGTB de España alguien se dará cuenta de lo que es una manifestación masiva)
Cualquier iniciativa que se tome para que disminuya la afluencia de público al orgullo me parecerá un error. En este caso, para mí es mucho más importante la cantidad que la calidad. En cualquier caso el Orgullo evolucionará a lo que Dios quiera, como todo. Al fin y al cabo la gente hace lo que le da la gana.
En cuanto a los medios de comunicación es lo de siempre: si yo, con mi imagen y mi comportamiento durante el resto del año no recibo mi un solo insulto homófobo, ni una sola mirada reprobatoria ¿me merezco salir en la portada de los periodicos? Sin duda me lo merezco, pero son ellos los que deciden y no yo. Y apuestan por las plumas y las trans: por los que se llevan, se han llevado y se llevarán los palos.
Si yo organizo una charla y van tres personas es cosa mía. Si organizo una charla con un papa noel haciendo striptease y van trescientas también es cosa mía. Que la foto sea la del papa noel es lógico: pero se hablará de mi charla.
¿Dar más peso a la parte cultural? Perfecto. Pero si eso supone ir recitando por un megáfono poemas de Cernuda casi prefiero que siga siendo una fiesta a la que la gente va a pasarlo bien, a beber y a follar. Porque la época de las fiestas pasa pero Cernuda sigue ahí siempre.
¿Dar más peso a la parte reivindicativa? OK, pero ¿quién decide que tiene más o menos peso? Entiendo perfectamente que el público mayoritario acuda a las carrozas con chulazos y chulazas. Somos gays porque nos gustan los hombres y las mujeres, no hay que olvidarlo. Por cada chulazo que sale en el telediario hay cien tíos que descubren su homosexualidad.
¿Explicar el origen del orgullo a millones de bastardos que lo único que han hecho a lo largo de su vida es insultar, despreciar y torcer el gesto? Sé que Al es una persona joven y educada, razonable. Yo ya no. Lo he intentado pero veo que no es ese el camino.
Si alguien no entiende el significado del orgullo, si le molesta el orgullo, simplemente, que le jodan.
Si alguien no entiende el significado del orgullo, si le molesta el orgullo, simplemente, que le jodan. Dijo Elputojacktwist, plas, plas, plas….. Eso es el Orgullo para esa panda de mamarrachos/as, un taconazo en plena frente y una patada en los genitales. Pues…. que sigan tragando nuestra película ORGULLO y TRONÍO. Y tal como manifiesta Al, que tiene unas propuestas la mar de interesantes, claro que se puede mejorar el Orgullo, todo es mejorable. Creo que con voluntad y bastante curro se puede ir diversificando aún más.
Jack, qué negativo empiezas el año 🙂
Cualquier iniciativa que se tome para que disminuya la afluencia de público al orgullo me parecerá un error.
¡Totalmente de acuerdo! Así lo dije, si algo funciona, no lo toques. Las intención de mis ideas, y de las que me gustaría que surgieran, es añadir, no quitar. Si alguna de ellas fuera a restar público o a hacer más aburrido el desfile, yo mismo las desestimaría.
¿Dar más peso a la parte cultural? Perfecto. Pero si eso supone ir recitando por un megáfono poemas de Cernuda casi prefiero que siga siendo una fiesta a la que la gente va a pasarlo bien, a beber y a follar.
La parte cultural no procede el día de la fiesta: le corresponde al festival Visible, que debería hacerse (valga la redundancia) más visible (publicitado) y sobre todo más atractivo.
¿Dar más peso a la parte reivindicativa? OK, pero ¿quién decide que tiene más o menos peso? Entiendo perfectamente que el público mayoritario acuda a las carrozas con chulazos y chulazas.
Pues precisamente por eso: ¿cómo se fijará más la gente en las pancartas y comunicaciones de las asociaciones regionales? ¿Si van de «teloneros» abriendo la marcha, o si van montados en las carrozas junto a los chulazos?
¿Explicar el origen del orgullo a millones de bastardos que lo único que han hecho a lo largo de su vida es insultar, despreciar y torcer el gesto? Lo he intentado pero veo que no es ese el camino.
No todo el mundo es así, hombre. Si no creemos un poco en la gente, ¿para qué molestarse en hacer nada? Yo no soy un «optimista antropológico», pero sí pienso que nuestro problema en concreto se basa mucho en desinformación y en prejuicios adquiridos, y eso es fácil de solucionar. La explicación, por cierto, le vendría estupendamente a los propios LGTB.
Si alguien no entiende el significado del orgullo, o si le molesta el orgullo, simplemente, que le jodan.
De acuerdo con lo segundo, pero no con lo primero 🙂 La educación y la información me parecen primordiales. Y si luego siguen torciendo el gesto, pues qué le vamos a hacer, pero lo habremos intentado.
Matizo esto último, Al, y, en parte, doy la razón al Puto Jack. Soy ya lo bastante mayor como para distinguir con una cierta precisión a quienes no saben porque no han tenido (o buscado) ocasión de aprender, de quienes no saben porque prefieren conservar la osadía de la ignorancia. Con los primeros, no me importa tomarme el tiempo necesario para explicárselo. A los segundos, sinceramente, ni agua.
Ya, pero el orgullo es muy grande, y habla para todos. No dejemos que los intolerantes (por numerosos que sean) nos quiten las ganas de luchar.
bueno, no es ser negativo. Este va a ser mi año «que le jodan», pero lo veo como un avance.
vamos, que
– si el teleespectador medio no entiende la trama de Perdidos, que le jodan
– si el cineespectador medio se aburre con Déjame entrar, que le jodan
– si el lector medio no pasa de trilogías suecas, que le jodan
– si el estudiante medio no entiende a Turing, que le jodan
– si el españolito medio no entiende el orgullo, que le jodan
¡si se hicieran las cosas pensando en lo que los demás van o no van a entender, andaríamos yo no sé ya por donde!
Yo desde luego estoy mayor para ir dando por ahí explicaciones de nada 🙂
(Al: de todas formas, todo ha sido por darte un poquito de caña, que estaba aburridillo en el curro y seguro que llevas 100% de razón)
Jeje no hombre si yo no pretendo llevar razón. Esa postura que planteas (y que entiendo perfectamente, que conste) solía surgir en los debates que teníamos por aquí sobre el tema 🙂
Pero precisamente por eso esta vez mi idea era centrarme en propuestas concretas que no entorpezcan ni «traicionen» a quienes apoyan 100% el orgullo actual, pero a la vez puedan contribuir a su «función» activista.
jack: «Sé que Al es una persona joven y educada, razonable. Yo ya no. Lo he intentado pero veo que no es ese el camino«.
No seas coqueto con lo primero. 🙂
En cuanto al camino, no sé adónde nos lleva un «que los jodan», especialmente si es la única estrategia.
Quizá parte del problema esté en que el Orgullo ocupa un papel tan central que todos quieren ver colmadas sus aspiraciones en él. Por eso me gusta la idea de que el Orgullo, cuanto más grande, mejor; y los perfeccionamientos, lo que le falta, los recitales de poemas, los pases de Perdidos, etc., alrededor.
digamos que me he puesto en la piel de una mujer transexual borracha, negra y prostituta que va al orgullo porque quiere enseñar sus tetas en la portada de El País.
Y por más cultura, más educación, más historias sobre Judy Garland y el Stonewall Inn, más intentar hacer tragable lo que no tiene por qué serlo, he pensado que yo seguiría siendo una mujer transexual borracha, negra y prostituta que va al orgullo porque quiere enseñar sus tetas en la portada de El País.
Y al que no le guste… pues eso. 🙂
Yo no he entendido que se trata de tapar nada ni de excluir a nadie.
PUTOOOOO: ¡¡¡Me encanta leerte así!!!
Es más (y lo digo totalmente en serio) creo que habría que hacer algo para conseguir que tu comentario #23 fuese el Manifiesto del Orgullo de este año.
Por lo de pronto yo ya lo tengo impreso en el cabecero de mi cama.
Si en DM se dicen cosas lúcidas e interesantes creo que esa ha sido una de las que más.
Miles de gracias por regalarnos esas palabras.
Y miles de abrazos.
jejeje, como te pasas. gracias 🙂
Pues si el comentario 23 es bueno, el 32 es ya para quitarse el sombrero.
Aunque esté sin avatar.
mi avatar !!
Bueno, yo desde luego no lo veo en absoluto así. Quizá dentro de unos pocos años entre en la dinámica del «que les jodan». De momento esa actitud la reservo para los radicales de hazteoir y similares. Pero sólo para ellos.
En cuanto al 32… Pues no sé qué tiene que ver una cosa con la otra… No es incompatible que cada uno haga lo que le dé la gana con que se diversifique la propuesta del orgullo. Precisamente yo insistía en la carta en que sería indigno excluír gente de la celebración. Por tanto no entiendo porqué tu mujer-negra-transexual-prostituta debería preocuparse 🙂
Al: que tu carta también me ha gustado muchooooo.
…y tu avatar desde el primer día que lo pusiste me encanta 😉
mi mujer transexual prostitura negra y borracha no se preocupa de nada: ella seguirá yando a enseñar sus tetas en el orgullo mientras no se lo prohiban porra en mano y ni aun así 🙂
Las mujeres transexuales que iniciaron las protestas de Stonewall no sabían quien era Oscar Wilde ni Proust ni Cernuda ni Whitman: protestaron porque las echaban de un bar al que iban a ligar.
«Con un poco de azucar es la píldora que os dan», para que se trague mejor, decía Mary Poppins
Mi mujer transexual es un pildorón sin azúcar y se lo tragarán quieran o no quieran (y saldrá en las portadas de El País antes que la «asociación por las correctas maneras de vestir y comportarse en el Orgullo»)
Al, de todas formas, he de advertir que todo esto no es un contra tu carta: es contra determinadas conclusiones simplistas que algunos podrían extraer de tu carta. 😉
Ya Jack, si eso es lo que me preocupa, que de mi carta pueda desprenderse algo de censura o silenciamiento de nadie que acuda a la fiesta, cuando precisamente eso es parte de lo que intentaba criticar a propósito de un par de comunicados de colegas.
pues nada, aclarado todo 🙂
Sería como pedirle amablemente al Rey negro de Oriente que se retire y ceda su lugar a un blanco, por ser más correcto para algunos.
Muy buena comparación Al, esta me la apunto.
Putojack ha captado el espíritu del orgullo. No se trata de ir mendigando tolerancia, se trata de provocar una reacción, de que no nos ignoren, de que la sociedad sea consciente de que nos tiene en medio de la calle con toda nuestra diversidad. Ya hemos hablado aquí de cómo estas manifestaciones las inició la sociedad Mattachine en EE.UU. vestidos con traje (ellos) y con faldas (ellas), aunque su intención era buena, la estrategia fracasó. Primero porque es humillante tener que vestirte tal y como quieren los que rechazan que «se te note» y segundo porque los homófobos estaban encantados de que las lesbianas y gays fuesen invisibles (tanto que nadie se inmutó cuando el senador McCarthy los persiguió).
El caso es que es compatible mezclar la diversión con la reivindicación. Me dijeron que en el orgullo de Berlín hay carrozas con música pero también tienen pancartas, gente disfrazada de políticos, etc. Cuando me lo contaron me pareció una idea tan buena que hace unos años me puse una careta de Aznar. Me hicieron un montón de fotos, pero solo salí en este blog.
Las penas del agente Smith
jesús, Turbio, qué horror 🙂
Bueno, con esto se enriquece el primer punto de la propuesta de Al: explicar el origen *y el espíritu* del Orgullo, no sólo por culturizar, sino para evitar exclusiones y para mantener de ese modo su carácter reivindicativo.
Dr_Tubio lo siento pero sales muy feo xDDD me encantan las camisetas que llevan unas chicas en una de las fotos, porque es exactamente mi pensamiento, «yo no me caso, pero el derecho me lo das».
Por lo demas, creo que ya está todo dicho, hay que armar jaleo sí, y que enseñen las tetas, el tanga y todo lo que quieran los que quieran, pero tambien hay que reivindicar y luchar por informar y educar para que la sociedad pierda los prejuicios, sin caer nunca jamas en el mendigueo, sin caer en lo políticamente correcto para que nos acepten, es más, sin caer nunca jamas en el error de querer que nos acepten, yo no he aceptado a nadie, simplemente he respetado.
Si con la información, la visibilidad y todo lo demas hay quienes siguen sin entender, QUE LES JODAN, pero ahí entra el factor reivindicación, para que no nos acaben jodiendo a nosotros, a muchos homófobos (y no me refiero precisamente al homofobo de a pie si no a los que están detras de ciertos medios u organismos) les interesa que la fiesta no tenga reivindicación alguna, así, sera solo un día, un negocio incluso, un día de fiesta pero que todo siga como antes, nos intentan amuermar, sólo no debemos caer en esos errores, no se trata de que el orgullo deje de tener maromos, o trans en tetas, o disfraces extravagantes, o fiesta en sí, la debe seguir teniendo, pero tambien debemos luchar por nuestros derechos y ese día debe ser el escaparate para pedirlos a la vez que nos divertimos