Fundación Triángulo celebra la aprobación del matrimonio en Portugal y felicita a los activistas LGTB lusos por su trabajo
Hoy es un día histórico para Portugal, que ha visto como la Asamblea de la República acogía por segunda vez en su historia un debate sobre la posibilidad de que lesbianas y gays puedan contraer matrimonio, con lo que ello supone de avance en derechos y libertades para la población LGBT del país vecino, que pasaría así a ser el octavo país del mundo que reconoce este derecho.
Tras mas de tres horas de debate, el parlamento portugués aprobó la propuesta presentada por el gobierno del PS, que permitirá que gays y lesbianas puedan tener reconocido este derecho, aunque elimina para estar parejas la posibilidad de adopción conjunta.
La misma sesión parlamentaria rechazó la propuesta presentada por el Bloque de Izquierdas, que si suponía también la posibilidad de adopción homoparental, y la propuesta del PSD de realizar un referendum para debatir si aprobar o no el matrimonio para homosexuales.
Tres activistas de Triángulo estuvieron presentes en la sesión, acompañando al casi centenar de activistas LGBT portugueses presentes en la Asamblea para la ocasión, siendo testigos de un agitado debate parlamentario que, a diferencia de lo que ocurrió en la experiencia española contó con un gran nivel de libertad de voto en todos los grupos parlamentarios.
Este es sin duda un momento histórico, en especial para los gays y lesbianas que llevan décadas trabajando por lograr que en Portugal todas las personas puedan vivir en plena igualdad, sea cual sea su identidad u orientación sexual, por lo que desde Fundación Triángulo queremos felicitar expresamente a los compañeros y compañeras de las organizaciones LGBT portuguesas, por todo el buen trabajo que han hecho, hacen y harán, porque quedan muchos asuntos por trabajar aun en adelante, entre ellos la adopción, cuya no inclusión en la propuesta aprobada permite que a partir de ahora puedan coexistir matrimonios a los que se reconozca la posibilidad de ser padres con otros a los que no se les reconozca esta opción, máxime cuando hablamos de un país cuya constitución reconoce de manera expresa la no discriminación para la población LGBT.
Pero ahora es momento de celebrar el tremendo avance logrado.