La FELGTB se suma a la conmemoración del Día del Holocausto
La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales quiere recordar y honrar, un año más, y en el Día del Holocausto, la memoria de las millones de personas que murieron a causa de la ideología nazi. A los seis millones de judíos que murieron en campos de concentración se suman otros cientos de miles condenados por su origen étnico, creencias políticas, creencias religiosas u orientación sexual e identidad de género.
Los nazis condenaron a cerca de 350.000 homosexuales y transexuales, porque entre sus obsesiones estaba la de exterminar la diversidad afectivo-sexual, con leyes que penalizaban la homosexualidad. Quienes sobrevivieron a los campos de concentración nazi fueron encarcelados por el nuevo régimen.
“La falta de humanidad ha sido históricamente común cuando se hablaba de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales”, ha recordado Antonio Poveda, presidente de la FELGTB, “y lo que es peor: sigue siéndolo porque aún hay más de 70 países donde se castiga a las personas LGTB con cárcel, y en 9 con pena de muerte, y preocupantemente hay países como Uganda que pretenden reforzar sus condenas”.
Poveda ha remarcado que “tener memoria histórica nos sirve para mantener viva nuestra lucha y la esperanza del cambio, necesario entonces en Alemania, y necesario ahora en tantos puntos del planeta”.
Bravo a la FELGTB por recordar estos hechos.
Más o menos fuera de tema:
Cuando fui a ver el museo del ejército en Madrid, me indignaron las últimas salas dedicadas a ensalzar al generalísimo Franco y olvidando la gran contribución de los republicanos españoles en la II Guerra Mundial. Pero en la última sala fue demasiado, había una vitrina con uniformes del Tercer Imperio (Reich) de los voluntarios de la «División Azul». En ningún momento se contextualizaba, tampoco se hacía referencia a los españoles asesinados en los campos de concentración que estos tipos defendieron, simplemente se les glorificaba.
Ahora ese museo se está trasladando al Alcázar de Toledo y se están eliminando o situando en su contexto estos elementos antidemocráticos. Pero a periódicos como «La Razón», que constantemente llama «antisemita» a la izquierda, no les hace mucha gracia y se rasgan las vestiduras en sus editoriales.
Fui a ver ese museo cuando Aznar era presidente del gobierno. Felipe González no se atrevió a «menear» ese tema, pero Aznar sí hubiese podido eliminar esta vergüenza, tenía a toda la derecha (ultra o no) comiendo de su mano; todos sabían que fue falangista en su juventud. Pero no lo hizo. Tampoco cambió el nombre del pueblo donde veraneaba y realizaba actos de partido, Quintanilla de Onésimo (por el antisemita Onésimo Redondo) a su nombre original : Quintanilla de Abajo.
Pues bien este tipo recibió de la fundación judía estadounidense «Llamamiento a la Conciencia» el premio «Estadista Mundial» :-O y fue nombrado doctor honoris causa por la universidad Bar Ilan de Israel.