No pudo ser. A última hora, las autoridades han impedido la celebración del primer certamen de Mister Gay China, del que habíamos informado en días pasados. La Policía se ha presentado en el local en el que un jurado iba a decidir cual de los ocho jóvenes finalistas debía representar a China en el certamen de Mister Gay Mundo -que se celebrará próximamente en Noruega- y ha prohibido el acto con el argumento de que no contaba con las autorizaciones necesarias.
No se trata, desgraciadamente, de una sorpresa. El propio organizador del evento, Ben Zhang -fundador de la web LGTB china Gayographic.com– había avisado desde el principio de la necesidad de limitar el alcance mediático del acto, sobre todo en los medios de comunicación en lengua china. Precisamente hace sólo dos días informábamos de como los medios oficiales chinos, pero en lengua inglesa, se hacían eco de una boda gay (aunque sin validez legal).
Finalmente, los temores de Zhang se han visto confirmados, y las autoridades chinas, que poco a poco permiten una mayor apertura hacia la homosexualidad pero abortan cualquier conato de «visibilidad excesiva», han acabado por dar al traste con las ilusiones de los participantes.
Y China será o es ya la próxima potencia mundial ¡Qué Dios nos pille confesados!