Los conservadores británicos extienden a las parejas homosexuales unidas civilmente sus prometidas rebajas fiscales a los matrimonios

Con el objeto de atraerse al disputado electorado LGTB británico, David Cameron, líder del Partido Conservador y favorito para ganar las próximas elecciones, se ha comprometido a que los beneficios fiscales que planea conceder a los matrimonios se aplicarán también a las uniones civiles entre personas del mismo sexo. El hecho de que el Reino Unido no permita contraer matrimonio a gays y lesbianas, que deben acogerse a una figura jurídica distinta -el Partnership– obliga a los políticos británicos a aclarar este tipo de detalles.
 
Lo cierto es que los tres principales partidos en liza (laboristas, conservadores y liberal-democratas) cortejan al electorado LGTB. Sin duda, los que han apostado más fuerte han sido los liberal-demócratas, que hace pocos días prometieron el reconocimiento del matrimonio y un ambicioso programa de lucha contra la homofobia en el ámbito educativo, incluyendo a los colegios religiosos.
 
La promesa conservadora de rebajas fiscales a las parejas casadas y unidas civilmente ha despertado de todas formas fuertes críticas por parte de los laboristas, que consideran que la medida discrimina a las personas no casadas, no unidas civilmente, o simplemente separadas. Otros opinan que la medida puede contribuir a que parejas que de otro modo se separarían sigan legalmente casadas por un interés económico.