Un británico detenido en 1959 por sodomía sigue sometido a obligaciones legales derivadas de aquel antecedente
Una historia que sucede en Gran Bretaña, pero que nos recuerda acontecimientos ocurridos en nuestro propio país. A sus 70 años, John Crawford lucha para que desaparezcan por completo las barreras legales impuestas por sus antecedentes policiales por sodomía, fruto de una detención cuando contaba con 19 años.
Crawford fue detenido en 1959 por mantener relaciones homosexuales, algo que por entonces era ilegal en el Reino Unido. Confesó sólo tras tres semanas de torturas por parte de la Policía, que incluyeron deprivación de sueño y palizas diarias. “Querían que admitiera que era un ‘jodido maricón’, y yo me negaba”, cuenta. 51 años después de aquello, su ficha, en la que constaba el antecedente por “sodomía”, ha continuado registrada en los archivos policiales británicos hasta hace un mes, cuando “de forma excepcional” la Policía accedió a limpiar su expediente para evitar un juicio.
Sin embargo, Crawford, que dedica su tiempo a trabajar como voluntario en el campo de la asistencia social, todavía está obligado a mencionar la existencia de estos antecedentes al solicitar el acceso a este tipo de trabajos en los que se está en contacto con colectivos vulnerables. En este caso concreto, la legislación británica establece una excepción para los antecedentes de índole sexual, que deben ser comunicados en cualquier caso por el solicitante aunque hayan desaparecido de su ficha policial. Los abogados de Crawford ya han comunicado al Gobierno británico que, o corrige este anacronismo legal, o llevará el caso ante los tribunales.
La historia de Crawford no es la única. Una organización LGTB, Galop, ofrece ayuda a todos los hombres homosexuales que desean ver eliminados sus antecedentes policiales en el Reino Unido.