Una transexual, primera mujer en formar parte de la principal organización masónica francesa
Interesante entrevista la que publica hoy el diario Público a Olivia Chaumont, la primera mujer en formar parte de la principal organización masónica de Francia, el Gran Oriente de Francia (GODF), hasta ahora vetada a las mujeres. Chaumont, de hecho, ingresó oficialmente con hombre. Sin embargo es una mujer transexual, y tras su proceso de reasignación la organización ha decidido mantenerla como miembro.
«A lo largo de la historia del GODF, varios grupos de hermanos reclamaron que se admitiera a mujeres. Esas peticiones se desarrollaban en un proceso democrático y eran rechazadas en las votaciones. Yo he vivido mi vida de francmasón como hombre durante décadas. Después empezó mi itinerario transexual. Llegado el momento, tuve que contárselo a mis hermanos, informarles de que iban a tener una hermana. Y en ese momento, mi circunstancia personal vino a chocar con la evolución del Gran Oriente. Decidieron reconocerme, oficialmente, como hermana. El resultado hoy es que el Gran Oriente, tras más de 250 años de masculinidad, ya es una sociedad mixta. ¡Soy una hermana entre 50.000 hermanos!», cuenta. Eso sí, Chaumont reconoce que «a algunos, es verdad, les sentó como un mazazo en la cabeza».
Una presencia que obligará a la organización francesa a replantear su posición sobre la admisión de otras mujeres. » Yo estoy por un Gran Oriente mixto, pero al mismo tiempo no quiero convertirme en símbolo. Rechazo ser instrumentalizada. Próximamente va a haber votaciones sobre esa cuestión. Mi experiencia puede tener influencia. Puede ser positiva o reforzar a quienes se oponen a la presencia de mujeres», expresa Chaumont.
Más allá de los aspectos relacionados con su filiación masónica, Chaumont reconoce que la transexualidad sigue siendo tabú en Francia. «Le puedo decir que España es aplaudida y vista como un ejemplo por nuestros colectivos en Francia, por su marco legal avanzado», explica. Se muestra, eso sí, contenta por la reciente decisión de las autoridades sanitarias francesas de excluir a la transexualidad de su lista de enfermedades crónicas, «aunque debemos vigilar que no nos supriman la cobertura de tratamientos a través de la seguridad social», advierte.
Espero que no suene a tránsfobo, pero una organización tan misógina como esa tan sólo ha admitido a una mujer porque durante años fue un hombre que estaba dentro de las filas, y seguro que lo seguiran considerando un hombre muchos de ellos. Aplicaran lo que el chiste machista y sin gracia: «donde están las mujeres inteligentes? Entre las trans»: