El Gobierno conservador de Canadá elimina las referencias a los derechos de gays y lesbianas en su Guía para inmigrantes
Según indican diversas fuentes, el ministro de Inmigración de Canadá, el conservador Jason Kenney, habría ordenado suprimir varias referencias a la homosexualidad en la nueva edición de la Guía para inmigrantes que optan a la ciudadanía canadiense (la anterior databa de 1995). Kenney ha negado, sin embargo, ser el responsable de la decisión.
El borrador de la Guía, una publicación de 63 páginas que sirve a las autoridades canadienses para que los inmigrantes conozcan el país del que quieren ser ciudadanos, expresaba, en su capítulo dedicado a la descripción del Canadá actual, que «la homosexualidad fue despenalizada en 1969, y más recientemente, el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio civil fue legalizado en todo el país en 2005».
En el capítulo de derechos civiles, la Guía expresaba que «los canadienses están protegidos contra la discriminación basada en la raza, sexo, origen nacional, religión, orientación sexual o edad».
Estas referencias a la homosexualidad, matrimonio entre personas del mismo sexo y orientación sexual han sido eliminadas por el ministerio. Al trascender lo sucedido, el parlamentario gay Bill Siksay (del New Democratic Party, socialdemócrata) ha exigido a Kenney que pida disculpas a gays y lesbianas por excluirlos del modelo de sociedad que el Gobierno quiere que la población inmigrante asuma como propio. «Tenemos que mantenernos vigilantes, no creo que gays y lesbianas podamos bajar la guardia», ha advertido Siksay, que además de parlamentario abiertamente gay es miembro activo de la United Church of Canada, una iglesia inclusiva de la que estuvo a punto de ser pastor y segunda confesión cristiana de Canadá después del catolicismo.
Al ser preguntado sobre el asunto, Kenney ha negado escuetamente haber ordenado la supresión de las referencias. Según un portavoz, la decisión habría sido tomada a un nivel inferior. El portavoz ha restado además importancia al asunto alegando que la Guía para inmigrantes «no puede ser enciclopédica».
La insistencia de los políticos de signo conservador en la importancia de que la población inmigrante respete los valores de los países de acogida es un denominador común a ambos lados del Atlántico. Parece, sin embargo, que no todos ellos consideran que el respeto a la igualdad jurídica de gays y lesbianas sea uno de esos valores a proteger…
Su estrategia es clara; como ya no pueden engañar a las personas que son de dicho país, como ya no se tragan fácilmente sus verborreas homofóbicas tratan de apostarle a la inmigración para volver a imponer, poco a poco, su agenda. Tratan de dar a personas provenientes de otros países una visión parcial o completamente distorsionada del país al cual desean acceder, con el objetivo de irlos engañando, poco a poco, para obtener el poder que han perdido.
Se vió en California con la Proposición 8, por ejemplo. Ojalá que el contenido de las guías se restablezca tal cual (el argumento de que «no es una enciclopedia» es estúpido; digo, no se está profundizando sobre el asunto ¿o sí?) Nunca debemos bajar la guardia, es cierto, porque el día que nos quedemos dormidos…
Efectivamente no se puede bajar la guardia, los derechones y los homófobos siempre estarán ahí, noticas como ésta lo ponen en evidencia.
Un ejemplo perfecto de que sea aquí o allí, las fuerzas conservadoras están al acecho para hacer cualquier cosa que pueda restringir nuestra libertad y derechos o, si no pueden ir tan lejos, al menos volvernos de nuevo invisibles. Ojo.