Manifiesto por el Día Internacional de la Mujeres
La comunidad de cristianas y cristianos de Madrid Homosexuales LGTB CRISMHOM se une a las celebraciones y reivindicaciones del 8 de marzo. Pocos avances han sido más decisivos que la igualdad de oportunidades entre mujeres y varones. Es un trabajo que encuentra muchas oposiciones dentro de una mentalidad patriarcal en la que todas las personas hemos sido educadas y que se hace presente en tantas actitudes, muchas veces inconscientes, que nos sorprenden incluso a quienes más compromiso tienen por la Igualdad. Con todo, la igualdad entre mujeres y hombres beneficia a todas las personas, sea cual sea su sexo, pues nos lleva a un mundo más justo donde las relaciones no estén viciadas por el ansia de dominio, donde las mujeres se vean libres de la idea de estar subordinadas y los varones dejen atrás el imperativo de conformarse a un patrón de «auténtica masculinidad» que en realidad los empobrece y aprisiona. No podemos olvidar tampoco que ha sido lo alcanzado por el movimiento feminista lo que ha permitido el avance en los derechos para las personas LGTB, al denunciar como falsas las razones para discriminar a quienes no encajamos en determinados patrones de masculinidad y feminidad. Como cristianos y cristianas, finalmente, no podemos olvidar a Jesús de Nazaret, quien trató a las mujeres como iguales; no podemos olvidar el papel dirigente de tantas mujeres en las primeras comunidades cristianas y no puede dejar de dolernos el actual postergamiento de la mujer dentro de tantas iglesias, especialmente dentro de la Iglesia Católica, que tantas personas en Crismhom tenemos como nuestra.
Desde CRISMHOM hacemos nuestra la lucha de tantas mujeres homosexuales, bisexuales, transexuales y heterosexuales que han llegado incluso a arriesgar su vida por defender su libertad y la de tantas congéneres, a las cuales admiramos y mostramos nuestro profundo respeto y solidaridad. Nos unimos a la oración y reivindicación de las mujeres que viven bajo el yugo del maltrato, de la explotación sexual, de la pobreza, de la discriminación racial, laboral y social; nos unimos en la oración de y por las mujeres que son discriminadas por su orientación sexual o su identidad de género.
Por lo tanto, desde CRISMHOM, desde nuestra fe y convicciones, DENUNCIAMOS:
-Toda preponderancia de estructuras patriarcales que subyugan a la mujer a un mero papel de esclava del varón;
-Que algunas religiones relegan a la mujer a un segundo plano, exonerándola de todo derecho, eliminando cualquier vestigio de dignidad y basan sus argumentos en vagas disquisiciones que no tienen una base teológica sólida. Que incluso marginan tanto a la mujer que imponen estilos de vestir y comportamientos totalmente denigrantes y que anulan su personalidad;
-La situación de muchas mujeres, en gran proporción inmigrantes, que sufren violencia de género a manos de sus parejas masculinas, y que no se atreven a denunciar por la falta de medios a su alcance para hacerlo;
-La dificultad existente para las mujeres de cara a acceder a puestos de mayor responsabilidad en empresas, la mayoría privadas, sólo por el hecho de serlo y por la posibilidad de que puedan ejercer su derecho a ser madres, derecho este que de ser llevado a la práctica implica en muchos casos el despido encubierto; además, la injusta realidad de que las mujeres cobren menos en puestos de la misma responsabilidad es una práctica, por desgracia, demasiado extendida;
-La escasez de medidas de apoyo a mujeres sin recursos que se quedan embarazadas y que no tienen medios para sustentar a la vida que nace;
-La continua permisividad en determinados países asiáticos en los que se obliga a las mujeres a abortar si la criatura que llevan en su vientre es una niña, o la ablación que sufren las niñas en países de África;
-El lenguaje machista que es producto de culturas que no han tenido respeto por la igualdad de sexos y la dignidad de las mujeres heterosexuales, lesbianas y transexuales;
-La situación de muchas mujeres en países de África, América y Asia en los que sencillamente son consideradas inferiores por el hecho de no ser hombres;
-La doble discriminación que sufren las mujeres lesbianas;
-El rechazo a las mujeres transexuales o transgénero, que no son respetadas por el desconocimiento de su realidad;
-Que muchas mujeres son todavía vendidas como esclavas o como esposas, y que millones de ellas no tienen derecho a decidir con quién se quieren casar y formar una familia;
-Que muchas mujeres son engañadas para ser explotadas como meros juguetes sexuales, anulándolas como personas y mancillando su dignidad.
Como Cristianas y Cristianos que seguimos a Cristo, que trató a la mujer con igual dignidad que al varón, y que nos enseña que todas y todos, mujeres y hombres son nuestras hermanas y hermanos, PEDIMOS:
–A los gobiernos:
-Que establezcan políticas reales de igualdad en todos los ámbitos laborales, sobre todo en el campo salarial;
-Que se desarrollen políticas educativas que enseñen y promuevan el respeto por la dignidad humana y su diversidad en todos los aspectos: raza, sexo, orientación sexual, creencias religiosas, identidad de género y libertad de pensamiento;
-Que se lleven a cabo planes sociales para evitar la violencia de género, la pobreza, la desprotección y eviten situaciones trágicas para tantas mujeres heterosexuales, lesbianas y transexuales;
-Que se lleven a cabo planes sociales para evitar la violencia de género, la pobreza, la desprotección, la explotación, y cuantas situaciones se deriven del abuso sobre la mujer LTBH en el mundo;
-Que se establezcan políticas de protección y concienciación de las mujeres de países menos desarrollados que sufren por estar bajo gobiernos totalitarios y regímenes patriarcales que denigran al sexo femenino y que no las equipara al nivel de los hombres, lo que las conduce a no ser tratadas como personas. Las mujeres deben ser las primeras en saber que son iguales y no debería haber ningún sistema que así actúe;
–A las empresas:
-Que establezcan políticas salariales igualitarias y que no prohíban a las mujeres homosexuales, transexuales y heterosexuales poder compaginar su trabajo con su vida familiar y la posibilidad de que puedan traer nuevas vidas al mundo;
-Que se comprometan a racionalizar los horarios para que tanto hombres como mujeres puedan conciliar vida familiar y laboral;
-Que introduzcan en sus protocolos de actuación la erradicación de situaciones de acoso sexual y moral, del que muchas mujeres son víctimas;
–A las instituciones religiosas:
-Que no subyuguen a la mujer respecto al varón y que reconozcan que ambos sexos son iguales en derechos y potencialidades;
-En el ámbito cristiano, pedimos a la Iglesia Católica que equipare a la mujer y al varón en derechos y deberes y que permita que los sacerdotes sean de ambos sexos, ya que ello no menoscaba la obra de Dios, sino que la enriquece;
-Que ser mujer no sea excusa para discriminarla y relegarla a tareas de servidumbre y actitudes de sumisión hacia el hombre;
-Reconocer que la Mujer en la Iglesia tiene mucho que aportar, y que su riqueza es bendición de Dios.
–A los hombres:
-Que reconozcamos de manera efectiva que hombre y mujer han sido creados por Dios a imagen y semejanza suya, que son por tanto parte de la Creación, y como tales, un tesoro que hemos de cuidar;
-Que no tenemos ningún derecho a denigrarlas, sino que nuestro deber es respetarlas y ayudarnos mutuamente para construir un mundo mejor y hacer realidad la obra de Dios;
-Que ninguna mujer sea marginada por razón de su orientación sexual o identidad de género.