«Aída» incorpora una trama de amor gay adolescente
La exitosa comedia televisiva «Aída», sin duda la serie más popular de la televisión española, incorpora una nueva trama de amor gay en su nueva temporada…
El culto, refinado y femenino Fidel (Eduardo Casanova) da clases particulares a un nuevo personaje, un chico de su edad que encarna el actor Bernabé Fernández, ya conocido por el público homosexual por haber caracterizado en la famosa “Al Salir de Clase” a Rubén, el novio de Santi, personaje representado por Alejo Sauras a finales de los 90.
Marcial, que así se llama el alumno de Fidel, es un chico obsesionado por el toreo, que se dedica en cuerpo y alma a ser novillero, por lo que sus estudios flojean. En las clases surge la chispa y comienza una relación que Marcial exige que ha de ser oculta debido a que si no no podría triunfar en el mundo del toreo, al ser tan machista y homófobo. Esta relación «en el armario» llevará a situaciones comprometidas con la gente del barrio que la serie, como comedia que es, tratará en clave de enredo.
Mejor no comento.
Pues yo sí:
¡Madre mía lo que ha mejorado el Bernabé! ¡No me lo puedo creer!
Pero pongámonos algo serias: el discurso de representación de «la homosexualidad» en este país ha cambiado… un poquito. Veamos por qué:
El personaje «mariquita», simpático, afeminado y, para más señas, asexuado ha ido dando paso a otro que, sin dejar de caer bien a la mirada estigmatizadora de la heteronormatividad, al menos ha habido de todo: Fidel, de Aída, con su sempiterna y tópica delicadeza, pero que ha dejado en evidencia en la mayoría de capítulos la torpeza e incultura del españolito medio que suele representar el resto de personajes, David (guapo hasta decir ¡basta, hazme tuya!) y Fer (demasiado políticamente correcta), en Física y Química, que sin ser paradigmas de nada y estar también muy asexuados (besitos, caricias y nada más, casi igual que en la ahora añeja «Al salir de clase»), al menos no se esconden.
Claro que hay mucho que matizar, porque los medios aún se muestran esquizoides en mostrar, valga la redundancia, a parejas nucleares, heterísimas, con niño-niña, en suma: normalísimas (con su aburrido discurso en sentido connotativo).
La «homosexualidad» aún se muestra desde una evidente jerarquización: te muestrarás pero no te besarás apasionadamente, tendrás «compañero»(porque «novio» es para la legítima pareja hetera) pero no le meterás mano descarada y descarnadamente, tendrás pluma pero nunca serás antipática…
Y aún no sé qué ocurre con las lesbianas en las series, salvo contadísimas y sospechosamente dirigidas al consumo hetero-masculino, excepciones como la de «Hospital Central».
En fin, lo dejo aquí, de momento, pues tengo que insertarme las prótesis para irme a estudiar a la biblioteca y romper el silencio de la sala gracias a mis postizas virtudes con alaridos de admiración.
Aida es una serie de comedia llevada al límite. Fidel no representa ni normaliza la causa LGTB, pues su personaje es de lo mas irreal y estupido que he visto en tv, en verdad lo que se hace en esta serie no es serio. En antena3 David y Fer de Fisica o Quimica si que son mas reales que el circo de Aida.
Bueno Pústula. Tanto como asexuados Fer y David, no creo.
Si, tienen mucho mas tiempo en pantalla las relaciones de los demás, pero ha habido alguna que otra escena entre estos dos.
Sobre Fidel, pues bueno, representa al colectivo gay en la misma medida que el dueño del bar representa al colectivo de dueños de bares, aida al de fregonas, etc.
Si para algunos fidel es la única forma de representacion del mundo gay, problema suyo. Hay mas ejemplos en televisión.
Pustula, yo no diría que están asexuados David y Fer. Hombre no han salido en plan a ver quien da y quien toma o haciendo un 69 ( ¡¡Bajo unas mantas quiero decir ¿eh?!!), pero morreos, escapadas juntos a los baños para uno rapidito (lo que le costó a Fer no poder vender los espermatozoides en un capítulo), los dos juntos en la cama a pecho lobo y quejas de los demás en la excursión en la que se quedó Paula embarazada, de que eran los únicos que iban a polvo hecho, pues todo eso ha salido. ¿Se nota que la sigo?
Ya te digo que les ha faltado muy poco para igualar a los compis, pero hombre, que tenemos muy poca memoria histórica, que aún me acuerdo del primer morreo adolescente que fue en «Dawson crece», y no ha pasado tanto tiempo.
Además se les ve siempre calientes (como tienen que estar a su edad por otra parte), baste el megamorreo que le dio Fer al actor en el corto aquel que rodaron y que sirvió para que David le pusiera los cuernos con el psicópata ese.
Ya hubiera querido yo a su edad ver estas cosas en la tele, y Franco ya llevaba muerto bastantes añitos cuando yo tenía la edad de esos dos. ¡¡Que lo queremos todo de pronto joé!!
Queridas amigas:
Gracias por salir al paso de mi comentario. Pero matizo:
Cuando quiero decir que David y Fer están algo asexuados me refiero a que, y efectivamente os habéis dado cuenta, no tienen una cuota de pantalla ni, reconocedlo, escenas subiditas (las ha habido, pero más en la 3ª temporada que, lamentablemente, en la 4ª. Y eso que ya salió del armario David) que sus equivalentes heteros. El público mayoritario (o al menos así se empeñan los creadores de la serie que sea) al que va dirigido el producto es el que es y quizá sea mucho pedir. Pero deberéis reconocer que se puede (y se debe) exigir bastante más que escenas (morbosísimas, sí) que dejan volar la imaginación… y poco más.
Yo quiero carne, nenas, y es lógico que esté en condiciones, dados los avances acontecidos en este país, de esperar mucho, pero que mucho más que besitos y escenas morbosas.
Y en cuanto a Fidel, de Aída, me parece un personaje fantástico, que supone una forma más de representar a muchos (tendréis que reconocerlo) chicos de su edad (y no tanto). El estereotipo está ahí, pero tiene lecturas muy positivas. Sin ir más lejos cuando ridiculiza y evidencia elocuentemente la incultura de la mayoría de personajes con los que se cruza. El hetero se reirá de su pluma. La marica sofisticada se ríe con él y de lo que le rodea. Y se apropia del estereotipo.
Y a la que no le guste que no vea la serie y ponga el fútbol (aquí me dirijo a «AIDA NO» descaradamente). ¿O será que te repele el personaje porque tienes el mismo vocabulario que el «Luisma», querida?
Bueno, Pústula, he de reconocer que es lo único que me gusta de Fidel. Que es una isla de cultura, (a veces hasta demasiada, que parece que tiene cuatro carreras el chico), en el océano de ignorancia en el que vive. Y lo más gracioso, es que es el único que saldrá del barrio con un futuro (económico y cultural) mucho más brillante que todos los que lo rodean.
Bueno, es solo un personaje. Y dentro del contexto de una serie en la que la realidad (sea cual sea el argumento) está distorsionada (a pesar de que, cada día que pasa, estoy menos convencido que en Aída exageren lo más mínimo). Porque con más de uno/a me he encontrado yo que pensaba que lo de las «performances» de Los Morancos con su omaíta y demás estaban exagerando demasiado. Y no vayan ustedes a creerse, eh? Al fin y al cabo ahí está «Callejeros» para recordárnoslo.