Condenadas a 18 años y 9 meses de prisión las dos mujeres que maltrataron hasta la muerte a un chico transexual que les ofreció cobijo
Ya se conoce la sentencia del juicio contra dos mujeres que, aprovechando su situación de vulnerabilidad, humillaron, vejaron y maltrataron hasta causar la muerte a Roberto G. H., un chico transexual. La Audiencia Provincial de Madrid las ha condenado a 18 años y 9 meses de prisión. Recordamos la historia, que no por conocida deja de causar una profunda tristeza.
Roberto, conocido de las acusadas, acogió en su casa a Dolores R.N. y Ainhoa N.B. en lo que iba a ser una estancia de unos días. Tras instalarse en la casa, se dificultó la relación que la víctima tenía con su pareja, que se marchó del piso en enero de 2007. A partir de entonces Roberto se quedo solo con Dolores y Ainhoa. «Aunque durante estos primeros meses de enero y febrero del año 2006 la relación entre Dolores y Ainhoa era correcta, Concepción, que era además quien con sus propios ingresos sufragaba todos los gastos de la casa, sin recibir absolutamente nada de ellas, no deseaba que continuaran viviendo en su domicilio porque las consideraba excesivamente violentas y agresivas», señala el fallo, que sigue refiriéndose a Roberto en femenino.
La víctima solicitó a sus inquilinas que abandonaran el piso. Llegó a pedir consejo a amigas, que al parecer le propusieron que les ofreciera usar otro piso que tenía en un pueblo de Guadalajara. Las acusadas, sin embargo, continuaron en la vivienda y comenzaron a presionar a Roberto, obligándole a firmar en un papel que «por voluntad propia, les autorizaba a ambas a permanecer en su casa hasta que consiguiesen su vivienda propia».
Una vez que se hicieron con el control, las procesadas cambiaron la cerradura, se apoderaron del teléfono móvil de Roberto, no le permitieron salir solo y mantuvieron cerradas las persianas de la habitación en la que dormía desde las que podía establecer una comunicación con los vecinos. Comenzaron además a golpearle con frecuencia e imponerle castigos y humillaciones. Recordamos que, según la Fiscalía, lo torturaron desnudándolo y grabándolo en vídeo, a sabiendas del sufrimiento que eso le producía, y lo obligaron a vestir ropa femenina. «Toda esta situación produjo en Concepción una degradación física y psíquica que le mantenía prácticamente en un aislamiento absoluto. Perdió aproximadamente 40 kilos desde febrero del 2006 hasta el 1 de septiembre del 2007», recuerda el fallo.
El juez da por hecho que la noche del 29 de agosto Dolores y Ainhoa pegaron a Roberto «con tal brutalidad» que falleció la madrugada del día 1 de septiembre del 2007 como consecuencia de los golpes.
Están donde deben estar: en prisión!
Menudo par de salvajes!
Yo las encadenaba en una mazmorra medieval y les aplicaba algún instrumento de tortura de la santa inquisición (qué malísimas llegaban (llegan) a ser las beatas).
A ver si algún grupo de reclusas les da una lección a este par de brujas.
¡A la hoguera con ellas!
esto suena como si fuese de otra epoca,en serio pasa esto en españa?
A la carcel como las zorras tránsfobas que son
Pústula, hare como que no he leído tu comentario o como que la ira te cegaba y te impedia ver la burrada que soltabas, me parece grotesco.
me he quedado sin palabras, increible
AVISO: Pues pues voy a superar a Pústula. Lo primero que se me ocurrió al leer la pura maldad y el sadismo continuo y premeditado, la frialdad de la tortura, el robo continuo, la humillación permanente y la duración de todo ello con una buena persona, que en principio quería ayudarlas…Vamos que no es un joputa homófobo que le da un calentón viendo a un gay besándose con otro y les pega a ambos una paliza (que lo encierren y tiren la llave). Estas dos hienas del Averno son algo mucho peor.
A estas dos malas putas no sólo las metía en la celda del Conde de Montecristo de por vida, sino que previamente les practicaba la ablación en vivo con unas cizallas hechas de piedra pómez.
Pústula (y el mismo Himmler) se queda corta con lo que yo les haría a estos abortos del Infierno.
Pero para llegar a entederlo, tengo que preguntar si Concepcion estaba impedida… Estaba en silla de ruedas o algo? Era muy mayor?
Un saludo.
pues yo metía en la cárcel también al juez, que se empeña en llamar Concepción al pobre Roberto.
Creo que es justo aclarar que, según indica El País, los jueces comienzan la Sentencia diculpándose por utilizar el nombre todavía oficial de la víctima: «Deseaba que se le llamara Roberto. Nos hubiera gustado respetar sus deseos pero para la mayor comprensión de esta sentencia hemos decidido denominarla por su nombre oficial».
Parece tambien que el redactor (Emilio de Benito) se ha molestado en dar un tratamiento adecuado a la noticia, e incluye enlaces a la página de Carla Antonelli y a la de El Hombre Transexual.
gracias por la aclaración. aún así, creo que debían haberle llamado Roberto, la sentencia se entiende peor llamándole Concepción.
Por otro lado, nada que objetar a Emilio de Benito, que nos tiene muy presentes.
No se merecen
Ya ha salido la sentencia. Casi 19 años de prisión. Ahora nos queda el regusto amargo de que siempre nos parezcan pocos los años de condena por un crimen tan brutal. Pero nos preocupa mucho más el para qué va a servir todo esto.
Si de verdad las dos asesinas estuvieran 18 años sometidas a todo tipo de tratamientos psiquiátricos que hicieran que se despertara su tan dormida empatía, si durante esos diecinueve años su peor juez fuera su conciencia, si con eso se llegara a conseguir que se dieran cuenta de la magnitud de su crimen, del dolor y el sufrimiento que causaron, si llegaran a poder imaginar cada noche todo lo que padeció Roberto, la cárcel habría sido la peor condena.
Pero si nos limitamos a encerrarlas sin más, conviviendo en un entorno donde la empatía no es compatible con la supervivencia, donde la misma violencia que emplearon en su vida como mujeres libres será lo que les salve como mujeres reclusas, mucho nos tememos que saldrán con cuarenta y tantos años mucho más deshumanizadas y brutales de lo que entraron.
Meter a dos animales en una jaula y pretender que salgan humanizados es ciencia ficción. La reinserción de estas dos mujeres pasaría por desarrollar su cultura, su sensibilidad, su ética y su moral. Y estas cosas quedan muy lejos de nuestro actual sistema penitenciario.
No tendrán trabajos sociales con colectivos de personas transexuales para que lleguen a comprender lo terrible de esa situación, ni con madres cuyos hijos han sido asesinados para que puedan sentir en su piel el dolor que supone una pérdida tan injusta. No saldrán con una cultura que les permita acercarse a los libros, excelente motor para poder crear una ética y una moral que les permita vivir de nuevo como mujeres renovadas en una sociedad con reglas y limites.
Ainoha y Dolores pasaran mucho tiempo en prisión. Esperemos que su conciencia se despierte y el recuerdo del asesinato de Roberto sea su mayor castigo durante todas las noches de su vida.
Mientras tanto nos toca a nosotros seguir removiendo conciencias y despertando sensibilidades.
La junta directiva de “El Hombre Transexual”
Un caso escalofriante y una sentencia demasiado benévola: 19 años con las reducciones de condena se pueden quedar en menos de nada.
#6- Guillermo hijo. Dos cosillas:
– Cosilla 1: aberraciones como la ablación del clítoris no se defienden NI PARA HACER BROMAS.
– Cosilla 2: la prostitución es un trabajo como el tuyo o como el mío sólo que bastante menos…¿»valorado»?…
Calificar a este par de alimañas como «putas» es ofender a todas aquellas mujeres honradas que se dedican a la prostitución.
– Cosilla 3: la ironía y el sarcasmo cuando hay nivel para utilizarlos como en el caso de Pústula («chapeau» por usted doñ@). En otras circunstancias la sola opinión es más que suficiente…y muy preferible a escribir majaderías.
Por supuesto.
¡Ains!..que me han salido tres «cosillas».
Fíjate tú… 😉
Guillermo tras tu comentario solo me queda decirte depravado, machista (por lo del clítoris) y todos los asteriscos que puedas imaginar, claro que nunca te desearía tortura alguna.
Incluso las peores personas tienen derechos humanos, las carceles están para algo, para castigar por un lado, para proteger a la sociedad y para rehabilitar. Nunca para torturar, tras tu comentario y burradas del estilo, que no es que ya deseen la muerte, si no que desean las torturas más aberrantes, me doy cuenta que algunos solo se separan de las zorras de la noticia en que son peores que ellas aun.
#12 me gustó mucho tu comentario sobre lo que deberían ser las carceles y lo que son 🙂
Joder, cuando ya iba por 40 lineas he recordado aquello de NO HAY MAYOR DESPRECIO, QUE NO HACER APRECIO. Daos por contestados con eso.
Ante casos como éste, siempre me queda la duda de si el sistema está preparado para tratar a estos individuos. Me refiero a que, por mucho que vayan a la cárcel, no sé si serán capaces de mostrar arrepentimiento por lo que hicieron o siquiera algún otro sentimiento, visto su pasado comportamiento.
Saludos
Carrington… va a ser que no. ¿Se arrepiente El Rafita del asesinato de Sandra Palo, o el asesino de la katana? Contestado quedas compañero.
Pues hijo, aplícate el cuento.
Ups! se me acaba de estropear el traductor de blastodeo. De eso me libro.
Lo peor de todo es que seguramente les da igual. Saben que van a volver a la calle tarde o temprano.
¡Los crímenes de sangre con sangre se paga!
Los positivos al aberrante comentario de Guillermo lo habeis puesto vosotros o se los ha puesto él mismo? quiero pensar lo segundo :S