La Corte Suprema de México pide a la Universidad informes sobre matrimonio y adopción por parejas del mismo sexo
La Corte Suprema de Justicia mexicana ha solicitado a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que le asesore sobre diversos aspectos que tienen que ver con el recurso planteado ante dicho tribunal por la Procuradoría General de la República contra la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo en el Distrito Federal.
Al parece, la UNAM ha designado a diversos especialistas en temas psicológicos, sociológicos y éticos, entre otros para, a petición de la Corte, «analicen, de modo enunciativo, más no limitativo, por una parte, el matrimonio como institución, la importancia del reconocimiento a la posibilidad de contraer matrimonio, el papel de la procreación en la definición del matrimonio y la familia, la concepción actual de la familia, los modelos de familia que existen», así como «el impacto que puede tener en el menor su adopción por una persona o pareja homosexual, con las implicaciones que ello tenga, atendiendo a la perspectiva propia de cada disciplina».
La Corte Suprema ha establecido un plazo de 45 días hábiles para que los especialistas universitarios elaboren sus conclusiones.
Eso es un buen signo; la UNAM tiene varios académicos que se han posicionado en favor de ambas medidas, tanto del matrimonio como de la adopción. Han sido contundentes al respecto, y el apoyo que le dan a ambas medidas, por supuesto, está sustentado en la experiencia, en la evidencia, en los hechos científicos.
Es un signo de buen pronóstico que la Corte Suprema haya pedido asesoría a profesionistas antes de tomar su decisión final. Aún así hay que estar al pendiente, toda vez que los detractores (conservadores religiosos) del matrimonio gay y adopción puedan hacer sus sucias jugarretas de turno; no me preocupo tanto por sus «evidencias pseudocientíficas» sesgadas, que son fácilmemte refutables a la luz de la ciencia pura, sino por la influencia partidista de la que podrían valerse.
Como siempre la cuestión «homosexual» debe ser sometida a la autoridad desde la heteronormatividad que viene dada desde la presuposición de poderes fácticos y torpemente esencializadores, dado que dichos organismos universitarios siempre estarán instalados (salvo honrosas excepciones, léanse tesis diversas que indaguen en la sociología de la construcción desde una perspectiva de género. Algo que, desde aquí, considero tristemente minoritaria en ese país y puede que desautorizada-desacreditada desde las altas instancias heteromexicanas…) desde una presunta «normalidad» y legitimidad moral.
Para resumir: la marica es el raro especímen objeto de estudio; el/la hetero es quien tiene que delimitar el grado de bienestar del/la niño/a. La homofobia, ligada al régimen heterosexista ni se cuestiona. Es, en definitiva, lo normal.
Posible primer punto para ese estudio:
Los niños adoptados por gays o por lesbianas EXISTEN. Por inseminación artificial, por adopción individual de un miembro de la pareja, por fin de una relación anterior, por el motivo que sea, hay niñas y niños que tienen dos padres o dos madres.
Un estado que hace bien su trabajo tiene que proteger a esos niños de problemas como el falleciiento de un padre o madre, sin que importe a nadie si a los diputados les caen bien o mal.
Post perfecto, Pústula.
Muchas gracias, Guillermo.
Por una vez tenía que ponerme seria. Y es que he podido comprobar en mis carnes cómo familiares muy queridos por servidora argumentaban, desde la ignorancia (no siempre malintencionada, pero torpe hasta decir basta y que otrora sirvió -y aún sirve en muchos países-para patologizarnos desde supuestas autoridades psico-sanitarias), que «es bueno que se estudie el origen de la homosexualidad para que la gente sepa que es algo de nacimiento»… en fin, sin comentarios.
Y es que me repatea sobremanera el modo patéticamente paternalista que tiene la mirada condescendiente de la «normalidad-heterosexual-procreadora-hombre-mujer-tienen-que-estar» a la hora de observarnos junto con el inevitable debate/especulación acerca de si nacemos o si nos hacemos. A estas alturas.
Para finalizar, desde la carcajada, sirva como comentario lo que arguyó una tía mía no hace muchos meses y que bien podría equipararse a los peregrinos argumentos de la ultraderecha católica:
«eso de la homosexualidad es por los gérmenes (aquí quiso decir genes, la pobre…) que la madre transmite al niño».
Para cagarse y no tener con qué limpiarse, como dice mi padre.
La UNAM es de las pocas instituciones que sobresale entre la mediocridad del sistema educativo mexicano. Aún con los recortes de presupuesto del gobierno PANista, y las instituciones privadas de los millonarios de Cristo, sus investigadores son de primer nivel.
Ya le ha plantado cara a la guerra del Felipito, por los asesinatos de civiles (como en la biblia, todos, niños, mujeres, campesinos).
Y un apoyo para la corte, ya que la Procuraduría General de la República, en lugar de investigar los feminicidios de Ciudad Juárez, los niños quemados en una guardería, se preocupaba por las «uniones que atentan contra la familia».
Ya es bastante malo soportar a hijos de puta sediciosos, avariciosos y cínicos como para tolerar a todo lo anterior más la doblemoralina estulta.
Espero lo mejor para los mexicanos y creo que esto es un buen augurio.
Parece que ya hay una propuesta de sentencia que habrá de discutirse en la Corte Suprema. La propuesta avalaría la ley que permite los matrimonios entre personas del mismo sexo y, en cuanto al punto de la impugnación que considera la cuestión de la adopciones, ni siquiera se considera pertinente su análisis.
http://www.eluniversal.com.mx/primera/35135.html