República Checa: dos importantes dimisiones de políticos con implicaciones LGTB
La dimisión de Michael Kocáb, ministro checo para los Derechos Humanos y las Minorías, aleja la posibilidad -planteada recientemente- de que la República Checa modifique su legislación y permita a gays y lesbianas unidos civilmente adoptar hijos.
En la actualidad, se da la paradoja de que gays y lesbianas pueden adoptar en ese país si son solteros, pero pierden ese derecho si se acogen a la ley de uniones civiles vigente en la República Checa desde 2006. El Partido Verde, al que pertenece Kocáb, se había mostrado a favor de promover el cambio legislativo, iniciativa que contaba con el apoyo de los grupos LGTB checos, aunque también con la feroz oposición de la iglesia católica. La diputada democristiana Michaela Šojdrová ha iniciado de hecho una activa campaña en contra que cuenta ya con más de diez mil firmas.
Pese al apoyo de Kocáb, ahora dimitido, la iniciativa tampoco contaba con garantías de éxito. El Parlamento checo está en estos momentos muy fragmentado y dividido a partes iguales entre izquierda y derecha, y el actual Gobierno es una inestable coalición formada por ministros de perfil técnico pertenecientes a ambos lados del espectro político. En mayo, además, hay elecciones generales.
Jefe conservador dimite por comentarios sobre judíos y homosexuales
También en la República Checa se ha producido la dimisión como líder del Partido Democrático Cívico (conservador) de Mirek Topolánek, ex-primer ministro checo hasta hace un año, fecha en la que, tras perder una moción de confianza, dio paso precisamente al Gobierno de coalición que antes mencionábamos.
Topolánek fue grabado mientras hacía una serie de comentarios en un encuentro informal con el equipo de la revista gay Lui, en las que comentaba que uno de los miembros del Gobierno era gay (Gustav Slamecka, ministro de Transportes) mientras que el actual primer ministro, Jan Fischer, era judío, y que dichas circunstancias les hacían ceder ante sus oponentes a las primeras de cambio. Topolánek también acusaba a la iglesia católica de lavar el cerebro a sus creyentes.
La difusión de las polémicas opiniones han desembocado en su dimisión como líder del partido. Topolánek ha pedido además disculpas a homosexuales (ha afirmado además tener muchos amigos que lo son), judíos y miembros de la iglesia católica, argumentando que sus palabras fueron malinterpretadas. El ministro Slamecka, que por el momento no ha confirmado su homosexualidad, ya ha dicho que las palabras de Topolánek no le parecen homofóbicas. En cambio, Fischer, de quien sí se conoce que efectivamente es judío, las ha calificado de «estúpidas».
Nada más con los homosexuales y judíos se hubiera disculpado, Topolanék. No así con la Iglesia Carcatólica, de la cual solo dijo la pura verdad (aunque no solo la ICAR, también la Iglesia Ortodoxa Checa, el Islam… toda religión, en fin); lo vemos con esa diputaducha democristiana.
A mí no me parece que se tenga que disculpar. Solo ha dicho que su condición les hacía ceder, y eso ,sobre todo en los gays armarizados, es relativamente normal. Siempre existe el miedo a entrar a fondo en una discusión (de este calibre digo) por si a alguien le da por hacerte un «outting».
Además, a falta de más información, el que estuviese charlando con una revista gay me parece buena señal. Yo apostaría porque se malinterpretaron sus palabras.