Obama elige como candidata al Supremo a Elena Kagan, contraria al «Don’t ask, don’t tell»
Elena Kagan ha sido finalmente la nominada por el Presidente Obama como candidata a ocupar la vacante que John Paul Stevens deja en el Tribunal Supremo de Estados Unidos. Stevens, el veterano líder de su sector liberal, se retira por volunta propia. Kagan, que a sus 50 años sería la miembro más joven del Supremo, se perfila como una razonable aliada de los intereses LGTB. El Senado de Estados Unidos tendrá la última palabra.
Elena Kagan es en la actualidad es procuradora general, es decir, la persona que representa al Gobierno ante el propio Tribunal Supremo cuando aquel es parte de un caso. Pese a su perfil centrista, que sobre el papel debe ser bien acogido por los republicanos, los grupos más conservadores han mostrado una abierta hostilidad a su nombramiento por sus posiciones en materia LGTB, como ya adelantábamos hace un mes, cuando empezó a sonar su nombre. Durante la época en que Kagan fue decana de la Facultad de Derecho de Harvard, dio públicamente su apoyo a una iniciativa que pretendía impedir que el Ejército desarrollara actividades de reclutamiento militar en la Universidad como protesta por la política de “Don’t ask, don’t tell”, que prohíbe a gays y lesbianas servir en el Ejército a no ser que mantengan en secreto su homosexualidad.
Se da la circunstancia de que la propia Kagan, durante su proceso de confirmación como procuradora general, expresó, al ser preguntada al respecto por un senador republicano, que “no existe un derecho constitucional al matrimonio entre personas del mismo sexo”. Sin embargo, Kagan matizó después que con esa frase se estaba limitando a hacer un análisis de cual es la situación jurídica actual, y no se refería a su opinión sobre cómo la Constitución debería ser interpretada sobre este tema si se planteara en un futuro.
Cabe destacar como curiosidad histórica que si Kagan -que es judía- es confirmada finalmente por el Senado, será la primera vez en la historia que el Supremo estadounidense no cuente con miembros protestantes. El Supremo quedaría conformado por seis miembros católicos y tres judíos.
Es una buena noticia, a ver si ya de una vez acaban con el vergonzso “Don’t ask, don’t tell”
Aunque soy malo, y como siempre pienso un poco mal de la gente, me da a mí que EEUU lo quiere derogar no por lograr una igualdad dentro del ejército (es seguro que hay gente que lo ve y defiende así) sino por reclutar más personal para la guerra, ya que el tema de Oriente Próximo se les ha ido de las manos y menudo polvorín tienen ahí montado, y está visto que esta «ley» impedía a muchos ciudadanos acceder al ejército.