Argentina celebra el Día del Orgullo LGTB con la vista puesta en la discusión sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo
La conmemoración del Día del Orgullo LGTB tiene un especial significado en Argentina, país en el que la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, que ya recibió el visto bueno de la Cámara de Diputados, se encuentra en estos momentos en discusión por el Senado. Las fuerzas entre partidarios y opositores a la ley están muy ajustadas y cada voto vale su peso en oro…
Por lo pronto, este lunes se celebra frente al Congreso un acto a favor en el que intervienen diversos artistas, como Fito Páez, Pedro Aznar, Julia Zenko o Vicentico. También está prevista la intervención de Alex Freyre y José María DiBello, la primera pareja gay casada en Argentina por mandato judicial.
El pensamiento de todos estará, sin duda, en las deliberaciones que tienen lugar en estso momentos en la Comisión de Legislación General del Senado, cuya presidenta, Liliana Negre de Alonso, es una furibunda opositora al derecho de gays y lesbianas a contraer matrimonio. Negre de Alonso, en un intento de hacerse con el voto de los senadores de las provincias más conservadoras, ha llegado a decir que la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo es una imposición de la capital al resto del país por razones turísticas. «Buenos Aires ser la capital gay del mundo y quieren atropellarnos a las provincias argentinas como si la República Argentina fuese solamente la ciudad de Buenos Aires», ha dicho…
Si la ley recibe el dictamen de mayoría el próximo 6 de julio, pasará al pleno del Senado, que previsiblemente la vote el 14 de julio. Podría suceder, además, que en lugar de rechazarla frontalmente los opositores al matrimonio intentaran reconvertirla a una ley de uniones civiles. Las espadas, en cualquier caso, siguen en alto.
Se celebró séptimo matrimonio entre personas del mismo sexo
Pese a que en estos momentos la lucha por el matrimonio entre personas del mismo sexo en Argentina se centra en la vía legislativa, no podemos olvidar que la vía judicial sigue en marcha. La pasada semana se celebró la que es ya la séptima boda. Carolina Pérez, psicóloga de 37 años, y Verónica Dessio, abogada de 39 contrajeron matrimonio en el Registro Civil de La Plata después de recibir la correspondiente autorización judicial. Se trata además de la primera boda homosexual en la provincia de Buenos Aires (no confundir con la ciudad autónoma de Buenos Aires, en la que ya se han celebrado previamente varias bodas).
Desde que el pasado diciembre Alex Freyre y José María DiBello hicieran historia al convertirse en la primera pareja gay casada de la historia argentina, ya son siete las parejas del mismo sexo que han hecho lo propio, al sumarse la boda de Carolina y Verónica a las seis anteriores.
El propio Tribunal Supremo de la nación deberá pronunciarse, antes o después, sobre los casos que ya le han sido remitidos (uno de ellos, el de la propia presidenta de la FALGBT -Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans-, María Rachid).
Varios obispos, partidarios de convocar un referéndum
Varios obispos argentinos se inclinarían por pedir la convocatoria de un referéndum sobre el tema. Una reivindicación que sin embargo no ha sido oficiamente asumida por la Conferencia Espiscopal Argentina, y que ya ha sido rechazada por el colectivo LGTB. «Los derechos humanos no se plebiscitan», ha indicado con rotundidad Alex Freyre, uno de los integrantes del primer matrimonio gay de Argentina.
Por su parte, dos obispos (el de San Justo, Baldomero Carlos Martini, y su obispo auxiliar) enviaron una carta al vicepresidente argentino Julio Cobos, presidente del Senado, en el que menosprecian las relaciones de pareja entre personas del mismo sexo calificándolas de meros «afectos». «El afecto que puedan guardarse entre sí los convivientes homosexuales, no les da derecho a ninguna regulación legal. Lo contrario implicaría una injusticia intolerable, ya que los únicos afectos protegidos por la ley serían los de los ciudadanos homosexuales; y esto frente a amores mucho más generosos, intensos y creativos como los de los esposos, padres, hijos y hermanos. Estaríamos frente a una mayúscula discriminación injusta. Tan irracional como intolerable», manifiestan…
¿Discriminación injusta e intolerable? Jajaja… y luego hay quién se queja de que habemos personas muy críticas con el carcatolicismo.
El afecto es sanador, entre padres, hermanos, parejas hetero, parejas del mismo sexo, etc. Lo contrario es lo que fomenta la totalitaria, pederasta, corrupta, fraudulenta, homofóbica, perversa y asesina Iglesia Carcatólica: decir que afectos «valen» y que afectos «no valen». Ahí radica una de las mayores siniestralidades de la religión, del carcatolicismo, la jerarquización y el menosprecio de los afectos.
Aunque bueno, si hay un tipo de afecto bastante nocivo, pero yo no lo calificaría como afecto, sino como una gran injusticia y un crimen de proporciones de lesa humanidad: la «relación» que se da entre sacerdotes carcatólicos y menores de edad.
Por lo demás… jamás nos van a tumbar; podremos tener bajones o malas rachas, pero el movimiento lgbt se fortalecem día con día, y siempre nons levantamos y nunca nos cansamos, no importa cuantos carcareligiosos integristas se nos pongan encima, toparán con nosotros!
A por la igualdad legal se ha dicho!
Hoy estuve en un acto en Madrid (España) a favor del Matrimonio LGTB en Argentina y me quedo con esta frase de un actor argentino:
«-En mi pais hay 30.000 desaparecidos y 30.000 madres que buscan a esos hijos. Ahora que me vengan a decir a mi que nosotros somos los que destrozamos la familia.»
Al finaliazar añadió:
«Mi familia es LA QUE YO QUIERO QUE SEA»
Ahí queda eso.
Un reportaje sobre EpC en el país:
http://www.elpais.com/articulo/educacion/Fallida/ensenanza/valores/elpepuedu/20100628elpepiedu_1/Tes
Lamentablemente, la Iglesia Católica piensa convocar una Contra-manifestación para el 13 de Julio, un día antes de debatirse la Ley.
Que esta gente hable de discriminación injusta e intolerable ya es lo último. Es lastimoso y sorprendente ver las volteretas dialécticas que son capaces de dar, solo para seguir machacando al prójimo.