ENTREVISTA A J.P. (Activista LGTB hondureño): “Con (Manuel) Zelaya se llegó a hablar de matrimonio entre personas del mismo sexo y se reconocieron muchos derechos de nuestro colectivo”
El 28 de junio de 2009, hace ahora un año, un golpe de Estado acabó con la legalidad democrática y el legítimo gobierno del Presidente Manuel Zelaya en Honduras. Desde entonces, han sido numerosas las violaciones de derechos humanos perpetradas por los golpistas en este país centroamericano y repetidamente denunciadas por diversos organismos internacionales. Los movimientos sociales opositores han sufrido durante este largo año detenciones, persecuciones, torturas y asesinatos que hoy por hoy continúan impunes.
Uno de los colectivos más castigados por esta persecución contra la disidencia ha sido la comunidad LGTB. Varios activistas LGTB hondureños se han visto obligados a abandonar el país, ya que sus vidas corren serio peligro. Tal es el caso de J.P., cuyo nombre evitamos por motivos de seguridad. J.P. Tuvo que abandonar Honduras después de sufrir la persecución en sus propias carnes y el asesinato de su pareja a manos de los golpistas. Hoy vive en España, esperando que el Gobierno español reconozca su condición de asilo político. Dosmanzanas ha tenido la oportunidad de charlar con él y este es su testimonio:
Alberto: Vives en España desde el mes de febrero y has realizado una solicitud de asilo que ha sido aceptada a trámite por el Ministerio del Interior. ¿Crees que se te será reconocida finalmente la condición de asilado?
JP: No puedo decirte, sería especular, pero hay gente en España muy comprometida con nuestra lucha y en cualquier circunstancia, igual seguiremos luchando por un cambio en Honduras.
A: Llegaste a España dejando atrás un clima de extrema violencia contra los y las activistas LGTB. ¿Cómo era tu vida hace unos meses en Honduras y cómo es hoy en nuestro país?
JP: En Honduras hay una lucha entre el grupo golpista que gobierna hasta el día de hoy y la gran mayoría de la población, y existimos algunas personas aquí en España y en América del Sur que hemos tenido que salir para evitar ser asesinados por el régimen de Porfirio Lobo, el salir nos permite continuar la denuncia y exigir un mínimo de justicia. Yo personalmente he visto personas caer muertas en la calle a causa de las balas de los militares en las marchas que realizamos en contra de la dictadura, también morir a miembros de la resistencia a manos de sicarios, que es la nueva modalidad que utiliza el régimen. Una de esas muertes fue la de mi pareja, eso es lo último que recuerdo de mi vida en Honduras.
En España tengo la oportunidad de dar tiempo al tiempo para hacerme más fuerte y llevar de mejor forma la pérdida del amor de mi vida, tratar de honrar su nombre y buscar algo de justicia, aún cuando nada de esto logre revertir el daño causado.
A: ¿Cómo viviste el 28 de junio de 2009, día del golpe de Estado que derrocó al gobierno legítimo del Presidente Manuel Zelaya?
JP: Ese día aprendí lo efímeras que son las realidades en las que uno vive. No tenía ningún vínculo con el gobierno de Zelaya, pero me gustaban mucho sus políticas: a los que ganábamos el salario mínimo nuestros empleadores nos tuvieron que subir 250% del sueldo en el 2009, el transporte y la comida habían bajado de precio… Ese gobierno nos enseñó como las transnacionales y muchos “empresarios” hondureños estafan al pueblo, especulando con las escaseces, usando influencias dentro del Congreso para no pagar impuestos y de muchas otras formas. Por eso salí a las calles y me llevé a mi pareja, no podíamos quedarnos de brazos cruzados y ver cómo nos robaban una vez más los sueños que se venían materializando con el gobierno derrocado.
A: ¿Cómo valoras el mandato presidencial de Manuel Zelaya en materia de libertades y derechos sexuales?
JP: Es la sociedad hondureña a quien yo reprobaría en esa materia, claro que debo culpar en principio la fuerte base Católica Apostólica Romana en la que somos criados allí. Con Zelaya se llegó a hablar de matrimonio entre personas del mismo sexo y se reconocieron muchos derechos de nuestro colectivo. El problema vino de la fuerte oposición que existía en el Congreso, de un grupo de diputados miembros del Opus Dei, que una vez que dieron el golpe de Estado, derogaron los decretos que se habían logrado con Zelaya. Los miembros del Opus Dei fueron la mano derecha del dictador Roberto Micheletti.
A: ¿Tuvo el golpe de Estado consecuencias políticas y sociales para el colectivo LGTB hondureño? ¿Cuáles han sido?
JP: Se están buscando las formas por parte del gobierno golpista de eliminar la personería jurídica de las ONG’s del colectivo LGTB. La muerte a manos de sicarios de más de 20 personas de nuestro colectivo es un ejemplo de ello.
A: Diversos organismos internacionales han denunciado numerosas violaciones de derechos humanos desde el golpe de Estado. ¿Existe impunidad sobre los crímenes perpetrados por los golpistas en Honduras?
JP: Los coroneles y generales que en principio daban las ordenes de reprimir tienen amnistía por parte del Congreso de facto, los congresistas que eligieron un presidente de facto cuando eso es delito no han tenido sanción, los sicarios que matan a miembros del Frente Nacional de Resistencia continúan asesinando y nadie puede hacer nada. Los organismos internacionales tienen poco margen de acción, porque Estados Unidos es el autor intelectual del golpe de Estado en Honduras, es el cliente de los malos hondureños que dieron el golpe.
A: El número de asesinatos de activistas sociales desde el golpe de Estado es extremadamente preocupante. ¿Pretende el actual gobierno hondureño debilitar a los movimientos sociales opositores?
JP: Es terrorismo de Estado importado de naciones del “Primer Mundo”. El gobierno de facto es una máscara, se hicieron con el poder mediante elecciones fraudulentas y su único propósito es defender los intereses económicos y estratégicos de otros países. Practican terrorismo contra el pueblo hondureño.
A: La comunidad LGTB hondureña ha sido una de las castigadas con más saña por esta persecución contra activistas sociales. ¿Por qué motivo?
JP: La historia se repite esta vez en Honduras, pero igual que en la Alemania Nazi y en otras naciones, a manos del Opus Dei, de los militares, se ensañan con el que consideran más débil, se ensañan porque pueden hacerlo y nadie les dice nada, nadie está en la cárcel por el horrible asesinato de mi pareja. ¿Y quién responderá por todos los asesinatos? En Honduras se matan gais gratis y libre de responsabilidad. Porfirio Lobo, Presidente de facto, llegó a decir: “Que les baste con que los dejamos vivir en Honduras”.
A: ¿Qué papel jugó la Iglesia durante el golpe de Estado en Honduras? ¿Puede decirse que existen vínculos entre la Iglesia católica y los golpistas?
JP: Las Iglesias Católica y Evangélica, las más relevantes y las que tienen intereses económicos, exentas de impuestos, no rinden cuentas a nadie en Honduras. Es un buen negocio para ellas promover un golpe de Estado. Las grandes masas son fieles y creen en un Dios justo, pero dudo que muchos de sus pastores y sacerdotes en realidad crean en la existencia de ese Ser supremo, bueno y justo. El Cardenal Oscar Andrés Rodríguez después del golpe estuvo en la televisión nacional anunciando al pueblo que si salíamos a las calles y Zelaya intentaba regresar a Honduras habría un baño de sangre. Su palabra se cumplió.
A: ¿Qué opinión te merece la postura internacional de España ante la compleja situación política que vive Honduras en esta etapa?
JP: Me parece honrosa su postura al desconocer en principio a la mara que asaltó la Casa de Gobierno y que sigue allí. El futuro es incierto, ya que los intereses económicos pueden exceder por mucho la justicia que uno busca.
A: ¿Consideras legítimas las elecciones que llevaron a Porfirio Lobo a la presidencia del país? ¿Goza de legitimidad su actual gobierno?
JP: No, Porfirio lobo es un presidente impuesto, si se sostiene en el poder es gracias al terrorismo de Estado. Si los militares no se metieran en los asuntos civiles el Frente Nacional de Resistencia forjaría los cambios que el país se merece, nos merecemos una revolución como las que habéis tenido las naciones del “Primer Mundo” hace muchos años ya.
A: ¿Cuál es la actitud del gobierno de Lobo ante las reivindicaciones del movimiento LGTB? ¿Se lograrán conquistas legales en materia de libertades sexuales durante este período presidencial?
JP: No, y menos sin la presión internacional, pero como Honduras hoy es un Estado paria y tiene padrinos muy poderosos, poco o nada se logrará.
A: ¿Es España un ejemplo en los avances legislativos a conseguir para la igualdad de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales?
JP: España es punta de lanza en el reconocimiento de la igualdad, pero nada está escrito en piedra y un gobierno de derechas de la mano de la Iglesia entorpecería las cosas.
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José Manuel Zelaya fue un dictador al creerse superior a los Tribunales y al Congreso Nacional. Lean el expediente de Zelaya. Se le quitó la titularidad del poder Ejecutivo por los artículos consttitucionales contra la reelección, no era necesario decir que el sería el beneficiario en estas y futuras elecciones. Los gais organizados hacen muy mal al apoyar a un dictador, eso no les ayuda a ganar espacios políticos. Sobre los DDHH, no hay que confundirlos con los crímenes políticos de Manuel Zelaya ni la crisis política en sí. Los actos criminales en concreto hay que estudiarlos, y no sacar juicios a priori.
Porfirio Lobo Sosa es un idiota que antes había hecho patrocinado una reforma constitucional contra los gais. Pero los hondureños debemos dejar de ser tan presidencialistas, y pensar en mejorar la democracia, que nos representen realmente en el Congreso, mejorar las Instituciones para evitar otros dictadores. Dejen de acusar tanto a los individuos y piensen más en el sistema.
Las elecciones fueron normales, me siento orgulloso de haber votado, y soy gay.
Jorge Flores:
Como te atreves a hablar de expediente hecho por golpistas despues del golpe…barbaro !
Grande ignorancia !!!