Manifiesto de ALEAS IU con motivo del Orgullo LGTBI 2010
¡Orgullosas PRECARIAS! ¡Doblemente explotadas!
¿Cuándo vamos a empezar a hablar de las bolleras precarias, de las maricas que no son contratadas por tener pluma, de las transmaribibolleras que no pueden ir a la universidad, de lxs mileuristas que no llegan a fin de mes o de las trans que no tienen trabajo?
Si hay crisis, la sufrimos doblemente. Si hay recortes sociales, los sufrimos doblemente. Si hay paro, nos afecta especialmente, y cuando hay trabajo somos especialmente precarias. Lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI) somos ante todo trabajadoras y trabajadores y no sólo no somos ajenas a lo que está ocurriendo con la crisis, sino que la sufrimos con mayor fuerza.
Cuando consultamos las tasas de marginalidad social, de paro, de precariedad o de pobreza resulta que precisamente nosotras (lxs trans, bolleras, mujeres de toda condición, también las maricas) somos más precarias, excluidas, maltratadas, invisibilizadas, dominadas, violentadas… Porque el sistema capitalista no solo no nos tiene en cuenta por ser transmaribibolleras, sino que esa es la causa de nuestra doble discriminación. Porque nos jugamos mucho cuando las posiciones neoliberales hablan de recortar la cobertura social. Porque las personas LGTBI debemos luchar por una salida de izquierdas a la crisis, porque la crisis la tienen que pagar los que la han generado.
¡Transmaribibolleras: A la Huelga General! ¡Orgullosas INCORFORMISTAS! Igualdad real: ¿para cuándo?
¿Cuando vamos a empezar a hablar de las bolleras de pueblo, de lxs trans acosadxs en el instituto, de las maricas con michelines hartas de Calvin Klein, o de las personas que ya tenemos suficiente con ser LGTBI como para además ser sordas, ancianas, ciegas o ir en silla de ruedas?
El mayor error sería creer que ya está todo conseguido, aún con los avances legales de los últimos años. Porque el mayor reto viene ahora, la mayor batalla está aún por ganar: conseguir la igualdad real. Porque sigue habiendo una educación donde se nos agrede y discrimina, donde se nos impone la heterosexualidad como único modelo válido y donde sufrimos las mayores tasas de acoso escolar. Porque muchas seguimos discriminadas en los barrios, en los pueblos pequeños, en nuestros puestos de trabajo o en nuestras familias. Porque a muchas nos cuesta ser visibles siendo sordas, ancianas, ciegas o yendo en silla de ruedas. Porque nosotras también sufrimos agresiones por nuestras parejas. Porque seguimos atribuyendo un estigma a lxs seropositivos. Porque las bisexuales no somos bolleras/maricas indecisas, somos bisexuales. Porque se nos siguen imponiendo unos modelos de cuerpos y de vivencias de nuestra sexualidad que nos oprimen y nos amargan. Porque los estereotipos de belleza y moda con los que se nos bombardea a diario nos imponen modelos irreales con los que nunca nos sentiremos a gusto. Porque seguimos olvidando nuestra historia al no reconocer el mérito y dignificar a las que corrían delante de los “grises”. Porque aún recibimos insultos cuando caminamos por la calle. Porque seguimos inmersas en un sistema heteropatriarcal que nos invisibiliza y nos agrede en cada momento. Porque aún nos falta la igualdad real: nos falta la liberación sexual de nuestros cuerpos en la esfera pública, la igualdad de todas en todos los aspectos de nuestra vida.
¡Transmaribibolleras: A por la igualdad real! ¡Orgullosas TRANS! ¡Orgullosas feministas!
¿Cuando vamos a hablar de las trans que tienen que fingir que están enfermas para poder operarse, de lxs transexuales inmigrantes que no pueden cambiarse el nombre porque la ley no lo contempla o de lxs trans que no quieren operarse?
¡La única enfermedad es la transfobia, el único problema es el heteropatriarcado! Antes consideraban que la homosexualidad era una enfermedad psiquiátrica. Después les dio por psiquiatrizar la transexualidad. Porque para poder entendernos nos llamaron enfermas y disfóricas. De aquí al año 2012 tenemos que lograr que dejen de considerarnos enfermas por únicamente vivir nuestras vidas.
Hay que desclasificar la transexualidad de los manuales psiquiátricos, exigir que se retire la categoría de «disforia de género» de la actual Ley de Identidad de Género de 2007 y eliminar la obligatoriedad de los tratamientos médicos y psicológicos sin perjuicio de la cobertura por la Sanidad Pública, que es la única que puede garantizarnos este derecho en igualdad. Hay que eliminar también las restricciones que no permiten a lxs trans inmigrantes acogerse a los avances conseguidos.
Tenemos que cuestionarnos más nuestros cuerpos, nuestras identidades, nuestros modelos sexuales y en definitiva este sistema. Hay que dar la voz a los movimientos sociales trans e intersex, que están hablando alto y claro con pluralidad de iniciativas, como la campaña de la Red Internacional por la Despatologización.
¡Transmaribibolleras: Por la despatologización de la transexualidad! ¡Orgullosas IMPARABLES! ¡Nadie nos va a regalar nada! ¡Nunca nos han regalado nada!
¡Que no mercantilicen tus derechos, que no privaticen tu rabia! Los avances sociales de los últimos años los hemos conseguido el conjunto de los movimientos sociales LGTB a través de mucha lucha y organización política. Lo que nos queda por conquistar sólo podremos conseguirlo por la misma vía, es decir, vindicando y luchando por nuestra dignidad, porque tenemos el derecho a elegir nuestros deseos, nuestras identidades, nuestros cuerpos…
Necesitamos espacios combativos, necesitamos espacios alegres. Festejamos nuestra visibilidad para enarbolar nuestra lucha del día a día, en nuestros barrios, en nuestros trabajos, en nuestras familias, y en definitiva, en todos los ámbitos de nuestra vida. Utilizamos la risa, la pluma, la liberación, el escándalo y la transgresión como herramientas para atacar al sistema. Porque nuestra lucha consiste precisamente en cuestionarlo todo, nuestro género, nuestros roles, nuestras identidades, ya que no solo pedimos que se nos escuche y se nos tenga en cuenta, sino que luchamos para transformar un sistema heteropatriarcal que nos aprisiona y nos normativiza (también a lxs heteros).
Por ello, necesitamos una manifestación del Orgullo alegre y combativa, pero no mercantilizada. Porque nos negamos a que las minorías sexuales (las excluidas) únicamente podamos participar a través del consumo, porque sabemos que es caer en la trampa del capitalismo y porque no queremos ser consumidoras pasivas, sino ciudadanas activas con independencia de nuestra capacidad de compra. La única carroza que nos lleva a la igualdad real es la lucha de todos los días.
Porque somos precarias, inconformistas, trans e imparables. Porque somos clase obrera. Aquí está la IZQUIERDA TRANSMARIBIBOLLERA. ¡Transformando el Orgullo, transformando el sistema!