Se celebra el sexto matrimonio entre personas del mismo sexo de Argentina
El pasado jueves se celebró en Buenos Aires el sexto matrimonio entre personas del mismo sexo de la historia argentina. Alberto Fernández, de 47 años, y Matías Méndez, de 44, registraron su enlace después de recibir la correspondiente autorización del juez de lo contencioso administrativo Hugo Zulueta.
La boda de Fernández y Méndez tuvo lugar un día después de que el Senado argentino comenzara a tratar en comisión la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobada hace un mes por la Cámara de Diputados. Se prevé que la votación en pleno del Senado tenga lugar el próximo 14 de julio. Otra pareja, la formada por Carolina Pérez y Verónica Dessio, ha recibido también la autorización judicial, y tiene previsto celebrar su boda el 25 de junio.
En paralelo al debate político, Argentina vive, a lo largo de los últimos meses, una auténtica batalla jurídica entre los partidarios de la igualdad de gays y lesbianas y los sectores homófobos. Antes de la aprobación por parte de la Cámara de Diputados, ya eran cinco los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados en el país por mandato judicial (ahora ya seis), desde que el pasado diciembre Alex Freyre y José María DiBello hicieran historia al convertirse en la primera pareja gay casada de la historia argentina.
Matrimonios sistemáticamente recurridos desde instancias conservadoras, en tres de los casos por la misma jueza, Martha Gómez Alsina, que como informamos hace unas semanas ha sido ya denunciada por la FALGBT (Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans) y que deberá dar explicaciones ante el Consejo argentino de la Magistratura al sospecharse que su conducta en estos casos ha sido irregular.
El propio Tribunal Supremo de la nación deberá pronunciarse, antes o temprano, sobre los casos que ya le han sido remitidos (uno de ellos, el de la propia presidenta de la FALGBT, María Rachid, a quien los tribunales han impedido contraer matrimonio con su pareja).
Sinceramente después de tantos matrimonios celebrados, la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo en Argentina debería ser aprobada sin mayor complicaciones. Estoy expectante. Argentina se convertiría tras Canadá en el 2º país de América en lograr este avance en derechos sociales.
Mientras tanto en EEUU discuten sobre si es «moralmente aceptable» que dos personas del mismo sexo tengan una relación. Da miedo eso del «American life» que tanto nos vende la cultura estadounidense.
Azores para los estadounidenses ya eso es un avance «moralmente aceptable», y recuerda que constitucionalmente tienen derecho a portar armas de fuego pero no de amarse.