Prohíben impartir misa a un sacerdote por estar a favor del matrimonio homosexual

La lentitud que la jerarquía católica ha mostrado a la hora de sancionar conductas abiertamente delictivas por parte de miembros del clero (en la mente de todos) contrasta con la diligencia con la que ha actuado en el caso del sacerdote Nicolás Alessio, que se ha pronunciado a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. A Alessio se le ha abierto juicio canónico y se le ha prohibido impartir misa.

Alessio había cuestionado además las agresivas palabras del arzobispo de Buenas Aires Jorge Bergoglio descalificando al matrimonio entre personas del mismo sexo. «Falta que pida que quemen gente», llegó a decir.

El arzobispo de Córdoba, Carlos Ñáñez, ha actuado contra Alessio. «Luego de haber agotado todos los medios de solicitud pastoral para que el presbítero José Nicolás Alessio se enmendase y retractase públicamente (…) ha decidido iniciar el proceso eclesiástico correspondiente en el Tribunal Interdiocesano de Córdoba», ha expresado el arzobispado.

Alessio, sin embargo, parece no amilanarse y anuncia que seguirá cumpliendo sus obligaciones pastorales. «Tengo compromisos asumidos con mi comunidad. Creo más en el Evangelio que en estos códigos canónicos, por lo tanto este fin de semana voy a celebrar misa, salvo que me metan preso”, ha dicho. Alessio, que podría ser excomulgado de persistir en su actitud, ha acusado además a la cúpula de la iglesia de querer controlar la sexualidad de la gente pero no mover «ni un dedo» para «defender el trabajo y el salario de los argentinos».

Alessio, de 52 años y párroco de San Cayetano en el barrio Altamira de Córdoba, es miembro del grupo de sacerdotes Enrique Angelelli. Fue el redactor de un documento titulado «Aportes al debate sobre las modificaciones a la ley de matrimonio civil», del que hablamos hace unas semanas, en el que expresaba que «ante la posibilidad de una ley que permita a personas del mismo sexo ser matrimonio y vivir profundamente el amor y la sexualidad, entendemos que aprobarla, acompañarla y profundizarla nos pone en el camino del Evangelio de Jesús». Os dejamos con unas declaraciones de Alessio, que entonces reproducíamos pero que nos parece interesante escuchar de nuevo: