El sector más conservador de la principal confesión luterana de Estados Unidos se separa al no aceptar la ordenación de gays y lesbianas
La reciente decisión de la Iglesia Luterana Evangélica de América (ELCA) de permitir la ordenación de pastores homosexuales y con relaciones de pareja (hasta ahora sólo lo permitía si se mantenían célibes) ha derivado en la separación de sus congregaciones más conservadoras, algunas de las cuales han decidido fundar una nueva denominación.
Líderes de 18 congregaciones adscritas hasta ahora a la ELCA (la mayor denominación luterana de Estados Unidos) han decidido fundar la denominada «Iglesia Luterana de Norteamérica». Según ellos, se trata de una denominación “más fiel” a las enseñanzas de las Sagradas Escrituras. En la práctica, una iglesia homófoba que no permitirá la ordenación de personas abiertamente gays y lesbianas.
Se calcula que desde el pasado verano, cerca de 200 congregaciones a lo largo y ancho de Estados Unidos han roto sus vínculos con la ELCA por este motivo, aunque muchas de ellas se han adherido ya a otras denominaciones luteranas previamente existentes. Este abandono de congregaciones habría contribuido a que la ELCA haya experimentado una apreciable caída de ingresos, aunque un portavoz de la iglesia considera que la polémica sobre la ordenación de gays y lesbianas no es más que un elemento más: la crisis económica no sería ajena a esta reducción de ingresos.
Sea como sea, la ELCA parece resistir la crisis y se prepara ya para otorgar destino como pastoras, dentro de un mes, a tres mujeres abiertamente lesbianas en Saint Paul (Minnesota). Otros siete pastores gay y transgénero habrían sido ya ordenados en San Franciso y ceremonias similares están previstas próximamente en Minneapolis y en Chicago. “En mi congregación vivimos un momento de celebración, la gente se siente muy feliz porque todo nuestro trabajo para hacer de la ELCA una iglesia más inclusiva ha dado su fruto”, ha manifestado Anita Hill, una de las mujeres que próximamente se convertirá en pastora de su iglesia y que desde 1996 vive en pareja con otra mujer.
Las citadas escrituras son responsables de varios siglos de discriminaciones.
Me pregunto cuántos homosexuales reprimidos habrá en ese sector conservador, tiempo al tiempo.