La prensa especula sobre la homosexualidad del joven espía británico cuyo cadáver apareció hace unos días
Una historia digna de una película, aunque desgraciadamente real. Gareth Williams, matemático de 31 años que trabajaba para el espionaje británico, apareció muerto dentro de una bolsa de deportes en su domicilio. Nada se sabe todavía sobre lo sucedido, pero las hipótesis incluyen un supuesto asesinato a manos de «un amante gay». La carnaza está servida…
La prensa británica más sensacionalista ha relacionado su muerte con el hecho de que Williams frecuentara el ambiente gay londinense (circunstancia que otros niegan). Se dice que «se travestía» en secreto y que un amante celoso enfurecido pudo haberlo asesinado. También se asegura que se han encontrado en su domicilio «aparatos de sadomasoqusimo» y que la muerte podría haber ocurrido durante la realización de un «juego sexual peligroso». Otras hipótesis relacionan sin embargo su muerte con su trabajo como espía…
Sus padres niegan que Williams fuera gay y se encuentran furiosos por todo lo publicado hasta el momento sobre la vida de su hijo. Fuentes próximas a la familia opinan que alguien puede estar intentando «desacreditar» intencionadamente al fallecido para arrojar mayor confusión sobre la muerte.
Nosotros simplemente esperamos que se haga justicia y, si hay algún responsable de la muerte del joven, gay o no, sea detenido. Descanse en paz.