Nepal celebra su primer Orgullo LGTB

Unas 2.000 personas, según estimaciones de la Policía, han participado este miércoles en Katmandú en el que, más allá de pequeños actos celebrados en años anteriores, se considera ya el primer Orgullo LGTB de la capital de Nepal. Un Orgullo colorista e integrador en el que, además de activistas nepalíes, han participado asistentes llegados desde India, Japón y varios países europeos.

A la cabeza de los orgullosos manifestantes se encontraba Sunil Babu Pant, diputado abiertamente gay e incansable trabajador en favor de los derechos LGTB en Nepal.

Nepal es, como los lectores de dosmanzanas conocen, uno de los países que se encuentran en lista de espera para aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque las dificultades políticas (ajenas a la causa LGTB) están dificultando la aprobación de la nueva Constitución, en la que debería recogerse dicha posibilidad, dando así cumplimiento al fallo del Tribunal Supremo nepalí que en noviembre de 2008 se pronunció en ese sentido. El nuevo marco legal garantizaría también el derecho de personas transgénero e intersexuales a registrarse como un “tercer sexo” en los documentos oficiales.

Nepal no despenalizó la homosexualidad hasta el año 2007, tras la abolición de la monarquía y la implantación de una república democrática multipartidista. Los tres partidos principales son el Partido Comunista Maoísta (que tiene en la actualidad el mayor número de diputados); el Partido del Congreso, de centro-izquierda (miembro de la Internacional Socialista) y el Partido Comunista Unificado Marxista-Leninista. En la actualidad, socialistas y marxistas-leninistas gobiernan en coalición, encontrándose los maoístas en la oposición. Sunil Babu Pant no forma parte de ninguno de los tres, sino del Partido Comunista Unido de Nepal, una fuerza comunista minoritaria.

Desgraciadamente, la falta de entendimiento entre los partidos (los maoístas se niegan a aceptar la situación y han promovido revueltas contra el Gobierno) están retrasando la aprobación de la nueva Constitución. Esperemos que la crisis política se resuelva y los nepalíes puedan disfrutar de un futuro en paz en el que además los ciudadanos LGTB disfruten de plena igualdad jurídica.