Alumnos de un instituto católico de Massachusetts protestan contra el despido de una profesora por casarse con otra mujer
Christine Judd, jefa de estudios de un instituto católico de Springfield (una localidad de Massachusetts, en Estados Unidos), se ha visto obligada a abandonar su trabajo tras casarse este verano con otra mujer. Una boda que contraviene el ideario del centro. La decisión no ha gustado nada a los alumnos, que este domingo se manifestaron en contra.
Al parecer, la escuela no ofreció a Judd más salida que la renuncia «voluntaria», si no quería ser simplemente despedida. La profesora, que ha abandonado el centro, está estudiando ahora sus alternativas legales (Massachusetts es uno de los estados en los que el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal). Judd lleva en la escuela desde 1998, donde comenzó enseñando ciencias. Desde hace seis años es jefa de estudios y desde hace tres directora de deportes.
La escuela se ha defendido argumentando que Judd dejó el trabajo voluntariamente, aunque Mark Dupont, portavoz de la diócesis de Springfield, ha sido más claro, al manifestar que los profesores de la escuela deben comprometerse a seguir la doctrina y las enseñanzas de la iglesia, y que de hecho la profesora así lo aceptó en su momento. «La acciones llevadas a cabo este verano (en referencia a su matrimonio) violan el acuerdo que ella libremente aceptó», ha dicho.
Algo con lo que no están de acuerdo muchos de los estudiantes de la propia escuela, que organizaron el domingo una concentración de protesta. «Cuando me enteré de que había dejado la escuela y de por qué lo había hecho, sentí rabia», manifesta Martin Boyle, uno de los estudiantes. «Tienen trabajando a personas que están divorciadas y a personas que toman anticonceptivos, tienen a estudiantes que han quedado embarazadas, y no les obligan a marcharse. ¿Por qué deciden aplicar estos principios justo ahora?», se pregunta. «Si se predica tolerancia, hay que practicarla (…) Es hora de que la iglesia progrese», opina Alexandra Nicolai, otra estudiante. «No somos quienes para juzgar a nadie, sólo Dios todopoderoso puede hacerlo», comenta por su parte otra alumna, Tatiana Flores.
Puedes ver un vídeo de la protesta (en inglés) enlazando aquí.
Ahí está la clave. Lo que se predica es intolerancia.
Aunque se ve que efectivamente, no son coherentes en esta escuela.
Pero vamos, muy bien por los alumnos.