El Senado de Estados Unidos podría votar la semana próxima la derogación del «Don’t ask, don’t tell»
Harry Reid, líder de la mayoría demócrata, tendría intención de someter la próxima semana a votación por el pleno del Senado de Estados Unidos el paquete presupuestario de Defensa, del cual forma parte la derogación del «Don’t ask, don’t tell». La Cámara de Representantes ya votó la derogación en mayo, aunque retrasando su entrada en vigor hasta diciembre y condicionándola a que durante estos meses el Pentágono certifique que no existen obstáculos para la misma.
Como detallábamos en mayo, en paralelo al voto en la Cámara de Representantes, el Comité de asuntos militares del Senado decidió, por 16 votos contra 12, incluir la derogación como una medida más del paquete presupuestario de Defensa. Una estrategia que perseguía evitar el denominado “filibusterismo” (alargar indefinidamente las discusiones evitando la aprobación de leyes salvo que la suma de al menos 60 de los 100 senadores lo impida). A favor de la medida votaron 15 demócratas, además de la senadora republicana por Maine Susan Collins. Por contra, Jim Webbs, senador demócrata por Virginia, se unió a otros 11 republicanos que votaron en contra.
Aún así, varios senadores republicanos, y muy significadamente el senador por Arizona John McCain (cuyas posiciones tradicionalmente moderadas han sufrido un reciente viraje hacia la derecha) han anunciado que lucharán por evitar que la derogación sea finalmente aprobada, recurriendo si es necesario al filibusterismo. Una táctica que podría poner en peligro la aprobación de todo el paquete presupuestario militar, y que no todos los republicanos ven con buenos ojos. El senador Richard Lugar de Indiana ya ha anunciado que no la apoyará, y tampoco es previsible que lo haga Susan Collins, que ya votó a favor de la medida en el Comité antes citado. Tampoco queda claro hasta que punto los senadores demócratas opuestos a la derogación están dispuestos a sumarse a las tácticas obstruccionistas de McCain.
La discusión estará condicionada, en cualquier caso, por la reciente decisión de una jueza federal de California de declarar inconstitucional la política de «Don’t ask, don’t tell», que obliga a gays y lesbianas a mantener su homosexualidad en secreto para no ser expulsados del Ejército, precisamente a iniciativa de Log Cabin Republicans, el grupo LGTB formado por militantes y simpatizantes republicanos.
¿Os habéis enterado que está ganando la extrema derecha (tea party)a los moderados dentro de las primarias de los republicanos para las próximas elecciones al senado? Al menos se ha impuesto en estados de Nueva Inglaterra como Delawere.
Yo pienso que se muestre una extrema derecha en vez de una derecha moderada es mejor pues al final, espero, se les volverá en su contra.