La homosexualidad del juez, argumento de los recurrentes contra la sentencia que declaró inconstitucional la Proposición 8
Lo anticipábamos en febrero, y el tiempo lo ha confirmado. Los opositores al matrimonio entre personas del mismo sexo intentarán invalidar la sentencia del juez Vaughn Walker, que hace unas semanas declaró contraria a la Constitución de Estados Unidos la Proposición 8, argumentando su presunta homosexualidad.
Fue el diario San Francisco Chronicle el que hace unos meses daba por cierta la homosexualidad de Walker, nunca confirmada oficialmente. Curiosamente, el diario californiano alababa entonces el hecho de que la orientación sexual de Walker no se hubiera considerado hasta ese momento un elemento de discusión.
Y es que Walker, si de algo ha tenido fama hasta ahora, es precisamente de conservador. De hecho, fue nombrado juez federal a propuesta del Presidente Bush padre en 1989 (previamente, había sido propuesto por Ronald Reagan y fue desestimado por la oposición de los demócratas en el Comité judicial del Senado). Walker, aunque al parecer nunca ha hecho esfuerzo alguno por desmentir que sea homosexual, tampoco lo ha expresado de forma manifesta en público ni se le conoce gesto alguno de activismo LGTB.
Brian Walker, director ejecutivo de National Organization for Marriage, una organización “antigay” acusó entonces a Walker de estar siendo parcial durante el desarrollo del juicio. Como comentábamos entonces, la estrategia de dicha organización pasaba por desacreditar de antemano el fallo del tribunal por si éste fuera contrario a sus intereses, como así ha ocurrido: ahora la homosexualidad del juez es uno de los argumentos utilizados por los recurrentes a la sentencia para conseguir su anulación.
Se da la circunstancia de que el caso no fue adjudicado a Walker de modo intencional, sino que simplemente le correspondía por turno.
Lo mismo puedo decir de los jueces cristianos. Nunca son parciales en nada y para nada porque son cristianos y, como se sabe, todo cristiano trata de permear todo aspecto de la vida sin excepción con su doctrina cristiana.
La diferencia es que en los ultracristianos este argumento de la parcialidad es completamente real.
Así son estos histéricos ultrarreligiosos.
Un juez al que no ponen ningún tipo de pega porque resulta «conservador», luego es erróneo por ser gay.
Tengo entendido que siguen presentando el pseudoargumento de la procreación en este recurso.
Vamos, que si siguen así de eficaces y habiles, deberia ser cosa hecha el acabar con la Prop 8.
Tiene gracia. Así que las decisiones sobre los derechos de los homosexuales tienen que quedar, obligatoriamente, en manos de jueces heterosexuales. Siguiendo esta premisa absurda, ninguna mujer juez podría dictar sentencia en casos de violencia de género, ningún juez negro podría juzgar a un blanco acusado de matar a un negro, etc.
Ahí es ná, ahora con estos cristofachas resulta que las decisiones de un juez no son válidas si éste es gay.
¿Qué se supone que están pidiendo ahora, un Don’t ask don’t tell para los jueces? Y así poco a poco meter a todo el país de vuelta al armario, como en la edad media.