Nikolai Alekseev y otros diez activistas LGTB detenidos en una protesta contra el alcalde homófobo de Moscú
Once activistas LGTB, entre ellos Nikolai Alekseev, han sido detenidos (y luego liberados) en el curso de una protesta que ha tenido lugar hoy martes en Moscú contra su alcalde, el homófobo Yuri Luzkhov. Se da la circunstancia de que Alekseev llegó el sábado a Moscú tras permanecer más de dos días retenido en las cercanías de la capital rusa, supuestamente por fuerzas de seguridad vinculadas al propio alcalde Luzkhov.
Según el propio Alekseev ha reconocido, el comportamiento de la Policía ha sido hoy perfectamente ajustado a las normas legales, quizá por la expectación mediática que la protesta había despertado después del secuestro de Luzkhov. «Hoy nos han tratado como a VIPs», ha ironizado a la salida de la comisaría. «La Policía ha actuado de acuerdo a los protocolos y se ha deshecho de nosotros rápidamente. Hemos sido acusados solamente de participar en un acto no autorizado pero no de desobediencia a la Policía», ha contado. Los activistas se enfrentan ahora a una posible multa, que será decidida en un juicio que tendrá lugar el 6 de octubre.
Una reportera de la agencia France Press también fue detenida, pero fue liberada al poco tiempo sin ni siquiera ser trasladada a comisaría.
Yuri Luzkhov, ferviente cristiano ortodoxo, es bien conocido por su indisimulada homofobia, y año tras año impide la organización de las marchas del Orgullo LGTB en Moscú. En enero de este año confirmó que mientras él sea alcalde nunca permirá dicha celebración, que calificó de «satánica». «Las hemos prohibido en el pasado y las seguiremos prohibiendo. Todo el mundo tendrá que aceptarlo, no como un teorema, sino como un axioma”, dijo entonces Luzkhov. Una prohibición que ha sido llevada por Alekseev al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que aún no se ha pronunciado.
De hecho, durante la retención que Alekseev sufrió la semana pasada, habría sido conminado a a retirar dicha demanda y desconvocar el acto de protesta previsto para hoy. Algo a lo que Alekseev se ha negado.
Al paso que van en la bella Moscú, parece que antes vamos a ver vacas volando que a un Delanoe o un Wowereit al frente de la alcaldía rusa. Realmente los activistas por los derechos de los gays allí, son verdaderos héroes, a ver si se animan los del orgullo e invitan a Alekseev y se da a conocer la falta de libertad que existe allá.
Nicolai Alekseev, merece que le den el premio Nobel de la Paz, por su lucha y por el acoso al que es sometido.