“No incluye a casi nadie y excluye a casi todos”
Con esta frase describió a la sociedad actual Suhayla Bazbaz, Directora y Presidenta de Cohesión Comunitaria e Innovación Social A.C. (CCIS), al clausurar el día de ayer en la ciudad de México el “Foro sobre el Reconocimiento de la Diversidad”, convocado por CCIS y el British Council México, llevado a cabo con la intensión de hacer visibles las acciones tomadas por diversos organismos en el territorio mexicano para promover la erradicación de la discriminación con base en la legislación.
Presentando a más de 15 ponentes, entre ellos figuras destacadas como Luis González Plascencia, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos en el Distrito Federal; Ricardo Bucio, Presidente de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED); Ricardo Hernández Forcada, Director del Programa de VIH/sida y Derechos Humanos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y Jean Mobwa, Coordinador de Investigación de discriminación por apariencia física de la CONAPRED. El foro estuvo dividido en tres paneles, el primero abordo la relación entre categorías sociales, áreas y tipos de políticas públicas; la segunda ponencia se refirió a la relevancia de la visibilidad de los grupos vulnerables y susceptibles a la discriminación y la exigibilidad de sus derechos. La última parte estuvo conformada por un debate en el cual se destacaron las líneas de acción que se deben tomar para la continua lucha contra la discriminación.
Los panelistas expresaron la situación de discriminación desde diferentes factores: género, derechos reproductivos, orientación sexual, religión, origen, salud, VIH/Sida, posición socio-económica, edad y discapacidades. Pero enfocándose principalmente en grupos del colectivo LGBT, como personas con VIH, transgénero y homosexuales y lesbianas; homofobia y crímenes de odio.
Cada conferencia recalcó los logros alcanzados hasta ahora, sin embargo se reconoció que aún falta un largo trayecto por avanzar en materia de prevención de discriminación, dada la situación de inseguridad y crimen organizado que vive el país en este momento y también a ciertas situaciones que definen las prioridades del Estado y que relegan la lucha contra la discriminación y en pro de la igualdad. También se hizo un llamado a las instituciones educativas a combatir desde las aulas la discriminación.
Se convocó a los grupos de la diversidad a promover la cultura de la denuncia para así poner en marcha la cultura de la legalidad (que buena falta hace en México), y de este modo demandar al gobierno una rendición de cuentas y una línea de acción basada en cifras reales, sustentadas y concretas, no meras especulaciones. Pero se invitó sobre todo a poner un alto a la segregación y aislamiento que mantienen algunos grupos por miedo a la agresión. En este punto quisiera expresar mi particular opinión:
Es necesario dejar de creer que como personas “diferentes” necesitamos aislarnos del resto de la sociedad y crear islas de visibilidad, islas que si bien nos otorgan una zona de confort, mantienen muchas veces y preservan el estigma y el estereotipo de un grupo. Por ejemplo, creo que si eres homosexual, tu vida no necesariamente debe de girar entorno del ambiente gay, claro, es más fácil, más sencillo y sobretodo más seguro entrar a un establecimiento cualquiera que se encuentre dentro de la zona gay de la ciudad, debido a que es una garantía de que no se te discriminará y el trato será con personas consientes de la situación y que comparten las mismas preferencias y orientaciones que tu.
Pero entonces si son y somos consientes de la situación , ¿por qué no exigir el trato digno a cualquier persona en cualquier establecimiento? ya no solo me refiero al colectivo LGBT, sino a todos esos grupos de la diversidad; demandar ese derecho que como ciudadanos de un país y del mundo tenemos para que no se menoscabe nuestra dignidad, sea cual sea nuestra condición o preferencia, vamos, sea cual sea nuestra realidad.
La lucha contra la discriminación debe ser no solo de afuera hacia dentro, no esperemos que el gobierno, la legislación y que las organizaciones civiles peleen una lucha que también nos corresponde como simples individuos aun sin estar afiliados a una asociación u organización, fomentemos una lucha contra la discriminación que sea de adentro hacia afuera.
Hagamos lo que nos corresponde, el camino no ha sido fácil y es seguro que no será del todo sencillo en el futuro; pero si marchamos de la forma que lo hemos hecho, los pasos en algún momento se hacen escuchar.
Debemos ser responsables y conscientes, nada más, para así generar las situaciones que permitan nuestro avance no solo como comunidad sino también como sociedad.
Lio