Adiós a Tony Curtis
Tony Curtis fue uno de los actores más bellos de su tiempo. Tenía una apariencia muy moderna, más propia del cine de hoy que el de los años cincuenta. Su carrera fue tremendamente irregular ente la comedia intrascendente, la comedia brillante (donde se travistió junto a Jack Lemmon y Marylin Monroe) hasta el cine negro y el cine de romanos (donde encarnó al esclavo más sexy de “Espartaco”).
Se convirtió en un galán al uso aunque su versatilidad interpretativa y su procedencia del mundo del teatro le brindaron la oportunidad de encarnar al mentiroso buscavidas de la inolvidable “Chantaje en Broadway” o al expresidiario de “Fugitivos” de Stanley Kramer, lo que le llevó muy cerca del Oscar. Curtis tuvo una carrera breve y la calidad de las películas en las que intervino fue decayendo a lo largo de la década de los sesenta por lo que se refugió en la televisión lo que le hizo increíblemente popular para el público estadounidense y, por ende, de buena parte del planeta. Una de sus últimas grandes apariciones en el cine fue en “El estrangulador de Boston” donde aportó ambigüedad y elegancia a un personaje terrorífico en un filme brillantemente dirigido por Richard Fleisher. Aunque no será recordado como uno de los más grandes actores de la historia salió más que airoso de intensos duelos interpretativos con Jack Lemmon, Burt Lancaster, Marylin Monroe, Sídney Poirier, Kirk Douglas y Janet Leigh, la que fue su mujer durante su mujer durante el mejor periodo de su carrera. Su despedida simbólica del cine coincidió con la del polémico director Elia Kazan interpretando un pequeño pero conmovedor papel en “El último magnate” un filme testamentario sobre la llamada “edad de oro” de la fábrica de sueños. Su hija Jamie Lee Curtis, que heredo su extraña belleza, no ha tenido tanta suerte y hasta el momento solo es recordada como la protagonista de “Un pez llamado Wanda” y de la entrega más famosa de la terrorífica saga “Haloween”.
Eduardo Nabal
Otra estrella hollywoodiense que se apaga. Tan sólo decir que como actor tenía alguna película que me gustaba. Como persona, bueno, hace pocos años reconoció que su famosa frase sobre Marilyn (dijo que era como besar a Hitler) era porque estaba enamorado de ella. ******* voy a callar por Prudencia, que es una vecina muy socorrida.