John McCain volverá a liderar el rechazo a la derogación del «Don’t ask, don’t tell» si la propuesta vuelve al Senado
Malas perspectivas para la derogación del «Don’t ask, don’t tell» por el Congreso de Estados Unidos. Una legislación, por cierto, cuya aplicación se encuentra en estos momentos suspendida al haber sido declarada inconstitucional por la jueza federal Virginia A. Phillips. El senador republicano John McCain ha declarado que si la propuesta de derogación vuelve de nuevo al Senado en la sesión de «rescate» que tendrá lugar tras las elecciones de noviembre, él volverá a promover una acción de «filibusterismo» que lo impida.
Como hemos venido informando durante las últimas semanas, los senadores republicanos ya ejercieron «filibusterismo» cuando el asunto llegó al Senado hace ahora un mes. Se trata de un procedimiento que bloquea la tramitación de una ley si no hay una mayoría de 60 votos (sobre 100 totales) partidarios de seguir con su discusión, lo que en la práctica supone su derrota. Sólo 56 senadores votaron entonces a favor de proceder a la tramitación del paquete presupuestario de Defensa, del cual formaba parte la medida, mientras que 43 votaron en contra (40 republicanos y 2 demócratas, los de los senadores por Arkansas Blanche Lincoln y Mark Pryor. El líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, unió su voto a los “noes”, aunque en su caso se trató de una maniobra que precisamente le permitiría proponer una nueva votación sobre el asunto. En definitiva, 43 “noes” frente a 56 “síes”. Una senadora republicana estuvo ausente).
Las esperanzas están, por tanto, depositadas en la tradicional sesión “de rescate” que el pleno del Senado celebrará a finales de año, una vez que las elecciones de noviembre (en la cuales se renuevan Cámara de Representantes, un tercio del Senado y numerosos Gobernadores y legislaturas estatales) se hayan celebrado y los senadores que permanezcan en funciones, antes de la toma de posesión de sus sucesores, no sientan ya la presión del electorado. De hecho, cuando la Cámara de Representantes dio su visto bueno a la derogación del “Don’t ask, don’t tell” lo hizo retrasándola hasta diciembre, periodo durante el cual el Pentágono certificaría que no hay obstáculos a la misma. El anuncio de McCain, sin embargo, supone un jarro de agua fría sobre dichas esperanzas.
Cabe la posibilidad, eso sí, de que una vez pasadas las elecciones (que se saldarán, según todos los pronósticos, con una aplastante victoria republicana) la presión sobre los senadores «se relaje» y algunos republicanos decidan no secundar a McCain. Esa parece ser, de hecho, la apuesta de la administración Obama, atrapada en la cada vez más incomprensible paradoja de que por un lado defiende el «Don’t ask, don’t tell» ante los tribunales (tiene intención de recurrir la sentencia de la jueza Phillips, como explicábamos con detalle hace unos días) mientras que por otro defiende su derogación por vía parlamentaria.
Este mismo domingo el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, expresó públicamente su convencimiento de que la derogación será posible, si bien no explicó que es lo que piensan hacer si como es previsible el Senado vuelve a negarse.
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Flick
Flick no es más que el "nick" con el que empecé a comentar (y discutir, y razonar...) en dosmanzanas, allá por 2006. Me sabía a poco, por eso decidí colaborar y compartir mi pasión por estar informado. Y aquí sigo.
Esto es un ejemplo de hasta que punto los políticos dan la espalda ridículamente a la sociedad a la que dicen representar, mientras viven en una especie de limbo o torre de marfil.
La mayoria de la sociedad estadounidense se opone en este momento al DADT.
Y mientras tanto, Obama dando saltitos por ahí, haciendo absolutamente nada, y riendose de todo el mundo.
Si, seguro que logra acabar con el DADT en el senado. Vamos, fijo.