La Corte de Apelaciones da la razón a la administración Obama y reintroduce provisionalmente el «Don’t ask, don’t tell»
La alegría ha durado menos de una semana. A diferencia de la jueza federal Virginia A. Phillips, la Corte de Apelaciones de San Francisco sí ha aceptado la petición urgente que le ha dirigido la administración Obama y ha ordenado que la política de «Don’t ask, don’t tell», que prohíbe a personas abiertamente homosexuales servir en el Ejército, siga por el momento vigente.
La Corte de Apelaciones deja así en suspenso la aplicación de la sentencia de la jueza Phillips que declaraba inconstitucional el «Don’t ask, don’t tell». Aunque la suspensión es provisional hasta que en próximos días se emita una decisión más razonada, es probable que la sentencia quede en suspenso hasta que se resuelva la apelación que al parecer el Departamento de Justicia tiene intención de promover, lo que puede llevar varios meses.
De esta forma, queda sin efecto el anuncio que este mismo martes hacía el Pentágono, en el sentido de a partir de ahora aceptaría solicitudes de ingreso en el Ejército de personas abiertamente homosexuales.
La sentencia de la jueza Phillips (que puedes descargar íntegramente, en inglés y formato PDF, pulsando aquí) estableció que la política de “Don’t ask, don’t tell” viola las enmienda primera y quinta de la Constitución de Estados Unidos y vulnera derechos fundamentales de los miembros del Ejército.
Como hemos venido refiriendo estos últimos días, la administración Obama se encuentra atrapada en la paradoja de que por un lado defiende el “Don’t ask, don’t tell” ante los tribunales mientras que por otro es partidaria de su derogación parlamentaria, bloqueada en este momento en el Senado, y con perspectivas muy dudosas de prosperar a corto plazo.
Noticias Relacionadas
- Cristina Fernández de Kirchner dedica al matrimonio igualitario uno de sus spots de campaña
- UPyD confirma su apoyo al matrimonio y su compromiso con los derechos LGTB
- Agresión homófoba múltiple en la zona de Las Ventas (Madrid) a manos de un grupo de unos 14 individuos
- La Universidad de Harvard no acogerá programas de formación militar hasta que no se derogue el «Don’t ask, don’t tell»
- Un año más, la represión policial impide la celebración pacífica del Orgullo LGTB de Moscú
Acerca del Author
Flick
Flick no es más que el "nick" con el que empecé a comentar (y discutir, y razonar...) en dosmanzanas, allá por 2006. Me sabía a poco, por eso decidí colaborar y compartir mi pasión por estar informado. Y aquí sigo.
Las palabras sin los hechos valen cero. Los hechos son los que cuentan al final, concuerden o no con el discurso. En este caso también es aplicable: diga lo que diga, los hechos dicen que Obama es un homófobo de mier… o es un pobre iluso que quiere dar gusto a personas que jamás votarán por él ni por su partido.
Que si yo fuera estadounidense, ni un voto daría al PD en castigo por su tibieza.
Creo que varios (quizás de modo ingenuo) esperabamos un gran cambio con Obama; el «primer presidente negro» en un país con (aún) trasfondos racistas sonaba prometedor para que se dieran diversos avances en materias de derechos civiles. Aún y aunque Hillary Clinton me parecía que poseía mejor perfil para estar en la Casa Blanca, imaginé que Obama también tenía lo suyo y que esa tibieza blandista se iría llegando a la presidencia. Su discurso de triunfo en el que hizo mención a los homosexuales dió la impresión, al menos a mí, de que una nueva para los derechos civiles, incluídos los lgbt, llegarían a EE. UU. en los 4 años que durase su mandato.
Si yo, no siendo estadounidense ni votando tenía esa emoción tan grande, imagino el nivel de emoción que tenían aquellos lgbt que habían votado por él. Ahora, sintiendo una decepción y repulsión total no siendo votante estadounidense, imagino que sentirán ahora aquellos lgbt que en su momento confiaron en él. Un completo fiasco.
Para nada comparto que Obama sea homófobo. No ha habido en EEUU un presidente con más sensibilidad a las reivindicaciones de gays y lesbianas que él. Otra cosa que es que le pongan zancadillas por todas partes y que se vea obligado a adoptar un perfil centrista en un país tan dividido. Como prueba de su preocupación por esa igualdad tenemos la derogación de la estúpida norma que impedía la entrada de portadores del VIH al país, salvo contadas excepciones.
Un buen paso, sin duda. Pero eso no quita las posturas repulsivas que ha venido haciendo con el DADT y la DOMA.
Si no es homófobo, entonces es un tibio iluso.
Creo que a veces confundimos el hecho de que una persona haya sido discriminada, y por lo tanto conozca lo que es recibir algun tipo de discriminación injusta en primera persona, con el hecho de que esa persona sea consciente de las discriminaciones que sufren los demás. Como si recibir una discriminación automáticamente otorgara al sujeto empatía hacia el resto de discriminaciones. Desgraciadamente el mundo esta lleno de ejemplos que contradicen esta idea.
Desde el principio, a pesar de seguir las campañas para las elecciones en Estados Unidos sin prestarles demasiada atención, me dio la sensación de que Hilary Clinton tenía un discurso mucho más fuerte tanto en terrenos feministas como en terrenos LGTB. En cambio, Obama me dio la impresión de que incluyo estos puntos en su programa solo porque Hilary ya los tenía previamente, como efecto rebote. No ponerlos, teniendolos Hilary, parecía demasiado propio de los republicanos. Obama (al que en muchos sentidos he admirado y sigo admirando a pesar de todo) nunca me ha dado la sensación de realmente creer en la causa LGTB, él como persona, sino más bien, parece que lo asuma como punto de su partido que puede aceptar a regañadientes siempre que no exijan demasiado.
Es más, el hecho de ser negro, creo que no solo NO ayuda, sino que quizá también perjudica. Algo parecido a lo que sucede desgraciadamente en muchos países africanos, que consideran que la homofobia forma parte de su cultura original, y que por lo tanto volverse más homófobos es un retorno a sus raíces (idea absurda, pero que está ahí). Con esto no pretendo dedir que todos los negros son homofobos (generalización también absurda), pero sí que existen ciertas corrientes de pensamiento que pueden haber influenciado tanto a Obama como a su entorno más cercano. (O quizá me equivoque)
Como si recibir una discriminación automáticamente otorgara al sujeto empatía hacia el resto de discriminaciones.
Sería lo de esperar, que vivir en carne propia la discriminación pusiera de manifiesto de que esta es nociva. No obstante y como dices…
Anarres, me parece muy acertada tu reflexión sobre lo de formar parte de un grupo discriminado y la no necesaria correspondencia con la actitud que se tenga para con otros que la sufren, por la misma u otra razón.
Pero Obama no es exactamente un negro, al menos no el negro promedio que refleja cualquier estadística de los EEUU (más pobres, con menor formación académica, más homófobos, etc). Se ha criado con blancos progresistas, ha recibido una educación de blancos progresistas, se ha codeado en lo personal y lo político con otros blancos progresistas(o con negros en las mismas). Está a años luz de cualquier influencia de negros brutos homófobos.
Muchas gracias Obama, después del espectáculo mundial que fue tu elección. Menuda legislatura llevas en TODOS los aspectos, vas a ser recordado como la mayor decepción de la historia de América.