San Petersburgo celebra, bajo la presión de contramanifestantes homófobos, su primera concentración LGTB autorizada
Como adelantábamos hace unos días, este sábado tuvo lugar en San Petersburgo la primera concentración LGTB autorizada de la historia de la ciudad rusa. Esos sí, los pocos valientes a los que se les permitió manifestarse tuvieron que soportar el acoso de numerosos contramanifestantes.
Entre estos se encontraban cristianos ortodoxos radicales, cabezas rapadas e incluso señoras mayores. Lanzaron huevos y dirigieron insultos contra los activistas LGTB congregados, que en esta ocasión gozaban de protección policial. Según algunas informaciones, unas diez personas habrían sido detenidas en relación a los incidentes.
Pese a las limitaciones (la concentración había sido autorizada con una asistencia máxima de 10 personas) la autorización de la concentración fue saludada como un «paso adelante» en la buena dirección por Maria Efremenkova, una de las líderes del movimiento LGTB en San Petersburgo. Se da la circunstancia de que el pasado octubre un tribunal declaró ilegal la prohibición de la que iba a ser, en junio, la primera marcha del Orgullo celebrada en la ciudad báltica, mientras que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó al estado ruso por las sucesivas prohibiciones de las marchas del Orgullo LGTB en Moscú, la capital del país.
San Petersburgo debe organizar el año próximo la tercera edición del Orgullo Eslavo. En caso de ser autorizada, sería la primera vez que esta movilización rotatoria de activistas LGTB de la Europa eslava tiene lugar de forma legal, después de las prohibiciones de este año en Minsk (Bielorrusia) y del año pasado en Moscú.