Un nuevo intento de derogar el «Don’t ask, don’t tell», aprobado en la Cámara de Representantes
Importante avance hacia una eventual derogación de la política de «Don’t ask, don’t tell». Tras la presentación en el Senado de un proyecto de ley «bipartidista» que recoge en exclusiva dicho asunto (segregándolo del fracasado paquete presupuestario de Defensa), ahora es la Cámara de Representantes la que ha tramitado a velocidad de vértigo un proyecto similar, presentado por Patrick J. Murphy (representante demócrata por Pensilvania) que acaba de ser aprobado.
La medida ha recibido el apoyo de 250 representantes (la mayoría demócratas), mientras que 175 (la mayoría republicanos) se han opuesto. 15 demócratas y 15 republicanos, sin embargo, han «cruzado» la línea, votando en contra y a favor, respectivamente.
La votación de la derogación en la Cámara de Representantes era en cualquier caso obligada en caso de que el Senado finalmente la apruebe, dado que al basarse en un proyecto de ley «nuevo» no es de aplicación la aprobación que ya en mayo hiciera la Cámara. Sin embargo, la presentación del proyecto de Murphy aporta un elemento novedoso: al parecer podría ser tramitado de forma urgente como legislación «privilegiada» por el Senado. Un aparente formalismo que, más allá de la premura, tiene gran importancia: bastaría la mayoría absoluta del Senado para aprobar la derogación (51 de los 100 senadores) y la discusión no podría ser bloqueada mediante una maniobra de «filibusterismo» (que requiere de una mayoría de 60 senadores para ser evitada). 51 votos que, en este caso, son seguros (en la última de las votaciones, la derogación fue apoyada por 57 senadores).
La maniobra, que ha contado con el apoyo activo del líder de la mayoría demócrata, Steny Hoyer, y de la todavía presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, sería bien vista por diversos senadores que de forma anónima ya se han pronunciado.
Actualización (16/12/2010)
Finalmente, aunque el proyecto de derogación será discutido por el Senado como «legislación privilegiada», sí parece que deberá contar con 60 votos para asegurar su pase. El mecanismo de tramitación le permitirá, de todas formas, evitar barreras intermedias y ser votado con mayor rapidez.
Cabe destacar que en este momento tres nuevos senadores republicanos, además de Susan Collins, que ya votó a favor de la derogación hace pocos días, han anunciado su intención de apoyarla: se trata de Olympia Snowe (senadora por Maine), Scott Brown (senador por Massachusetts) y Lisa Murkowski (senadora por Alaska). Sus tres votos, unidos a los 57 de hace unos días, lo harían posible… Estaremos atentos a la evolución de los acontecimientos.
Ron Paul uno de los 15 republicanos que han votado a favor.
¿Qué tiene de especial Ron Paul? ¿Qué dijo que el gobierno federal no debe intervenir en la definición del matrimonio, dejando esta decisión a los estados? Bueno, vale. Según él EE.UU más que federación debería ser una confederación.
Hay votos suficientes en el Senado para derogarlo. Cinco republicanos y 57-58 demócratas. Alguno aquí tendrá que comerse sus palabras.