Hacia un lenguaje menos heterosexista
En el caso de Estados Unidos, el Departamento de Estado ha anunciado que los formularios de solicitud de pasaportes para menores de 16 años, al preguntar por el nombre de los progenitores, se referirán a partir de ahora a la “Madre o Progenitor 1” y al “Padre o Progenitor 2”. La idea original era hablar únicamente de “progenitores”, pero al parecer la Secretaria de Estado Hillary Clinton decidió a última hora conservar los términos “madre” y “padre”, temiendo la reacción de grupos conservadores. Para los activistas por los derechos LGTB, con este paso el gobierno estadounidense estaría reconociendo la realidad de muchos niños educados en familias homoparentales, aunque continúan exigiendo cambios similares en otras cuestiones burocráticas.
Así mismo, el Consell de la Joventut de Valencia -CJV, órgano de representación juvenil en el ayuntamiento de la ciudad- ha presentado su ‘Guía de lenguaje no heterosexista’, en la que recomienda el uso de las siglas “LGTB” a la hora de describir la diversidad sexual, en lugar del término “gay”, que en castellano se refiere únicamente a hombres homosexuales. Desde el CJV defienden este cambio, que ya ha sido asumido por el activismo LGTB, pero que aún no ha calado tanto en la calle o en los medios. La guía también aconseja evitar la presunción de heterosexualidad, porque contribuya a invisibilizar a los que no lo son (por ejemplo cayendo en esquemas biologicistas al hablar sobra la familia).
Administraciones como la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, en colaboración con la Asociación de Transexuales de Andalucía – Sylvia Rivera (ATA), también han elaborado guías similares, en marcado contraste con instituciones reacias a reflejar cambios en la realidad social, como la Real Academia Española de la Lengua.