¿Pesan las sombras?
¿Pesan las sombras? A veces pesan tanto que es difícil seguir con la vida hacia delante. Es curioso que esta nueva novela de Esther Peñas (El peso de una sombra, Odisea Editorial) esté narrada por una sombra, por una mujer que ya murió (como en El crepúsculo de los dioses) y vea desde arriba (o desde abajo) la vida de la que fue su amante, una cirujana que por las noches toca el piano en un bar de lesbianas. Que vea cómo la echa de menos y cómo se acuesta con otras mujeres y, lo que es más doloroso (aunque no sé si los muertos sienten dolor, esperemos que no) vea cómo se enamora. La amistad con uno de los médicos y con el sacerdote de la clínica hará que Clarice/Clara, la cirujana, comprenda muchas de las cosas que le ocurren. Entre ellas, la aparición de una extraña mujer que parece saber demasiadas cosas sobre la muerta. Una habitación cerrada bajo llave hará que devoremos página tras página hasta que se abra la puerta, al final.
Por otro lado uno jamás hubiera pensado que regentar un puticlub de hombres requiriera estudios económicos y psicosociales que ni la escuela de Manchester, oiga. En Servicio completo de Rafa C. (Odisea Editorial) leemos casi con horror el diario que el autor, regente de uno de los mejores pisos “de chicos” de Madrid, escribe sobre las idas y venidas de su negocio: los activos, los pasivos, el fondo de maniobra, el capital circulante… Tengo la ligera intuición de que todo lo que se cuenta en este novela es más o menos real, por no decir que me lo creo a pies juntillas. Asistimos al progresivo hastío del que tiene un puticlub de hombres como el que tiene una panadería o una fotocopiadora: las situaciones son más divertidas (en algún momento incluso para llorar de risa), más truculentas o más surrealistas, pero en el fondo se trata de no tener pérdidas y de no meterse en problemas. Las reflexiones íntimas del narrador son tan políticamente incorrectas que resultan hasta escandalosas, pero se leen con deleite (¡qué de-leite!), perdido ya el hábito de leer determinadas cosas ante tanta corrección.
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Horrorvisión 2011
Hasta ahora había mantenido un discreto silencio sobre la selección española para el festival de Eurovisión de este año, pero no puedo más. Hemos tocado fondo. El sistema elegido por Televisión Española es una patochada, un insulto, una burda patraña que sólo sirve a oscuros (o no tanto) intereses. La culpa no es de los pobres cantantes sin talento que se presentan año tras año a los castings, ni la de los pobres autores sin talento con apellidos holandeses, sino de los que los eligen. Podríamos llegar a pensar que es que en nuestro país no hay talento y ya está: si de los cientos de canciones presentadas ha sido elegido ese engendro (que probablemente sea lo peor que hemos presentado nunca y que haría palidecer de espanto a la mismísima Rebecca Black) es que nos deberíamos dedicar a los toros, a las motitos y al futbol.
Gracias a Dios no es así. Para desintoxicarme de tanta mediocridad, he decidido darme una vuelta por el panorama musical, que comparto con vosotros. Un soplo de aire fresco por si alguna vez alguien decide que no merecemos hacer el ridículo en el Festival. De nada.
Lista spotify: Un soplo de aire fresco
En cualquier caso la canción ya ha sido elegida y desde dosmanzanas vamos a hacer todo lo posible por renegar de esa putamierdaintegral y desear que alguien que quiera mucho a la chica le diga que no se presente apoyar con todas nuestras fuerzas a la representante de nuestro país. ¡Que nos quiten lo bailao!
Actualización: después de oír las más de cuarenta canciones presentadas, he de decir que hay al menos diez canciones tan execrables como la de España.
En primer lugar, gracias por tus reseñas literarias. Siempre tan interesantes.
Respecto al tema eurovisión, un amigo fan que sigue con detenimiento todo lo del festival me comentó que la canción española es la que es por el voto de cierto personaje, gay para más INRI, que prefirió una rumba (¡¡¡otra más!!!) a una canción que musicalmente parecía mejor. Hablo de Boris Izaguirre, por si alguién, aparte de mí, no vio el programa.
Tiene bemoles (nunca mejor dicho) que la selección de temas musicales esté a cargo de personajes que no tienen ni repajolera idea de por dónde van los tiros en el panorama internacional musical.
Aunque, como dice mi amigo, está claro que a España hace muchísimos años que no le interesa ganar Eurovisión por el dineral que supondría organizar el evento. Yo siempre respondo. Vale, pero ¿hace falta hacer el ridículo de esa forma? Con no ir, ya vale. En fin, como lo del honor patrio es algo tan ridículo, tampoco es que me quite noches de sueño.
Saludos
pues Boris fue a mi modo ver lo que salvó aquellas pateticas galas del más absoluto aburrimiento y, en honor a la verdad, el resto de canciones eran aún peores que la elegida, si cabe
Las sombras sí que pesan.
Pues servidora, y hablando muy en serio, preferiría un millón de veces que fuesen a Eurovisión La Lore y la Macu:
http://www.youtube.com/watch?v=RZ_vdSexMg0
Por lo menos nos lo pasamos bien con dos estupendas actrices que no pretenden ir de serias. Esta vez suscribo todas las palabras de Putojack. Algo raro en mí, dados sus habitualmente dudosos gustos musicales… ¡¡Con lo bien que canta mi Freddie Mercury y su amiga la pelucona Brian May!!
la lista de spoty es buenisima, pagaría tonelas de oro por ver alos Guilles (milkyway y mostaza) o a Genis en eurovisión pero una vez estubimos cerca y gano chiquilicuatre.
Una gran seleción de los paladines del pop en español y de canciones dignas de la edad dorada del festival.
gracias, letaxidermiste, un placer, pena lo de Guille, nunca estaremos más cerca
pústula: POR DIOR, no me los recuerdes, que ellos sí que no habrían desentonado en este esperpento 😉
Pues yo seré un petardo sin salvación posible, pero me encanta la canción española. Lo sé, soy raro.