Profesor de universidad católica de Filadelfia, despedido al descubrirse su homosexualidad
El Chestnut Hill College, una institución católica de enseñanza superior localizada en Filadelfia (Estados Unidos), ha anunciado el despido de James St. George, un profesor contratado a tiempo parcial. La decisión se tomó tras descubrir por un post en su blog que mantiene desde hace quince años una relación con otro hombre.
Concretamente, desde el centro educativo declararon que el despido se debe a “declaraciones públicas de su participación en una relación homosexual con otro hombre desde hace una década y media”.
St. George, de 45 años, fue contratado en 2009 para impartir estudios bíblicos y otras asignaturas. En declaraciones a un periódico local, confirmó que es gay y que recientemente había celebrado el 15º aniversario de su relación. El profesor pertenece en realidad a la Antigua Iglesia Católica Apostólica de América, una iglesia que se declara católica pero que no está en comunión con Roma, y cuya visión de las relaciones homosexuales es mucho más aperturista. Se inscribe en la tradición de las iglesias conocidas como “católicas antiguas”, grupo heterogéneo de iglesias que en su origen se separaron de Roma en el siglo XIX por no aceptar el dogma de la infalibilidad papal.
El presidente del Chestnut Hill College manifestó que aunque St. George “da la impresión de ser un pastor ordenado […] su iglesia permite a los sacerdotes la opción de unirse con personas del mismo sexo”. “Respetamos la diversidad, pero se espera de todos los miembros de esta comunidad […] que respeten y apoyen nuestra misión, carácter y valores católicos romanos, tanto en la clase como en declaraciones públicas”.
Por su parte, St. George no se considera responsable de haber ocultado información al centro: “¿Qué se supone que debo hacer? ¿Decir, “antes de que sigamos con esto, soy gay”? ¿Quién dice eso?”.
No es la primera vez que nos hacemos eco de un caso de despido en un centro católico de Estados Unidos al descubrirse la homosexualidad de un profesor. El pasado septiembre, informábamos del despido de una profesora de Massachusetts por casarse con una mujer.
Si la relación hubiera sido con un menor y contra su voluntad, seguro que solo lo habrían cambiado de parroquia.
Me pregunto cuántos profesores en esa universidad estarán divorciados y vueltos a casar, cuántos convivirán con sus parejas sin casarse, cuántos tendrán claramente relaciones prematrimoniales, cuántos emplearán anticonceptivos, cuántos evadirán impuestos, cuántos hablarán mal en ocasiones de sus semejantes, todo ello sabiéndose en sus blogs o comentarios, y no les ha pasado nada…
Sólo una palabra: hipocresía