Rabinos israelíes promocionan el matrimonio de gays con lesbianas
Un grupo de rabinos ha ideado una iniciativa para promocionar el matrimonio de gays con lesbianas en Israel. Hasta la fecha se han producido 11 matrimonios de este tipo. Sus patrocinadores lo defienden como una forma de conciliar la prohibición que a su juicio establece la ley judía contra las relaciones homosexuales con el deseo de no ocultar la propia orientación sexual.
Los emparejamientos son concertados por el rabino Areleh Harel, que vive en un asentamiento de Cisjordania y pertenece a la comunidad religiosa sionista. Afirma que todas las parejas reciben apoyo de un equipo de psicólogos, asesores matrimoniales y trabajadores sociales, así como de otros rabinos. Harel dice tener una lista de 30 gays y 20 lesbianas buscando pareja. Afirma que «no niegan su identidad sexual, pero quieren establecer un hogar, ya sea para ser padres o por el reconocimiento social. Una familia no es solamente sexo y amor. Es una asociación instrumental, aunque no solo técnica«.
Es el caso de Etti y Roni (nombres ficticios), que se casaron hace cinco años. Desde el primer encuentro se dejaron claro su homosexualidad, pero hoy viven de cara al mundo como una pareja heterosexual y tienen dos hijos. Roni se había sometido a terapia de conversión, sin éxito, y mantuvo relaciones con varios hombres, hasta que decidió que quería «una familia e hijos«. Similarmente, Etti, que no ha salido del armario para su familia, afirma que más importante que la relación seria que mantenía con otra mujer, era «tener hijos y vivir en una familia normal«. Sus hijos nacieron por inseminación artificial. «Obviamente tenemos tensiones, pero ¿quién no las tiene? Como buenos amigos, nos tenemos un gran respeto mutuo y amor platónico«, afirman.
Pero estos emparejamientos semiconcertados no siempre funcionan bien, y dos de las parejas están en proceso de divorcio. El propio Harel afirma estar preocupado por el posible sufrimiento de los hijos nacidos en estos matrimonios. Por su parte, el portavoz de Havruta, una asociación para homosexuales religiosos que no se ha pronunciado oficialmente sobre el tema, dice oponerse a la idea. «Si la definición de familia es asociación, confianza y amor, entonces esta no es una solución«, afirma, y añade que su organización cree que vivir abiertamente la orientación sexual genera más felicidad que vivir una mentira.
Aunque este tipo de matrimonios hace tiempo que se practica entre los judíos ultraortodoxos, la actual iniciativa se diferencia en que ha sido promovida en parte por estas organizaciones para homosexuales religiosos. Israel no celebra matrimonios entre personas del mismo sexo, ya que en suelo israelí solo es legal la celebración de matrimonios religiosos (judíos, musulmanes, cristianos o drusos), pero desde 2006 sí reconoce los celebrados en el extranjero, por decisión de su Tribunal Supremo.
Oficialmente (a mi juicio) esta es la forma más siniestra de hipocresía institucionalizada que he visto que la venden como «buen rollismo» hacia los LGBT. No puedo contener las ganas de vomitar.
¿Pero esto qué narices es?
¡Alucinante! Y alucinante que haya gays y lesbianas que se presten a ello…
Si esta es la forma de ayudar de este señor, mejor que deje de ayudarnos.
Que barbaridad.
Menudo cacao mental deben de tener las personas lgtb que se prestan a hacer esta locura. No me quiero imaginar los hijos de estas personas, viviendo en una ambiente así.
¡Qué cosa más retorcida y surrealista!
Osea, no quieren que los niños se traumaticen por tener dos mamás o dos papás, pero esperan que entiendan que a su padre le gustan los hombres y que a su madre le gustan las mujeres y que ellos nacieron por inseminación artificial porque no quieren ni tocarse y, de hecho, ni siquiera se quieren. Sí, todo mucho más simple, vaya… ¿¡Pero es que no va a salir nunca una idea buena de Israel!?
Tened cuidado, se dice gai, no gai, si quieres hablar de chicos solo. Que sino las chicas nos sentimos fuera de celebraciones como el orgullo gay, pensadlo, ya somos suficientemente invisibles como para serlo más por el lenguaje.
Tened cuidado, se dice gay, no gai, si quieres hablar de chicos solo. Que sino las chicas nos sentimos fuera de celebraciones como el orgullo gay, pensadlo, ya somos suficientemente invisibles como para serlo más por el lenguaje.
Uf… perdón por los anteriores posts, quería decir esto:
Tened cuidado, se dice gai, no gay, si quieres hablar de chicos solo. Que sino las chicas nos sentimos fuera de celebraciones como el orgullo gay, pensadlo, ya somos suficientemente invisibles como para serlo más por el lenguaje.
¿Cómo que el matrimonio «no es sólo amor y sexo»? ¿Cómo que es una «asociación instrumental»? ¿Pero de qué hablan? Puedo constituir una empresa basándome en esas premisas, pero no un hogar ni una familia. ¿Cómo voy a contraer matrimonio con alguien a quien no quiero? Hay que ser hipócrita y estar muy mal de la cabeza para defender algo así. O sea, que hay que vivir una mentira para poder tener una familia «normal». Ellos sí que son anormales. Y no, así no se vive una vida plena: es simplemente un modo de mantener las apariencias, de tener los privilegios sociales de un hetero, pero sin el peligro de que tu pareja quiera acostarse contigo.