Un marino de la U.S. Navy, amenazado de expulsión por quedarse dormido junto a un compañero… en la misma cama
Stephen C. Jones es un joven marino de 21 años, enrolado en la U.S. Navy (la Marina estadounidense), que se enfrenta a un proceso de expulsión del Ejército por haber sido encontrado dormido junto a un compañero en la misma cama. No existe evidencia alguna de que mantuvieran relaciones sexuales, pero sus superiores lo acusan de haber cometido una falta disciplinaria.
La situación es realmente contradictoria. Según la versión de Jones, su compañero y amigo, Brian McGee, junto al que con frecuencia veía vídeos tumbados los dos sobre la cama, se acercó ese día a su cuarto de la base naval de Charleston (Carolina del Sur) en la que ambos están destinados para ver un episodio de la serie The Vampire Diaries (Crónicas vampíricas). Ambos se quedaron dormidos. Cuando llegó el compañero de cuarto de Jones, los despertó, y el otro chico se marchó. Existe discrepancia entre la versión del compañero de cuarto, según la cual los dos muchachos estaban en calzoncillos tipo boxer, y la de Jones, según la cual estaban en pijama.
Sea como sea, el incidente llegó a conocimiento de sus superiores, que abrieron un expediente disciplinario por «conducta antiprofesional». McGee aceptó el correspondiente castigo, lo que le permite seguir en el Ejército. Jones, sin embargo, negó haber cometido falta alguna, ya que no existe normativa que explícitamente considere una falta dormir sobre la misma cama.
La historia del marino Jones ocurre además en un momento delicado: la derogación de la ley que impide a gays y lesbianas servir el Ejército ha sido votada ya por el Congreso, pero técnicamente se encuentra todavía en vigor hasta que se complete su implementación, tal y como hemos detallado en anteriores entradas. Quizá por ello los portavoces de la base naval niegan que el proceso abierto a Jones se deba a la orientación homosexual del marino (de la que en cualquier caso no tienen prueba alguna) sino a un ambiguo problema disciplinario.
Esta gente es del gremio gilipollesco. ¿Qué pasa que si son heteros sí pueden estar incluso en pelota picada y si son gays han de taparse «por si las flais»? Amos, amos. Son dos chavales que se tumbaron a ver la tele y se quedaron fritos, ¿dónde está el delito, mentes putrefactas? Quizá es que a alguno se le empina pensando en la escena.
Patético, en fin…
Me has quitado las palabras de la boca
Lo que no pasa en Estados Unidos… avanzado en algunos aspectos y taaaaan atrasado en otros. Aqui esto hubiera pasado desapercibido y no se le hubiera dado importancia.