El diputado que promueve la ley homófoba de Uganda, dispuesto a renunciar a la pena de muerte con tal de verla aprobada
David Bahati, promotor del proyecto de ley que persigue endurecer el trato penal a la homosexualidad en Uganda, intenta conseguir a la desesperada su aprobación antes de que el nuevo Parlamento tome posesión. No duda, para ello, en renunciar al punto más polémico: la pena de muerte en algunos casos.
Bahati, diputado ugandés vinculado a la derecha religiosa estadounidense, lleva semanas presionando para conseguir que el Parlamento retome la discusión del proyecto, después de que quedara congelado debido -en buena parte- a la presión internacional. La suya es una carrera contrarreloj: dado que en febrero tuvieron lugar elecciones en Uganda, su objetivo es conseguir la aprobación antes de que el nuevo Parlamento tome posesión, es decir, durante el periodo legislativo “de rescate” que finaliza el 12 de mayo. Unas pretensiones sobre las que el propio Gobierno de Uganda arrojó un jarro de agua fría hace solo un mes, cuando la ministra de Información, Kabakumba Masiko, dio a entender que no hay razones para aprobar una nueva ley destinada a criminalizar la homosexualidad, dado que la actual legislación ugandesa considera ya que las relaciones homosexuales son ilegales.
Ahora Bahati se muestra dispuesto a aceptar la retirada de la pena de muerte, que su proyecto contempla en algunos casos (como el de los homosexuales infectados por VIH que mantuvieran relaciones, o cuando se estableciera que había habido «violación») y sus sustitución por la cadena perpetua, ya contemplada para otros casos. El proyecto, recordamos, también propone perseguir penalmente a personas u organizaciones que den cobertura a las personas homosexuales, lo que haría virtualmente imposible, por ejemplo, el trabajo de organizaciones de defensa de los derechos LGTB.
Está por ver que la estrategia de Bahati surta efecto en un momento en el que, por ejemplo, peligra la ayuda económica estadounidense a Uganda en el caso de que el proyecto se apruebe. Estaremos atentos.
En esta intentona de masacrar a gays y lesbianas inocentes ugandeses, entre los cuales sin dudar habría jóvenes en la plenitud de su vida, están involucrados los sectores más homofóbicos de las sectas protestantes yanquis y sus organizaciones cabilderas o lobbyistas, como el llamado «Movimiento de las 7 montañas», y tristemente, dos miembros del staff de «Exodus Internacional», el conglomerado «ex gay». Lo anterior está documentado por la prensa internacional y sitios de internet, ojalá lo chequen. En verdad es escalofriante el nivel del odio que los protestantes (según ellos «cristianos») pueden llegar a tener.