El Parlamento Europeo aprueba incluir a las personas LGTB entre los solicitantes de asilo con necesidades especiales
El Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles un proyecto de resolución legislativa sobre las normas mínimas que deben aplicar los Estados miembros de la Unión Europea para conceder o retirar la protección a demandantes de asilo que incluye, explícitamente, la orientación sexual y la identidad de género.
En concreto, al definir lo que se debe considerar «solicitante con necesidades especiales», se considera que será aquel solicitante que «por razones de edad, género, orientación sexual, identidad de género, discapacidad, enfermedad física o mental o como consecuencia de torturas, violación u otras formas graves de violencia psicológica, física o sexual, necesita unas garantías especiales para gozar los derechos y cumplir las obligaciones en virtud de la presente Directiva». El Parlamento Europeo, de hecho, ha enmendado el texto inicialmente propuesto por la Comisión Europea para incluir la orientación sexual y la identidad de género, que no estaban expresamente contempladas, por iniciativa de la eurodiputada socialista francesa Sylvie Guillaume.
El texto aprobado por el Parlamento debe recibir ahora el visto bueno de los Gobiernos europeos. Si se alcanza un acuerdo, se convertirá en Directiva que los estados miembros deberán implementar en sus legislaciones.
Aunque en el momento de publicar esta entrada no están disponibles en la web del Parlamento Europeo los resultados exactos de las votaciones, parece que la aprobación de la enmienda no ha generado gran división, a tenor de las felicitaciones de representantes de los grupos más importantes de la Cámara, incluyendo la de Sirpa Pietikäinen, democristiana finlandesa, miembro del Grupo Popular Europeo y una de las vicepresidentas del Intergrupo LGTB del Parlamento Europeo.
Puedes consultar el texto del proyecto de resolución y las enmiendas propuestas pinchando aquí (todavía no está disponible el texto tal y como queda después de la votación).
Esto de que todos los parlamentos de los estados miembro de la Unión Europea tengan que ratificar lo aprobado por el Parlamento Europeo, que, recordemos, es elegido democráticamente por los ciudadanos europeos, es una redundancia, además de un suicidio. Y si no al tiempo.
A oreja mayor le debió pillar con el cilicio.