La diputada lesbiana Paola Concia, agredida verbalmente en pleno centro de Roma por caminar de la mano de su pareja

Agresión lesbófoba a Paola Concia, diputada del Partido Democrático, y abiertamente lesbiana. Concia caminaba este miércoles por la tarde por la cercanías del Parlamento italiano, en pleno centro de Roma, cogida de la mano de su pareja, Ricarda Trautmann. En ese momento, un hombre de unos 30 años se encaró con ella, la insultó y la amenazó, ante la indiferencia de los viandantes. Solamente una mujer y el diputado Antonino Lo Presti, que se encontraba en las cercanías, acudieron en su defensa.

«Lesbiana de mierda, os tenían que quemar en hornos», le espetó el individuo a la diputada. «Me das asco. Te he reconocido. A mí no me importa que seas diputada. Os tendríamos que meter en el horno», continuó, dejando claro que era plenamente consciente de la persona a la que se estaba dirigiendo. Concia, en lugar de amilanarse, se enfrentó al agresor. «¿Cómo te atreves a insultarme así?», le respondió. Sorprendentemente, fue el hecho de que Concia respondiera al agresor, y no la propia agresión, lo que generó las críticas de algunos viandantes, que minimizaban lo sucedido. «Está loco, lo hace con todo el mundo», justificaba alguno de ellos. «Pero esa persona estaba muy lúcida y me estaba ofendiendo con conocimiento de causa», ha explicado Concia al diario La Repubblica. «Si no reacciono yo, que tengo las espaldas cubiertas, ¿quién lo va a hacer? ¿Qué hubiera pasado si el hombre hubiera agredido a dos chicas en una calle de la periferia?», ha explicado.

Solo una mujer condenó las palabras del agresor, así como Antonino Lo Presti (diputado de Futuro e Libertà, FLI, la formación de centro-derecha liderada por Gianfranco Fini), que se encontraba casualmente en las cercanías. Dos carabineros se acercaron al lugar, pero lo hicieron cuando el hombre ya se estaba alejando.

Paola Concia ha reclamado que Italia apruebe una ley contra la homofobia y ha lamentado, muy especialmente, la indiferencia de buena parte de la personas que se encontraban allí ante lo sucedido. «Nos hemos convertido en un pueblo de espectadores», ha declarado.