Duodécimo aniversario del atentado homófobo de Londres, que costó la vida a tres personas
Este sábado se cumplió el 12º aniversario del atentado contra el Admiral Duncan, pub de ambiente gay situado en pleno Soho londinense. Obra del terrorista de extrema derecha David Copeland, que empeñado en castigar a minorías raciales y sexuales colocó varias bombas en abril de 1999 en locales frecuentados por personas de raza negra, asiáticos y homosexuales.
Un atentado que segó la vida de tres personas: Andrea Dykes -de 27 años y embarazada de cuatro meses- y sus amigos Nik Moore, de 31, y John Light, de 32. El marido de Andrea sufrió además graves heridas.
El atentado del Admiral Duncan marcó un antes y un después en la vida de la comunidad LGTB londinense, que creía haber conseguido en el barrio del Soho un espacio de seguridad privilegiado en el que mantenerse al resguardo de la homofobia social. La explosión, la muerte de tres personas y las múltiples heridas sufridas por el resto de los presentes en el local devolvieron a las personas LGTB a la cruda realidad: no existe espacio seguro ante la homofobia. Un mensaje que deberíamos tener presente ahora más que nunca, cuando los vientos de la intolerancia ultra recorren de nuevo Europa de una forma inquietante.
Nuestro recuerdo para las víctimas.
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Shame
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Flick
Flick no es más que el "nick" con el que empecé a comentar (y discutir, y razonar...) en dosmanzanas, allá por 2006. Me sabía a poco, por eso decidí colaborar y compartir mi pasión por estar informado. Y aquí sigo.
No fue en Letonia, ni en Moscú, ni en Bielorusia, ni en Irán, ni en la Alemania de los años 30. Conviene no olvidarlo.
Debemos tener cuidado con «los vientos de la intolerancia ultra que recorren de nuevo Europa de una forma inquietante», y también con la creciente islamización de Europa.
Miremos donde miremos, se avecinan malos tiempos para los homosexuales.
Aún nos queda mucho tiempo por mantener alzados nuestros más afilados tacones de aguja para defendernos de la rampante homofobia que campa por sus respetos entre tanta mariacomodada que aún no se entera de nada.
Y David Morley,manager del pub que sobrevivió,fue asesinado pocos años después por una gang (grupo de salvajes).
La homosexualidad no mata. La homofobia sí, y más fuerte que por eso haya matado a una mujer embarazada de pocos meses.
«(…) cuando los vientos de la intolerancia ultra recorren de nuevo Europa de una forma inquietante.»
Pues yo espero que en cuanto a homosexualidad la gente se haga inmune, porque poco a poco la gente se da cuenta y viven las vidas de gays cercanos (sean familiares, amigos o conocidos…) y ven perfectamente que somos personas como cualquier otra. Creo que incluso dentro de los intolerantes habrá gays reprimidos.
La prensa independiente y más enfocada a la izquierda, ha advertido repetidas veces de la existencia en occidente de milicias clandestinas de extrema derecha, de ideologías cristianas, neo-nazi-fascistas, homofóbicas y anti-inmigrantes. Estas milicias también realizan atentados terroristas (recuerden Oklahoma).
Antes Bush y Blair, y hoy Obama, dijeron que le «declaraban la guerra al terrorismo», pero no hicieron ni hacen nada en contra de las bandas terroristas de ultra derecha que tienen en sus propios países. Aún hay tiempo de realizar los arrestos, antes de que cometan un atentado terrorista que deje muchos muertos.