Sanidad no discrimina a las lesbianas… solo recomienda la práctica heterosexual o del capital
No sé cómo lo llevan ustedes, pero yo llevo unos días incómoda, revuelta y muy decepcionada con todo lo leído alrededor de la negación por parte de la sanidad Asturiana para inseminar a mujeres lesbianas y solteras.
Dejando a un lado los comentarios de muchos de las y los lectores de las noticias en la prensa digital que sólo podemos tomarlas como impulso para seguir en el activismo, me ha impactado, cual dardo a mi ética feminista, las palabras de la ministra de sanidad.
Sostiene la ministra que nuestra sanidad no discrimina por motivos de orientación sexual ni género pero al mismo tiempo dice que al estar las competencias transferidas a las comunidades autónomas son estas las que deciden que inseminaciones costear y cuales no.
¿Se imaginan este mismo argumento en otro escenario institucional? En España nuestro sistema educativo no discrimina pero como están las competencias transferidas tenemos que respetar que X comunidad no financie la educación pública a los hijos de inmigrantes. O no, la red de asilos públicos no discrimina pero respetamos que los discapacitados nos tengan acceso a los centros de mayores de X comunidad por cuestiones de prioridad en el gasto.
Yo me pregunto ¿desde cuando apartar a un sector de la sociedad del servicio público que ayuda a costear con sus impuestos no es discriminar? ¿Cómo alguien de izquierda y feminista puede ni siquiera permitirse el lujo de excusar que el derecho a la maternidad esté supeditado en la sanidad pública a quién es tu pareja?
Oyendo a la ministra me pregunto con qué ideario defiende ella el derecho al aborto para las mujeres, ¿qué significado tiene para ella “nosotras parimos, nosotras decidimos”?
Es triste que a estas alturas no se tenga integrado en la médula de la sociedad que el derecho al aborto lleva implícito la maternidad voluntaria y responsable. Y esta decisión no puede estar supeditada a quién es tu pareja, si es que la tienes.
La responsabilidad de la maternidad y la paternidad, la realidad diaria que esta supone, hace que mayoritariamente esta decisión sea tomada en el núcleo de una pareja. Pero esta realidad no puede cuestionar, ni dificultar, la valentía de aquellas mujeres y hombres que deciden hacerlo independientemente de su situación sentimental.
Una sanidad que no discrimina a las mujeres, es aquella que se centra en la realidad de las mujeres, independientemente de su estado civil, orientación, identidad y situación sentimental. Si hay que establecer prioridades en el caso de la inseminación deben de depender única y exclusivamente de la mujer en cuestión. O ¿alguien entendería que desde la sanidad se respondiera a una mujer en relación con un hombre estéril que si este no puede tener hijos tenga relaciones sexuales con otro o se vaya a la sanidad privada?
Lesbofobia es sentir este argumento como aberrante salvo si la mujer es lesbiana.
Las lesbianas estamos cansadas que nuestra atención ginecológica en la sanidad pública pase en un 80% de los casos a ser ignorada por no “yacer” con varón. Cansadas de oír que si no tenemos relaciones de penetración con hombres, para qué se nos ocurre pedir cita en el ginecólogo, pedir estar en los estudios de contagios del VIH o pretender ser inseminadas.
El grado de desconocimiento y estereotipo sobre nuestra realidad es tal que antes que poner manos a la obra para integrarnos plenamente en la sanidad prefieren seguir tapando nuestra existencia y su ignorancia.
Dicen que en la justicia se ven burros volando, pero es que en la política últimamente vuelan tantas cosas que dar con una respuesta fundamentada en una ideología es “caso de expediente X”.
P.D Gracias de corazón a XEGA y a quienes desde el activismo no han dejado caer en el olvido otra gota de “institucional lesbofoia, bifobia y machismo”
Valle Fernández – Asociación DeFrente LGTB Sevilla
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Mi aplauso para esta carta tan necesaria, no se puede añadir nada más.
Y como controlan los padres y madres cuyo matrimonios maltratan a sus hijos? O los padres que abusan sexualmente de sus niños? Como controlan eso? Como le dicen a una mujer y a un hombre: Uds. No pueden tener relación sexual o procrear niños porque no sirven como padres?
Cuando le niegan un hijo a un homosexual o lesbianan es por otra cosa, pero no porque vayamos a ser malos padres.
El Ministerio de Sanidad debería establecer un mayor control sobre la autonomías para evitar cosas como ésta. Imagino que sobre la sanidad asturiana estará el Ministerio de Sanidad, lo mismo digo para educación.
El problema es que hemos llegado a tal descentralización asimétrica que en algunas autonomías se hacen perrerías sin que el gobierno central pueda hacer nada, para más ejemplo las políticas de Aguirre en la Comunidad de Madrid.
España es en teoría un estado autonómico, en la práctica federal, que sean valientes ya de una vez y establezcan un estado federal con las competencias bien definidas. No esta ambigüedad de sociedad que tenemos, que por razones económicas se discrimina de forma machista y homófoba en Asturias y el Ministerio, instancia superior, escurre el bulto.