Un sector de los democristianos suecos propondrá que el próximo congreso del partido acepte la adopción por parejas del mismo sexo
Algo se mueve entre los democristianos suecos, año y medio después de la aprobación por la iglesia luterana sueca, la confesión religiosa más importante del país, del matrimonio religioso entre personas del mismo sexo. Tras el anuncio de que por primera vez el partido estará oficialmente representado en los actos del Orgullo LGTB de Estocolmo, ahora un sector del partido defiende un cambio del ideario oficial para aceptar la adopción por parejas homosexuales.
Los democristianos de Escania, la provincia más meridional de Suecia, quieren que la propuesta sea discutida en el próximo congreso anual del partido, que se celebrará en verano. «Dijimos que no a la adopción por parejas del mismo sexo porque la investigación existente no era concluyente, y porque un número significativo de autoridades en la materia se oponían. Desde entonces, estas autoridades han cambiado su opinión, y ya disponemos de investigaciones al respecto», ha declarado Daniel Sturesson, al referirse a la oposición de su partido a la posibilidad de que las parejas del mismo sexo pudieran adoptar, aprobada por el Parlamento sueco en 2002. Para Sturesson, seguir manteniendo esta posición casi diez años después carece de sentido. Es por eso que el político democristiano, que ha obtenido el respaldo de su agrupación provincial, llevará una moción en ese sentido al congreso nacional. Sturesson considera además un contrasentido que el partido sí apoye la adopción monoparental.
Sturesson no lo tendrá fácil: ya han surgido voces dentro del partido que han anunciado su oposición. «Un niño necesita un padre y una madre», ha afirmado, por ejemplo, Yvonne Andersson, la política democristiana sueca que con más fuerza se opuso en su momento a la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo. Andersson ha aclarado, respecto al hecho de que su partido sí admita la adopción por personas solteras, que ese hecho «también le preocupa».