Atacan oficina de una organización LGTB en Uganda y se hacen con un listado de miembros
Preocupante incidente el ocurrido el sábado en Kampala (Uganda), donde la oficina de FARUG (Freedom and Roam Uganda), una de las organizaciones LGTB más importantes del país, ha sido víctima de un asalto. Lo que más preocupa a los activistas es que entre el material desaparecido figura un listado electrónico de los miembros de la organización.
Según la activista Kasha Nabagesera, presidenta de la organización, todo apunta a que detrás de lo sucedido hay una motivación homófoba. Han desaparecido, por ejemplo, cinco ordenadores, así como documentos, pero otros objetos de valor como un televisor nuevo e incluso dinero en metálico no han sido robados. Los asaltantes provocaron además importantes destrozos, en lo que parece un intento de provocar el mayor daño posible al funcionamiento de la organización. Afortundamente, en el momento del asalto no había nadie en la oficina (cuya localización, por otra parte, no era pública), lo que ha evitado daños personales.
Tras el ataque los activistas de FARUG se encuentran preocupados y con el ánimo muy bajo, según ha explicado Nabagesera. La organización ha hecho un llamamiento a las autoridades de otros países para que presionen a Uganda y se investigue el ataque, ya que al parecer hasta el momento la Policía no ha mostrado interés alguno.
Kasha Nabagesera, recordemos, es una valiente activista lesbiana que en 2010 estuvo presente en la I Conferencia de Derechos Humanos de las personas LGTB en África que organizó Fundación Triángulo Canarias. Este año 2011 Nabagesera ha sido además la ganadora del Premio Martin Ennals por los Defensores de los Derechos Humanos.
Un infierno para las personas homosexuales
Uganda es hoy uno de los países de África en los que la homofobia campa más a sus anchas, tanto a nivel político como social. Un país en el que durante meses se ha discutido el endurecimiento del tratamiento penal a la homosexualidad, proponiéndose la pena de muerte en algunos casos, así como la persecución de aquellas personas u organizaciones que den cobertura a las personas homosexuales.
Y pese a que el proyecto, impulsado por el diputado homófobo David Bahati (con conexiones con la derecha religiosa estadounidense) quedó sin votar antes de que en mayo finalizara la anterior legislatura en el Parlamento ugandés, ya se escuchan voces, como las del diputado Otto Odonga, a favor de tramitarlo de nuevo. Odonga es un homófobo aún más virulento que Bahati, que ha manifestado en ocasiones anteriores que mataría a su propio hijo si fuera gay.
Uganda es también el país en el que el activista gay David Kato fue asesinado hace varios meses. Kato era uno de los 100 ciudadanos homosexuales cuyo nombre y fotografía habían sido publicados por Rolling Stone (una publicación local ugandesa), acompañados de la leyenda “Hang Them” (“a la Horca”).