Ricky Martin y Graeme Obree: dos visiones distintas sobre la salida del armario
Dos opiniones muy distintas sobre la conveniencia o no de salir del armario siendo un personaje público. Mientras el cantante Ricky Martin se muestra muy satisfecho e incluso considera que ha supuesto un cambio muy positivo en su carrera (también en ventas), el ex campeón mundial de ciclismo en pista Graeme Obree desaconseja a otros deportistas hacerlo mientras se encuentren en activo.
Ricky Martin: «mejoraron hasta las ventas»
Para Ricky Martin su salida del armario representó toda una bendición, y no solo a nivel personal. También profesionalmente. «Cambió todo. Mejoró todo. Hasta la música. Ahora todo es increíble», ha declarado el cantante puertorriqueño durante su gira por Brasil. Martin ha agradecido además el apoyo de sus seguidores y desveló que ahora vende más discos que antes. «Mejoraron hasta las ventas», ha explicado entre risas.
Graeme Obree: «ser gay y estar en activo no es recomendable»
Muy distintas son las declaraciones del escocés Graeme Obree, ex campeón mundial de ciclismo en pista, de cuya salida del armario informamos el pasado febrero. Obree ha recomendado a otros deportistas que no salgan del armario hasta que se retiren de la vida activa, como hizo él. «Compitiendo, en un entorno de vestuarios, no podría haber salido del armario. Hubiera estado siempre preocupado porque los demás pensaran que les estaba observando», afirma. Y es que, en opinión de Obree, ser deportista en activo y abiertamente gay te situa en una permanente situación de incomodidad.
Para comprender mejor las palabras de Obree, hay que tener en cuenta que su proceso de autoaceptación fue largo y díficil, e incluyó dos intentos de suicidio, como él mismo desveló públicamente hace unos meses. “Crecí pensando que mejor estar muerto que ser gay”, explicaba entonces.
El deporte profesional, ¿último reducto de la homofobia?
Lo cierto es que el deporte parece ser uno de los últimos reductos de la homofobia, dada la insistencia de algunos deportistas, homosexuales o no, en recomendar no salir del armario mientras se está en activo. Ayer mismo recogíamos las opiniones en ese sentido del capitán de la selección de fútbol alemana, Philipp Lahm. También el baloncestista británico John Amaechi, que salió del armario tras su retirada, era de la misma opinión cuando se le preguntó por el tema en 2010.
Afortunadamente cada vez son más las opiniones contrarias, como las del delantero Mario Gómez o el portero Manuel Neuer, ambos jugadores de la selección alemana, cuyas opiniones también recordábamos ayer, o las del futbolista sueco Anton Hysén, que hace unos meses salía del armario con total naturalidad a sus 20 años de edad.
Pues fíjate tú el jugador de rugby ese, que no se como se llama, que recibió mucho apoyo por parte de sus compañeros y hasta su entrenador cuando salió del armario. Y estamos hablando de rugby, un deporte muy «bestia».
Bueno, pero es que el rugby es mucho más gayfriendly que futbol, baloncesto y ciclismo juntos
Ya lo dicen…
El Rugby es un deporte de animales jugado por caballeros, y el fútbol es un deporte de caballeros…
Me vais a inundar a negativos, pero no es lo mismo. Me explicaré: Ricky Martin lleva ya toda la vida con el san benito a cuestas (lo mismo que muchos) a la gente (público) le daba igual porque lo tenía inconscientemente asumido, y es, además, un mundo (el artístico) más liberal. El deporte es otra cosa, y si hablamos de futbol, es el remate del tomate. Sólo por una frase de Guardiola sobre dos jugadores suyos (Mascherano y Keita), y ya estaba inundada la página de Marca con comentarios de lo más asquerosamente homófobos que os podeis imaginar (si no, mirad en la página del periódico). Lo dice Piqué y me lo creo, uno se calla porque es mejor así (no todo el mundo es un héroe, y el último, en la liga inglesa, acabó matándose). Yo estuve una vez en el Santiago Bernabeú, abajo en el cesped, (el estadio estaba vacío) y cuando estás ahí y miras hacia arriba y ves lo gigantésco que es, te dan temblores. También fui (la misma semana a un partido del Madrid, invitado por un amigo) y es que daba miedo: cien mil personas vociferando como animales. Recuerdo que pensé «y esta gente (los 22 que jugaban), cómo se pueden concentrar con esta multitud». No quiero ni pensar lo que tiene que ser esa misma masa vociferando «maricón», «ojalá te follen con una barra de hierro» y cosas así. Yo, desde luego, no lo haría, no voy de héroe por la vida.
¿Qué dijo Guardiola sobre Marcherano y keita?
Que eran las niñas de sus ojos. Por lo visto en catalán hay una frase hecha que usa esa expresión cuando algo es precioso para uno, y la traducción correcta sería «las pupilas de mis ojos», como Guardiola piensa en catalán (como catalán que es) y al decirla en castellano tradujo literal, se montó una buena. Esa frase bastó para que la gente (especialmente los madridistas, volcaran toda la homofobia y el odio que tienen los aficionados hacia lo gay, y los del barça no se quedaban atras ya que decían «ahora INSULTAIS a Guardiola llamándolo homosexual», vamos que tambien pensaban que homosexual es un insulto
Guillermo, la expresión «ser la niña de mis ojos» es tan castellana como catalana!!
Que la gente joven no la use o no la conozca es otra cosa
Eso ya lo sé. De ahí mi perplejidad ante la necesidad de coger el rábano por las hojas de toda esa panda de animales.
Me vais a perdonar, pero no me parecen dos visiones tan distintas de la salida del armario.
Ricky Martin -y aquí métase el nombre de cualquier famoso, incluídos los españoles- no ha sido ni será el primero que, antes de dejar de marear la perdiz, ha consolidado su carrera profesional. Y si, desde el punto de vista del proceso personal, nada se puede decir, lamentablemente sigo detectando una incongruencia o paradoja que me lleva a pensar en la existencia de dos varas de medir: una para los famosos y otra para el resto.
¿O es que acaso el ciclista, con sus propias palabras, o los medios de comunicación, con sus casi obscenos coqueteos con la «nueva» homosexualidad del cantante, pretenden hacer que nos creamos el cuento de que estas personas tienen mayor presión social que el resto de los mortales?
Pues va a ser que no. La presión social es exactamente la misma; lo que ocurre es que, al estar en juego cantidades exhorbitantes de dinero, prefieren agarrarse a una heterosexualidad siempre dada por hecho y que cuadra muy bien con el crecimiento de los dineros, que a la posibilidad de erigirse en referentes sociales para una juventud LGTB que, queramos o no, sigue a falta de modelos positivos. Y eso, sintiéndolo mucho, queda para la posteridad.
Sí que hubiera sido mucho más acertado colocar a este ciclista -o al mismísimo Ricky Martin- y compararlo con el increíble caso del actor Luke Evans, quien, desde sus inicios, no tuvo problemas en declarar que era gay, que tenia pareja, etc. y ahora, que se ha convertido en un actor famoso por sus próximos estrenos ( «Los tres mosqueteros», «Los inmortales» o «El hobbit») los agentes y la maquinaria de Hollywood le reconstruyen una vida hetero, le sacan novia e incluso cambian, censuran y bloquean la «imparcial» wikipedia eliminando todo rastro de homosexualidad.
Y a Guillermo le diría que no se fíe del mundo del artisteo. Precisamente en su seno puede darse una feroz homofobia, camuflada maravillosamente detrás del tópico de que es un mundo más abierto.
Saludos
Totalmente de acuerdo contigo Carrington. Me has traído a la memoria el caso de Rupert Everett quien también siempre ha sido fiel a sí mismo y salió del armario hace la tira de años. Pero hace poco leíamos unas declaraciones suyas diciendo que recomendaba a sus colegas el quedarse dentro del armario pues él había pagado un precio muy alto por ser consecuente consigo mismo. Triste, pero cierto. Aún se recuerda el caso de Rock Hudson y el pastón que se gastó el estudio para «tapar» las fiestas homo que daba en su mansión de Los Angeles, pero como bien apunta Carrington, era una máquina de hacer dinero y siendo maricón tan sólo se quedan con eso. Que eres maricón, ni bueno, ni malo, feo o guapo. Maricón es una pantalla cinemascope en rutilante tecnicolor que nos sepulta ante muchos becerros (y becerras), triste pero cierto.
Es injusto limitarlo a «máquina de dinero» y nada más. Primero lo siento, pero no creo que nadie tenga la obligación en convertirse en líder de nada ni de nadie, y por otra parte es injusto que una carrera merme porque tengas esta o la otra orientación; con esta condición también me lo guardaría yo, y sin esta condición, yo y otros lo hemos hecho por distintas razones. Nadie tiene por qué sentirse obligado a publicitar sus gustos sexuales. Y tal y como están las cosas ni para los que ha sido fácil tienen que condenar a los que sienten que prefieren guardárselo. ¿Los hipócritas?, los homófobos.
y nada más que los homófobos, aunque todos sabemos que hay homosexuales que para despistar toda duda empuñan la homofobia como el que más. Estos acaban en la miseria.
Puede que objetivamente a Obree no le falte algo de razón, pero curiosamente los niveles de homofobia en el deporte son directamente proporcionales al grado de profesionalización del mismo y de la pasta que se maneja. Es decir: los problemas vienen cuando hay pasta y el que te mira en la ducha puede ganar más que tú. En el deporte no tan profesionalizados o amateur yo jamás, pero ja-más, me he encontrado con esos problemas.
Basta comparar el mundo del fútbol y el del rugby para ver que hay muchísima más libertad en el segundo.
Guillermo: te doy la razón. Yo estuve en el último Barça-Madrid en el Nou Camp y el ambiente era de todo menos bonito (y el Nou Camp no impresiona tanto como el Bernabeu).
Azul, creo que nadie obliga a nadie a erigirse en modelo de nada. Y tampoco yo diré nada si ocultas tu condicion sexual y ganas poco o mucho dinero figiendo ser heterosexual (con canciones en las que te derrites por las mujeres, en este caso concreto). Allá tú y tu ética personal.
Ahora bien, que de repente salgas del armario y pretendas convertirte en una especie de santo gay o veas cómo los medios quieren convertirte en la cara pública del movimiento LGTB, en el seno del cual hay MILLONES de personas que han estado fuera del armario y con los que las comparaciones resultan odiosas, pues mira, qué quieres que te diga, ni hablar del peluquín.
Eso es lo que critico. Modelos a seguir hay muchos, seguramente desconocidos. Famosos a imitar… buff, permíteme que tiemble, por mucho que salgan del armario.
Saludos
Azul, que para nada les trato de máquinas de hacer dinero, sin embargo así son tratados. Como inmensas vacas lecheras donde la industria les pueda seguir «ordeñando».