Carta al Señor Mariano Rajoy

Señor Mariano Rajoy, espero lea estas palabras…

Estoy orgulloso de lo que soy, de como nací, siempre he demostrado mis verdaderos sentimientos. Desde niño me inculcaron la sinceridad, por esta razón me dirijo con todo respeto.

Nuestra comunidad gay la simboliza el arcoiris, ¡porque somos diversidad! Lesbianas, gays, bisexuales, transexuales. Travestis… Cada unos tenemos los mismos deberes con España, como cualquier heterosexual, porque somos parte de la sociedad. ¿Y nuestros derechos?

Señor Rajoy, nunca comprenderé por qué en nuestra cultura las personas se sienten mas cómodas viendo a dos hombres tomando armas que tomándose de las manos, pero sigo en pie, mostrándome fuerte ante la furia de la dura sociedad, enfrentándome a la ciencia que dice que polos opuestos se atraen y polos iguales se repelen, recordándome a mí mismo que para el corazón esta ley no existe, porque el corazón es libre, no conoce género.

Un día despierto y miro al cielo, pensando en los misterios que el dulce firmamento tiene para nosotros, sigo hundido en el firmamento y comienzo a creer, si Dios nos hubiera querido otra cosa, otra cosa seríamos, porque él no se equivoca, él solo quiere que abramos nuestro corazón al amor, y nuestra mente a la realidad. Soy gay, tengo los mismos derechos, a vivir, a la libertad que todo ser humano quiere, a la felicidad, pero lo más importante… a amar, porque a veces el corazón puede ver lo que tus ojos ignoran.

¡Tenemos derecho e ilusión como cualquier pareja al matrimonio! A dar ese paso como símbolo de Amor, compromiso y a compartir esa felicidad con nuestros seres queridos.

Hoy tengo fuerza para decir: ¡soy gay!, y no se preocupen, no es contagioso, porque tener sexo con otro hombre se siente muy bien, pero hacerlo con el hombre al que amas es totalmente incomparable, por que no es solo sexo, es hacer el amor y mostrar tus sentimientos más escondidos, porque el amor es amar, un beso es un beso, el amor no es odio, el amor es la belleza del alma.

Señor Rajoy, para terminar quiero hacerle una pregunta: ¿mantendría su misma actitud, si algún miembro de su familia fuera homosexual?

Creo que debería centrarse en lo que verdaderamente necesita la sociedad española, salir de la crisis. Podríamos evitar situaciones como las que se vivió en Argentina en el 2001.

Cordial saludo.

Christian Cárdenas

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