La televisión pública italiana censura una serie de televisión por mostrar una boda gay
La televisión pública italiana (Rai) ha vuelto a censurar contenidos LGTB en una de sus emisiones. Este vez se ha tratado de un capítulo de una serie de ficción alemana en el que se veía a dos hombres contraer matrimonio en un convento.
Una noticia que probablemente haría felices a muchos telespectadores conservadores del Reino Unido: el primer canal de la televisión pública italiana, RaiUno, censuró el pasado martes un capítulo de la serie Un ciclone in convento (Um Himmels Willen, en el original alemán). El capítulo, titulado «Romeo e Romeo» , mostraba a una pareja homosexual celebrabando su boda en el interior de un convento, oficiado por el alcalde y en presencia de varias monjas. Contrariamente a lo afirmado por algunos medios de comunicación españoles, la Rai no se limitó a censurar algunas «imágenes» o una «escena polémica» sino el capítulo completo, que no fue emitido.
Precedentes
No es la primera vez que la televisión italiana censura programas, series y películas en las que se aborda el tema de las relaciones homosexuales. En 2008, por ejemplo, el segundo canal de la televisión pública, RaiDue, censuró varias escenas de sexo entre los dos protagonistas de Brokeback Mountain. Posteriormente la Rai ha vuelto a censurar la película de Ang Lee en dos otras ocasiones: en septiembre de 2010 y en junio de 2011.
En esta ocasión, lo más llamativo ha sido quizás la respuesta de la Rai a la polémica desatada. Mientras en el pasado se había excusado alegando errores involuntarios, esta vez ha revindicado su actuación. El director del canal responsable de la censura (cuyo telediario ha llegado recientemente a censurar al mismo jefe del estado italiano) arguye que la decisión se adoptó, en primer lugar, para evitar una polémica en Italia y, en segundo, por problemas de espacio en la parrilla televisiva: «Necesitábamos eliminar un capítulo por problemas de espacio editorial… ha sido una decisión ponderada, tomada por evitar una polémica sobre un tema de mucha actualidad que no puede ser banalizado», ha declarado Mauro Mazza. Curiosamente, la televisión pública italiana emite regularmente tertulias y programas de debate donde sacerdotes y representantes de la derecha político-mediática expresan libremente sus opiniones sobre la homosexualidad.
Reacciones y protestas
Lo occurrido ha desatado una amplia polémica en las redes sociales y protestas de los colectivos LGTB. Las imágenes censuradas han sido colgadas en las webs de varios diarios italianos y pueden verse en portales de vídeo como Youtube. Matteo Winkler, profesor de la Universidad Bocconi y letrado del grupo LGTB Rete Lenford ha denunciado una »censura totalmente arbitraria» y ha calificado las explicaciones de Mazza de ridículas. «Censurar la uniones homosexuales es negar la realidad y ofender la dignidad de gays y lesbianas, tratándoles como si no existieran», ha declarado. La diputada del Partido Demócratico Paola Concia, abiertamente lesbiana, ha anunciado la presentación de una queja a la comisión de vigilancia sobre los medios de comunicación. La propia productora de la serie, de gran éxito en Alemania, ha mostrado su contrariedad. «Es una elección exagerada, quizá es que no han visto bien el capítulo….», precisaron fuentes de la productora NDF.
La agrupación de telespectadores católicos Aiart, por su parte, se ha felicitado por lo ocurrido y ha condenado las protestas. El subsecretario de Estado de Familia, Carlo Giovanardi, conocido por sus declaraciones homófobas, también se ha mostrado satisfecho. Respecto a las críticas recibidas, ha sido claro: «los italianos no pueden perder tiempo ocupándose de esa minoría (…) ni tampoco de los que participan en el Orgullo Gay con las plumas y enseñando el culo», ha declarado el «onorevole».
Os dejamos con la «terrible» escena:
La Rai ya puso la versión íntegra de Brokeback Mountain. Igual que Mediaset.
Yo me cuidaría de ver al gobierno detrás de esto, teniendo en cuenta el alto número de presentadores y comentaristas antiberlusconianos que hay en los canales de la Rai. De la misma manera que está esa gente (alguno cobrando un pastizal), también puede haber vaticanistas en el control de contenidos.