Libros del silencio
Es esperanzador que en estos tiempos tan duros para el libro existan pequeñas editoriales que nos asombren título tras título. Ya hemos hablado repetidas veces de Cabaret Voltaire y hoy le toca el turno a otra editorial catalana, que tiene el sugerente nombre de Libros del Silencio.
El silencio, un viejo conocido de los Desayunos en Urano, tan bello cuando es voluntario, tan terrible cuando es forzoso. Mi sobrina me preguntaba el otro día que cuándo iba a poder leer ella como yo, sin hablar. Algo parecido le pasó a San Agustín («recorrían las páginas los ojos y el corazón profundizaba el sentido, pero la voz y la lengua descansaban»), y de esa anécdota surge el título de la editorial de la que hoy hablamos.
Empezamos con dos libros de Ivan Cotroneo (Nápoles, 1968), un escritor y guionista que debutó en 2003 con Il re del mondo, novela a la que seguirían Cronaca di un disamore y Kriptonita en el bolso. Escribe para Rolling Stone, y ha traducido a Kureishi y Cunningham. Como guionista, ha colaborado en Yo soy el amor o Tengo algo que deciros, dos películas que los lectores de Desayuno en Urano conocéis de sobra.
Una novela tan corta que se hace tremendamente dolorosa. La historia es simple y, precisamente por su simpleza, resulta sobrecogedoramente trágica. Lorenzo es un chico de quince años que acude a un instituto de provincias pero comete un pecado gordísimo e imperdonable al regalarle una sudadera al chico más guapo de su clase. Por otro lado, una maestra se enfrenta a sus mayores terrores siguiendo el ejemplo de Lorenzo, tan valiente, tan él mismo. La homofobia como único tema, basado en una historia real de la que ya os hemos hablado, desgraciadamente, en su momento y ahora.
La homofobia de nuevo como tema fundamental de la novela, pese a que pueda pasar desapercibido para lectores no sensibilizados con el tema (por otro lado, la historia de ¿amor? entre los padres del protagonista es tan curiosa que casi se acaba comiendo al resto). Sin embargo, no encontramos la crudeza del El beso, siendo ésta mucho más amable: dos personajes que se ven distintos, se reconocen, se apoyan mutuamente y se aceptan. Uno de ellos, Gennaro, viste leotardos y una capa rosa de peluquería y se cree Superman, registrando el bolso de las señoras para ver si llevan kriptonita. El pobre Gennaro no está bien de la cabeza, pero además ha descubierto que le gustan los chicos (y eso nos lleva a un tema dolorosísimo que pocas veces se ha tratado en la literatura: ¿y qué pasa con los discapacitados homosexuales?) Kriptonita en el bolso se lee con un constante escalofrío, con el escalofrío que se produce por el reconocimiento de tantas y tantas situaciones por las que hemos pasado casi todos los de mi generación (los que pasamos la infancia en los setenta): esos pollitos de colores, esos pantalones de pata de elefante, las minifaldas (era la época de las maxifaldas pero a Italia, como a España, llegaba y llega todo tarde siempre), las drogas, la liberación sexual… así que agárrate a mi espalda y vamos a volar.
Kriptonita en el bolso será llevada al cine por el propio Ivan Cotroneo.
Muy interesante. Da gusto descubrir una nueva editorial que trabaje su catálogo con tanto esmero, y que escoja textos de evidente elegancia para su publicación. Libros como «El beso» y «Kriptonita en el bolso» ayudan a formar y a luchar –desde una posición nada cómoda– contra la homofobia y la discriminación.
Me gusta pensar que yo también podría conseguir algo similar con mi novela inédita «Heliópolis: El Blues del Hada Azul», que he comenzado a publicar de manera online y gratuita, pero para eso aún necesito captar a muchos lectores. Os dejo con el enlace:
http://www.elBluesDelHadaAzul.com
«¿Sabías que el Hada Azul nació siendo un chico?»
«Un beso» de Ivan Cotroneo me llama la atención, ya os comentaré cuando lo lea.
🙂
He leído «Un beso» de Cotroneo, está bien, pero yo lo concibo más como una pincelada, profunda, o una introducción, perturbadora, a una realidad que muchos desconocen pero con la cual conviven. La realidad de la homofobia social, en este caso italiana pero extrapolable a cualquier país mediterráneo.
Un libro muy recomendable para toda esa gente que dice estar al margen y no enterarse de nada. Yo lo pondría como lectura obligada en 1º ó 2º de ESO. Fácil de leer y corto, lo cual ya es un atractivo para muchos alumnos.
Ah una pregunta ¿Cotroneo es gay?