Ofensiva del sector más conservador de la derecha francesa contra las referencias a la identidad sexual en los libros de texto

No solamente en España existe una muy fuerte oposición de los sectores conservadores a introducir en los temarios educativos referencias a la diversidad afectivo sexual. En Francia, 80 diputados de la UMP, el partido del Gobierno, han exigido al ministro de Educación, Luc Chatel, que retire todos aquellos libros de texto que pongan en duda que la identidad sexual no está conformada únicamente por el sexo biológico.

Se trata de un grupo de libros de texto de la asignatura de Ciencias para el curso de primero en las ramas económico-social y literaria de la enseñanza secundaria francesa (alumnos de 16 años), que desde este año deben incluir referencias a a orientación sexual e identidad de género. Una inclusión que antes del verano ya provocó la ira de las asociaciones católicas francesas, que ahora este grupo de diputados reproduce. Diputados que conforman el sector más conservador de la UMP, muy cercanos a los postulados de la iglesia católica en materia de educación afectivo sexual pese a la tradición laica de la política francesa (Têtu ha publicado la lista completa).

Uno de los ejemplos citados es el siguiente párrafo de un libro de texto de la editorial Hachette (la traducción es nuestra): «el sexo biológico nos identifica como hombre o como mujer, pero no es por eso por lo que nos definimos como masculino o femenino. Esta identidad sexual, que se construye a lo largo de nuestra vida, en una interacción constante entre lo biológico y el contexto socio-cultural, es sin embargo decisiva en nuestro posicionamiento respecto al otro».

Una afirmación que indigna al grupo de diputados sarkozystas, que considera que estos libros introducen la que consideran perversa «ideología de género» en la escuela. «Según esta teoría, las personas no se definen como hombres y mujeres, sino como practicantes de ciertas formas de sexualidad: homosexuales, heterosexuales, bisexuales, transexuales», protestan.

Entre los reclamantes, un diputado abiertamente homófobo

Uno de los que han secundado la petición es el diputado abiertamente homófobo Christian Vanneste, demandado hace unos años por unas declaraciones en las que defendía que la homosexualidad suponía una amenaza para la supervivencia de la humanidad y que era «inferior» a la heterosexualidad. Inicialmente condenado, finalmente la justicia francesa le dio la razón argumentando su derecho a la libertad de expresión.

Vanneste es también una de las referencias políticas del grupo ultraconservador español HazteOír, que hace un par de años le entrevistaba en su web. Una entrevista en la que se ratificaba en sus opiniones homófobas. “A menos familia, más triunfa el reino del individuo. En esta línea se inscribe la homosexualidad, que persigue la destrucción de las relaciones familiares heterosexuales. A esto también contribuye el narcisismo propio de la homosexualidad, que se cierra al otro. Es el rechazo del otro”, expresaba entonces el diputado.