Algunos hospitales niegan la profilaxis post-exposición en caso de rotura del preservativo en una relación con un seropositivo
Según informa El País, el Observatorio de Derechos Humanos de la RedVIH ha detectado al menos una decena de casos en los que a un afectado que ha mantenido una relación sexual con un hombre seropositivo durante la cual se ha roto el preservativo se le niega la posibilidad de recibir una profilaxis post-exposición. En algunos casos la negativa se debe al simple desconocimiento por parte del centro hospitalario de la existencia de un protocolo al respecto.
La profilaxis post-exposición no ocupacional (PPENO) consiste en seguir un tratamiento con antirretrovirales durante un mes, que debe comenzarse preferiblemente antes de las primeras seis horas. En realidad, no es más que la adaptación de una práctica que lleva años llevándose a cabo con el personal sanitario que, por ejemplo, se pincha accidentalmente con una aguja que ha estado en contacto con sangre de una persona con VIH (la denominada profilaxis ocupacional).
«El protocolo existe y todos los centros deberían cumplirlo», ha afirmado, categórico, Tomás Hernández, secretario del Plan Nacional sobre el Sida. Un protocolo, eso sí, ajustado a ciertas condiciones: no significa que haya que dar tratamiento a todas las personas que hayan tenido una relación en la que el preservativo se ha roto o en la que, simplemente, no se ha usado. Debe tenerse en cuenta el riesgo de las distintas prácticas (anal o vaginal, insertiva o receptiva, con violencia o sin ella). En concreto, el mayor riesgo está en la recepción anal sin preservativo de una persona infectada (un riesgo que va del 0’8% al 3% de probabilidades de resultar infectado). En ese caso, la indicación es clara.
El problema es que muchas veces no se puede saber si la otra persona está infectada o no, bien porque ha sido un encuentro esporádico o porque no se ha hecho recientemente las pruebas. Sea como sea, Tomás Hernández cree que el tratamiento debe plantearse siempre en caso de relaciones homosexuales. «Con una tasa de infectados del 10%, la probabilidad de que haya transmisión es muy alta», afirma.
Se trata de un recurso excepcional, que no es seguro al 100% y que puede tener efectos adversos. De hecho, si se detecta que una persona acude a pedirlo de forma reiterada debe optarse por dar información. Pero es fundamental conocerlo y aplicarlo cuando está indicado.
Joder, mas me parece no querer andar con maricas con SIDA que ignorancia. Sera porque soy un mal pensado.
1# Pako, Lo peor de tener un problema es no reconocerlo y en tu caso es ser un homófobo y creerte lo contrario, además efectivamente de ignorante y malpensado…, pero es que la homofobia es eso ignorancia y mezquindad de gente como tú que necesita crecerse en base al insulto a los demás para creerse que vale la pena el espejismo de vida fracasada que llevan
por cierto, de dónde narices sacan ese 10%? quizás de la bola mágica de la pitonisa Lola?. Todos sabemos que hay mucha más gente en la sombra y los peores aquellos que deciden tener una vida pública con mujer incluida y otra clandestina en privado.
lol puedes decirme y llamarme lo que quieras pero nunca he insultado a nadie y es algo de lo que estoy bastante orgulloso.
La tasa de infectados del 10 % es irrisoria. Efectivamente, se sabe desde hace tiempo que la cantidad de gays seropositivos que se mueven por el ambiente es bastante superior (puede que ronde o incluso supere el 30 %). De toda la gente que he conocido en Chueca y alrededores al menos la mitad, que yo sepa, tenían VIH. Si la gente conociese estos datos a lo mejor andaría con más cuidado en vez de bajar la guardia pensando que el virus es algo minoritario, casi erradicado desde hace años.
Txarly, Vamos a ver, para decir que es un 10% necesitas saber la cantidad total sobre la que calculas la proporción. Por lo tanto decir que un 10% de no tengo ni idea de cuanto… blablabla, por eso digo que la cantidad de homosexuales con sida es mucho menor pues la cantidad de personas homosexuales es mucho mayor porque todavía es muy poca gente la que reconoce que le gusta abiertamente su mismo sexo en relación a la que no lo dice abiertamente. Por tanto no se puede establecer un porcentaje del 10% porque necesitas saber primero el total y ese total de ciudadanos homosexuales sanos es mucho mayor.
Vale, de acuerdo con lo que dices, pero insisto en que el VIH está mucho más extendido por el ambiente de lo que la gente cree. Y los porcentajes no me los invento yo, son los que me han dicho a puerta cerrada especialistas en la materia. Además mi propia experiencia me ha demostrado que esto es así. Es más, según algunos estudios, esos gays en la sombra de los que tú hablas, tienen muchas más posibilidades de llegar a infectarse que los que viven abiertamente su sexualidad, así que imagínate el riesgo con tanto armario cerrado a cal y canto como hay por ahí.